Este domingo 13 de octubre, los seis candidatos presidenciales participaron del primer debate obligatorio, que se llevó a cabo en la ciudad de Santa Fe. El Paraninfo de la Universidad Nacional del Litoral (UNL), fue el escenario donde los postulantes a la Presidencia tuvieron la posibilidad de manifestar sus propuestas y, si bien no hubo cruces por las estrictas reglas del debate, sí hubo críticas directas y acusaciones entre unos y otros.
¿Quién supo aprovechar mejor sus intervenciones? ¿Quién estuvo mejor preparado? ¿A qué estrategias apeló cada uno, y cuáles fueron más efectivas? PERFIL dialogó con analistas políticos y consultores, para conocer su análisis sobre las más de dos horas de debate presidencial.
Eduardo Reina, consultor especializado en Comunicación Institucional y Política, opinó ante la consulta de este medio que tanto el candidato del Frente de Todos, Alberto Fernández, como el presidente Mauricio Macri estuvieron “entrenados”, pero que el resto no hizo un gran aporte a la opinión pública.
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“Para poder describir el debate debemos aclarar que el debate no decide el voto, es más, este fue un debate aburrido que no nos llevó a clarificar, si no a enturbiar más el momento de la decisión”, sostuvo. “Creo que Macri estuvo 100% entrenado, y Alberto Fernández de igual manera. El resto no ha hecho ningún aporte que a la opinión pública le interesa. La grieta se ve en el debate, también no hay otra posibilidad que salga de su cauce esta elección porque no hubo un cisne negro, ni efecto buscado que altere la decisión de la gente”, sumó Reina.
Para el consultor, el debate “se empezará a vivir a partir de ahora en los medios”: “Quien mejor entienda la comunicación en los medios de comunicación sacará una ventaja. El público hoy fue espectador, en pocos días será opinión pública”, concluyó.
Paola Zuban, politóloga y directora de la consultora Gustavo Córdoba y Asociados, consideró que un debate es por definición “una discusión”, y que justamente eso es lo que faltó, por el formato impuesto por la ley y los organizadores. Para Zuban, hubo “discursos de tono ideológico, algunas propuestas y varias chicanas, aunque ninguno dijo nada que no les hayamos escuchado antes. Fue una reafirmación de los tópicos de campaña”, analizó.
Candidato por candidato, la politóloga destacó en primer lugar que Juan José Gómez Centurión “hizo gala de la falta de reloj, al tiempo que repitió hasta el cansancio la consigna por "las dos vidas", abundancia de estigmatizaciones”. Sobre el candidato del Frente de Izquierda, Nicolás del Caño, dijo que “fue contundente en su postura, previsible, algo inseguro y apelando a situación en Ecuador”.
Jose Luis Espert, consideró, estuvo “seguro y tranquilo”, aunque “ también abundó en posturas ideológicas, sin precisar medidas concretas”. En cuanto a Roberto Lavagna, expresó a PERFIL que: “Fue concreto, bien informado, pero falto de emocionalidad”. El Presidente de la Nación, señaló, “sigue sin advertir su condición de residente, y a pesar de la intensa preparación que se notó, se lo vio con un discurso aprendido, pero algo inseguro y poco firme al principio, aunque hacia el final intentó confrontar con Alberto Fernandez”
"Alberto Fernández fue firme, asertivo, y dotó sus exposiciones de la dosis justa de datos", opinó Paola Zuban
En cuanto al candidato del Frente de todos, destacó que confrontó desde el principio con el líder de Juntos por el Cambio, aunque criticó que quizás fue demasiado. “Fue firme, asertivo, dotó sus exposiciones de la dosis justa de datos, confrontación y emocionalidad, aunque el exceso de confrontación pareció innecesario frente a su posición en las encuestas. No hacía falta tanto”, estimó.
Por último, Zuban aclaró que los debates “sólo tienen relevancia para medios, política y alguna parte de la población que tiene un compromiso político, pero no producen corrimiento de votos significativos”.
Manuel Zunino, sociólogo y director asociado de la consultora Proyección, analizó ante la consulta de este medio que Mauricio Macri fue al debate con “un gran riesgo”. “Al revés de lo que sucede en la mayoría de los debates, que el que más riesgos tiene es el que va ganando, hoy Macri llegaba con un gran riesgo al debate, debido a que iba a ser el candidato más atacado y no iba a tener la posibilidad defenderse de los golpes utilizando logros de gestión", dijo. Para defenderse, explicó, "usó una estrategia del manual de cambiemos: hablar del pasado”.
“Cuando Macri atacó a Fernández utilizó los mismos ejes que había usado hasta las PASO. La poca novedad de sus golpes le facilitó la defensa a su rival: que no tuvo más que decir lo que ya había dicho en campaña y que en las PASO le dieron resultado", resaltó el sociólogo.
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En la misma línea que Zuban, Zunino consideró que Alberto Fernández “sorprendió atacando, cuando se esperaba mayor moderación”. “Fue contundente en sus planteamientos, gestualmente seguro y con discurso propositivo, pero sin exitismo ni planteando un horizonte irrealizable”, recalcó. Respecto del resto de los candidatos, consideró que hicieron mucho esfuerzo para irrumpir en un escenario muy polarizado donde la atención no estaba puesta en ellos.
Lucas Romero, politólogo y director de Synopsis Consultores, planteó que el formato del debate “condicionó mucho la capacidad de intercambio y de discusión”. “La cantidad de candidatos y la falta de tiempo dificulta que se puedan hilvanar ideas consistentes y convincentes para cada uno de los ejes”, evaluó.
Ese condicionamiento, dijo, influyó sobre el desempeño del Presidente y de los demás candidatos. “Maurico Macri no pudo aprovechar el primer eje temático, la política exterior, que era un poco la fortaleza de Cambiemos. Tampoco el resto de los candidatos supo aprovechar demasiado el tema económico: no pudieron sostener ideas ni propuestas ni tampoco castigar lo suficiente a Macri por la situación económica”, analizó ante la consulta de PERFIL.
Por último, argumentó además que la rigidez del debate “seguramente favoreció al sesgo de confirmación”: “Cada votante seguramente habrá visto a su candidato con un desempeño acorde y a la altura de su expectativa, y probablemente no encontremos consensos respecto de quién ganó”, explicó.
El analista político Ivan ambroggio explicó a PERFIL que "si bien los debates, mueven casi nada el amperímetro electoral, y que estos sucesos se llaman erróneamente debates cuando hay ausencia de debate y abundancia de coaching, yo celebro estas instancias democráticas (que seguramente son perfectibles)". Refiriéndose al caso del presidente Macri, dice que "sigue insistiendo con eslóganes intangibles que no se reflejan en la realidad (como el caso de las mejoras en investigación cuando hubo profundos recortes en el Conicet, por ejemplo)".
En el caso de Alberto Fernández, "su lenguaje gestual, sus pausas y su discurso con tono cuidado, revelan seguridad, equilibrio", dice Ambroggio. "Su campaña se ve más sólida y mejor "focalizada", con mensajes concretos dirigidos a distintintos segmentos de la sociedad. Las PASO expresaron que los argentinos eligieron mirar el futuro por el espejo retrovisor". "Quizás a esto obedezca la necesidad de Alberto Fernández de remarcar los desaciertos de Macri", finaliza.
A.G./MC/ D.S.