Primeros movimientos de cara a las elecciones del 18 de mayo en la Ciudad. Y a una semana del cierre de listas. Tras conocerse que se desarmó Juntos por el Cambio, tal como anticipó PERFIL el domingo pasado en exclusiva, tanto Horacio Rodríguez Larreta como la UCR y la Coalición Cívica comienzan a dar sus primeros pasos para armar sus boletas a legisladores porteños.
En el caso del exjefe de Gobierno porteño, comenzó a trabajar en su estrategia con un equipo muy reducido de colaboradores. Entre ellos se sumó, para cuestiones operativas y para pensar ideas, Marcos Urtubey, uno de los hijos del exgobernador salteño.
Se trata de un estratega joven, quien en 2021 trabajó con Ramiro Marra y Eugenio Casielles, los armadores de La Libertad Avanza en la Ciudad, y luego se distanció de ellos a fines de ese año.
Urtubey no será jefe de campaña: el mismo Larreta será su propio jefe de campaña y piensa en una lista de gente joven, sin mucha “rosca política”, que le permita mostrarse como un gestor cercano al electorado.
“La gente se cansó de los políticos”, repite, acaso como enseñanza de lo que fue el armado de su candidatura presidencial, donde se encargó personalmente de sumar figuras que, al fin del camino, no le permitieron ganar las PASO.
En ese marco, se centrará en recorrer los barrios entre seis y ocho horas por día, y en el “olor a pis” en la Ciudad como marca distintiva de los problemas de higiene que sufre la Capital.
A diferencia de otras épocas, se ve despojado de ataduras al excandidato presidencial, y hasta cómodo criticando a Jorge Macri. La enemistad entre ambos se fue volviendo personal desde mediados del año pasado, cuando hubo un quiebre. El jorgemacrismo alcanzó ofertas para intentar que no jugara, pero fue imposible. Su decisión se fue construyendo durante 2024, en particular después de que Jorge Macri insinuó que hubo corrupción en el servicio de grúas de la Ciudad, siempre polémico.
Por su lado, la UCR pasa momentos de debate interno. Avanza la idea de que Martín Lousteau no sea candidato y se barajan dos alternativas: el diputado Martín Tetaz, quien viene de intentar recorrer el territorio bonaerense aunque es legislador nacional por la Ciudad, o Lucille “Lula” Levy, consejera académica de la UBA y una de las voces contra el gobierno nacional en el reclamo por los recortes a las universidades. Lula es contadora y una fiel seguidora de Emiliano Yacobitti, vicerrector de la UBA y hombre fuerte del radicalismo porteño junto a Daniel Angelici.
Los radicales intentaron un acuerdo con el PRO, vía el presidente de la UCR porteña, Martín Ocampo –quien además es procurador de la Ciudad–, pero finalmente eligieron ir con su propia boleta.
Por su parte, Elisa Carrió tomó la decisión de inscribir a la Coalición Cívica sola en las elecciones porteñas. Para encabezar eligió a la diputada nacional Paula Oliveto, quien podría llevar como segundo a un economista.
Oliveto ya había descartado ser precandidata a jefa de Gobierno en 2023, cuando el legislador porteño Facundo del Gaiso se lo propuso y hasta comenzó a difundir la idea.
Tras descartar ir como número dos de Larreta en la boleta que encabezará el exjefe de Gobierno, la diputada, que conoce la Capital en detalle tras largos años en la Auditoría General de la Ciudad, se probará el vestido de primera candidata e intentará sumar votos en todas las comunas.
Otras épocas: durante los ocho años de mandato de Larreta, y en especial en los últimos cuatro, tanto la UCR como la CC eran parte integral no solo de la oferta electoral larretista con JxC sino del Gobierno de la Ciudad, con buenos lugares en la estructura.
