Mario Firmenich regresó a la arena política con un mensaje que generó una ola de reacciones y reavivó el debate sobre la violencia política reciente en Argentina. El exlíder de Montoneros dará un curso para instruir a "jóvenes militantes" en una alternativa moderna a la organización política que protagonizó la escena de la década del setenta, en el marco de un revisionismo histórico impulsado por la vicepresidenta Victoria Villarruel.
En un video promocional para el curso "Herramientas Teóricas para el Proyecto Nacional", organizado por el espacio político "Encuentro Patriótico", Firmenich planteó una serie de cuestiones provocativas sobre el legado de Montoneros y su relevancia en la política actual.
En el video, Firmenich abordó el tema del pasado reciente con una perspectiva crítica y reflexiva, invitando a la audiencia digital a sumarse. Comenzó planteando un desafío directo a la narrativa actual sobre la violencia setentista, protagonizada por la número dos de Javier Milei. "Apareció una y otra vez en los medios el tema de la década del setenta. Hace pocos días la vicepresidenta Victoria Villarruel trajo a colación otra vez 'habría que meter presos a todos los Montoneros'", dijo Firmenich.
Qué dijo Firmenich
El exlíder montonero cuestionó la comprensión del legado de la organización política involucrada en la violencia armada y los factores que definieron su influencia. En esa línea, invitó a "jóvenes militantes" a rever ese legado y evaluar si están dadas las condiciones para organizar una militancia moderna que "resignifique" el rol que cumplió Montoneros en aquel entonces.
"La cuestión a responder era si estos factores fueron circunstancias irrepetibles o si fueron permanentes o recurrentes. La importancia de responder esta cuestión tenía que ver con la práctica militante de organizaciones políticas del movimiento popular en un sentido amplio: peronistas y no peronistas, etc", argumentó.
“Si había factores irrepetibles no había forma de repetir un suceso político como el que tuvo Montoneros; si en cambio había factores permanentes, era cuestión de tenerlos en cuenta para ver de qué manera ustedes, militantes jóvenes, podían darle operatividad a esos factores de modo de desarrollar una alternativa política popular de significación", continuó.
Victoria Villarruel: "Todos los Montoneros tienen que estar presos por ensangrentar nuestra Nación"
El mensaje de Firmenich, enmarcado en el contexto del curso organizado por "Encuentro Patriótico", no solo buscó revisar la historia de Montoneros, sino también ofrecer una reflexión sobre cómo las lecciones del pasado podrían influir en el activismo político contemporáneo. El espacio político es conducido por el líder de Quebracho, Fernando Esteche, cercano a la dirigente jujeña Milagro Sala.
Inicialmente se creía que el exministro de Planificación del kirchnerismo, Julio de Vido, estaba involucrado en ese espacio de militancia de izquierda, particularmente porque fue a dar una conferencia en ese espacio. Sin embargo, su participación en el partido político fue desmentida por su entorno.
"Ambos tienen una relación desde su tiempo en prisión, una experiencia traumática que los transformó. Quedaron con un vínculo amistoso. Pero la conducción del espacio es de Esteche", aseguraron a PERFIL un allegado al exministro condenado por corrupción.
Villarruel y una relectura de la década del setenta
Este debate se enmarcó en un contexto político cargado. El 27 de agosto de 2024, la vicepresidenta Victoria Villarruel encabezó un acto por el Día Internacional de la Conmemoración a las Víctimas del Terrorismo en el Senado. Durante su discurso, Villarruel exigió la prisión de los exintegrantes de Montoneros, argumentando que el país merecía justicia y no impunidad. Este llamado se alineó con la relectura del pasado promovida por el gobierno actual y generó un intenso debate sobre la memoria histórica y el castigo de los responsables de crímenes durante la década de 1970.
La controversia se amplificó por el reciente escándalo de la visita de diputados de La Libertad Avanza a genocidas condenados por delitos de lesa humanidad. La foto del encuentro, que mostró a legisladores posando con represores condenados, exacerbó las tensiones y generó rechazo tanto dentro como fuera del Congreso. El presidente de la Cámara de Diputados, Martín Menem, intentó minimizar el impacto, aclarando que se trató de una "actividad particular" de un "grupo minoritario" dentro de la bancada oficialista.
Repercusiones
En tanto, el retorno de Mario Firmenich a la escena pública argentina generó un sinfín de reacciones en el mundo virtual, reavivando el debate sobre la violencia armada de hace más de cuatro décadas y la rendición de cuentas. Especialmente en relación al indulto presidencial que le permitió ser excarcelado en los noventa, previo a emigrar a España, donde vive en la actualidad.
Una de las voces más críticas de la reaparición del líder Montonero fue la del comunicador Santiago Cuneo, un referente del "peronismo nacionalista" y, por ende, ferviente crítico de la figura de quien reivindicó la vertiende conocida como la "izquierda peronista".
"Yo creo que Firmenich debería estar preso. La Justicia definió la validez del indulto. Creo que es un disparate que Firmenich hable, pero esto es el resultado de una respuesta a la existencia de un gobierno financiado por asesinos de lesa humanidad", comentó Cuneo en diálogo con PERFIL, haciendo referencia al binomio presidencial Milei-Villarruel.
"Montoneros puso funcionarios durante toda la democracia moderna", agregó. Sin embargo, ateniéndose al un contexto de polarización política y relectura de la violencia política de los setenta, Cuneo se diferenció de ambas posturas. "Los que mataron a Rucci no son peronistas. Pero los genocidas de lesa humanidad no son argentinos", cerró.
CD
