En el marco de la cadena nacional por su primer año de gestión, el presidente Javier Milei dio a conocer un ambicioso proyecto para “posicionar a la Argentina como un actor clave en el mundo de la inteligencia artificial (IA)”. El eje central de este plan es el uso de “energía nuclear” para alimentar centros de datos de alto consumo energético.
“Tenemos energía de sobra, tierras frías e inhóspitas de sobra, y recurso humano de calidad. No por nada somos el país con más cantidad de 'unicornios' per cápita de la región”, aseguró Milei, y agregó que esos factores combinados “convierten una tormenta perfecta para atraer inversiones de altísimo grado en inteligencia artificial”.
Javier Milei confirmó el lanzamiento de un Plan Nuclear para Argentina | Perfil
El encargado de oficializar los detalles del plan será Demian Reidel, físico y jefe del Consejo de Asesores de la Presidencia. Reidel ya había destacado previamente la relevancia de la energía nuclear en este contexto. “Se viene un resurgimiento de toda la tecnología nuclear, porque es la única energía limpia capaz de suplir las demandas energéticas de la IA”, afirmó en declaraciones recientes. Además, aseguró que “se viene un verano nuclear”, reflejando su entusiasmo por el proyecto.
En marzo de 2024, durante la Primera Cumbre Mundial de Energía Nuclear celebrada en Bruselas, Jorge Antelo, ex Secretario de Estrategia Nacional de Argentina, destacó el papel del país en el uso pacífico de la energía nuclear. Con 74 años de experiencia acumulada, Argentina se ha consolidado como un referente internacional, no solo en la producción de energía, sino también en la exportación responsable de tecnología nuclear a diversos destinos en todo el mundo.
Actualmente, el país opera tres centrales nucleares clave: Atucha I, Atucha II y Embalse. Estas instalaciones generan en conjunto cerca del 7% de la electricidad consumida a nivel nacional, desempeñando un papel crucial en la diversificación de la matriz energética argentina. Este porcentaje, aunque relativamente modesto, representa un avance significativo hacia la disminución de la dependencia de los combustibles fósiles y la transición hacia fuentes de energía más limpias. La operación y el mantenimiento de estas centrales están a cargo de Nucleoeléctrica Argentina S.A. (NASA), una empresa estatal que, según afirma Antelo, “ha sido fundamental para garantizar la estabilidad y el desarrollo de esta industria”.
¿Cómo se relaciona esto con la inteligencia artificial?
La creciente adopción de servicios de inteligencia artificial ha llevado a un incremento exponencial en el consumo de energía. En una nota recientemente publicada en La Nación comentan las estimaciones del economista Alex de Vries, de la Universidad Libre de Ámsterdam, quien asegura que para 2027 la IA global consumirá tanta energía como toda Argentina. Este panorama ha llevado a gigantes tecnológicos como Microsoft, Google y Amazon a explorar el uso de pequeñas centrales nucleares modulares para sus centros de datos, una tecnología que también se plantea como clave para el plan argentino.
“Actualmente, la IA requiere 4,3 GW de potencia en los centros de datos, y se espera que esta demanda aumente hasta 18 GW para 2028”, explicó Alison Matte, experta en sostenibilidad de Schneider Electric. Esto equivale al 15-20% del consumo total de energía de estos centros, lo que subraya la necesidad de soluciones sostenibles.
Un componente esencial del plan es el desarrollo de pequeños reactores nucleares modulares (SMRs) que podrían instalarse en la Patagonia, una región ideal por sus condiciones climáticas frías. Estos reactores, como el prototipo Carem, destacan por su capacidad de adaptación y transporte. Diseñado para generar hasta 100 MW mediante la combinación de módulos, el Carem representa una oportunidad tanto para abastecer centros de datos locales como para exportar tecnología.
Sebastián Novoa, especialista en telecomunicaciones de la consultora IDC, señaló que “este proyecto podría convertir a la Patagonia en un hub para centros de datos de IA o permitir la exportación de reactores a otros países”. No obstante, también advirtió sobre la necesidad de evaluar la factibilidad del plan a mediano y largo plazo, dado el estado actual de desarrollo de estos reactores.
Voces críticas al proyecto nuclear
En diálogo con Canal E, el ex secretario de Energía Nuclear, Julián Gadano, destacó que la energía nuclear está resurgiendo a nivel global debido a la creciente demanda energética de tecnologías como la inteligencia artificial, además de factores como la agenda climática y los conflictos internacionales. Sin embargo, Gadano advirtió que “no ve viable” que el proyecto sea sostenido con financiamiento público. Según el experto, la energía nuclear en el mundo está siendo impulsada por capital privado, con inversiones que pueden superar los 100 millones de dólares por reactor.
“El Gobierno debe generar un marco que atraiga capital privado, ya que Argentina no tiene los recursos necesarios”, afirmó. Además, subrayó que el capital global busca retornos seguros y no discrimina sectores si las condiciones son favorables. "En la medida que se logren las condiciones, la afluencia de capital permitirá avanzar en este proyecto", sostuvo.
Por otra parte, Julián Rojo, economista y director del Departamento Técnico del Instituto Argentino de la Energía “Gral. Mosconi”, criticó que a pesar de que al Gobierno “le vendieron” los reactores como una innovación, en realidad es una tecnología antigua. “¿Saben hace cuanto se conoce lo de los reactores nucleares modulares/chicos? Desde 1984 aprox. Son 40 años. Al presidente se lo vendieron como una innovación. El CAREM lleva más de 20 años en desarrollo”, publicó en su cuenta de X (ex Twitter).
El especialista ha manifestado un enfoque crítico hacia las recientes propuestas relacionadas con el desarrollo nuclear en el país. “No hay información concreta” sobre el plan, por lo que resulta “imposible” analizarlo. “Se debería explicar en qué consiste, cuáles son las metas, qué proyectos lo integran, cuánto va a costar y quién lo va a pagar”, declaró.
Rojo también señaló una posible exclusión de la Secretaría de Energía en el diseño y ejecución del plan, lo que genera dudas sobre la estructura de gobernanza, y también cuestionó la elección de la energía nuclear frente a alternativas más económicas y abundantes en el país, como el gas. “Construir una central de este tipo lleva meses, contra los años que lleva una nuclear”, destacó, subrayando las diferencias en tiempo y costos entre ambas opciones.
Otro aspecto clave que genera interrogantes es la fuente de financiación del proyecto. Rojo planteó la posibilidad de que se base en inversiones privadas, lo que podría acarrear implicaciones significativas para el sistema interconectado nacional. “El problema de esto es que se introduzca al sistema interconectado nacional, algo que podría implicar un aumento en los costos para los usuarios residenciales. Pero si esto no sucede y siempre queda en una cuestión entre privados, todo estaría bien”, reflexionó.
FM CP
