Guido Montoya Carlotto, el nieto de Estela de Carlotto, brinda una conferencia de prensa en la sede de Abuelas de Plaza de Mayo, en el centro porteño.
"Yo soy Ignacio o Guido porque ella (Estela) está muy firme con esa decisión", comenzó el músico, quien dio algunas precisiones sobre qué sintió el martes, cuando la jueza María Romilda Servini de Cubría confirmó el parentesco que lo une con las familias de Laura Carlotto y Oscar Montoya.
"Yo estoy acostumbrado a mi nombre Ignacio y lo voy a seguir manteniendo", aseveró Hurban, aunque aclaró: "También entiendo que hay una familia que para ellos soy Guido".
"Me siento cómodo con la verdad que me toca, sinceramente estoy feliz", sonrió.
"Es una alegría, no solamente por mí", confesó. "Veo la alegría en sus ojos y me parece alucinante. Yo lo estoy disfrutando pero lo que más disfruto es la alegría de los demás", siguió.
Cara a cara. Asimismo, se refirió al primer encuentro que mantuvo con parte de los Carlotto, en La Plata. "Fue maravilloso, muy lindo", resumió. "Siempre, cuando hay amor, es maravilloso", insistió. No obstante, reconoció ciertos matices: "Para mí es diferente que para ella (Estela); yo hace unos días que sé quién soy".
Revelación. El músico evitó reiterar las críticas de su tío Guido Carlotto, en torno a la difusión del caso, pero relató cómo comenzaron las dudas en torno a su identidad. "El proceso de búsqueda que inicia cualquier persona es completamente confidencial, salvo esta vez que se filtró un poquito, sabemos por qué", afirmó.
Según contó Hurban, supo que era adoptado hace dos meses, en su cumpleaños. “Tenía miedo de no poder saber nunca quiénes eran mis padres”, comentó. Sin embargo, las dudas sobre su identidad eran anteriores.
“La primera vez que tuve una duda fue en la jornada de Música por la Identidad en San Fernando, en 2010”, recordó. "Hay cosas que no las sabés pero las sabés y las empezás a revisar hasta que te das cuenta", refirió.
"El sentido de que yo esté acá hoy tiene que ver con aportar mi grano de arena, tratar de generar conciencia, para volver a la búsqueda", expresó Hurban, a la vez que llamó a quienes dudan de su identidad a que se realicen tests de ADN. “No pierden nada”, exhortó. “No se sabe nunca: yo era un pibe que había crecido en el medio de La Pampa y terminé acá”, exclamó.
"Otra cosa es la vida personal interna mía que también está bastante convulsionada. Queriéndolo o no, voy a entrar en los libros de Historia y es un peso que hay que llevar", reflexionó.
El acto es a tres días de que se conociera la noticia de que Ignacio Hurban (el nombre que todavía tiene) era el número 114 entre los nietos recuperados tras ser apropiados por la última dictadura cívico-militar.
Anoche, Carlotto y su nieto fueron recibidos por la presidenta Cristina Fernández de Kirchner en la residencia de Olivos.
