El Presidente relega el interior para mostrarse como líder afuera
El jefe libertario pasa la mayor parte del tiempo en la quinta de Olivos con visitas esporádicas a la Casa Rosada y muy pocas al interior del país. En cambio, privilegia la construcción de su imagen de líder en el exterior. La próxima parada será la fiesta inaugural de los Juegos Olímpicos en Francia.
Exposiciones en conferencias, entrega de premios, pocos encuentros de carácter oficial y algunos cónclaves con empresarios forman parte de la agenda de Javier Milei en el exterior. El jefe de Estado sumó en solo siete meses nueveviajes internacionales, y tiene nuevos en carpeta, con claros contrastes con sus movimientos locales.
Los desplazamientos locales del Presidente están dedicados a Olivos, en donde pasa la mayor parte del tiempo, sin agenda pública, visitas esporádicas en Casa Rosada, principalmente participa de las reuniones de gabinete, y escasos viajes a las provincias. Desde que asumió el liderazgo del Estado, estuvo en Santa Cruz, Tierra del Fuego, Córdoba, Santa Fe y Corrientes. Con reuniones con gobernadores contadas.
Paralelamente, el Presidente planifica sus próximas travesías en detrimento de la agenda local. Estará presente en la ceremonia de apertura de los Juegos Olímpicos, en París Francia. Un viaje que se comenzó a gestar hace tres semanas, en medio del escándalo del Ministerio de Capital Humano de Sandra Pettovello, y por iniciativa de Karina Milei, la secretaria general de la presidencia. En el oficialismo quieren estar cerca de la delegación nacional. Algo que también fue codiciado por el exjefe de Gabinete, Nicolás Posse, quien en abril consultó a autoridades del Cenard qué condiciones había que reunir para acompañar a la delegación.
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El economista claramente encuentra mayor comodidad en el exterior. Disertando en conferencias, señalando que sabe cómo divulgar las ideas de la libertad por el mundo, y aprovechando para recibir condecoraciones. Es más: Milei ya confesó que el día que deje de conducir el Gobierno estará dedicado a brindar charlas por distintos lugares del planeta. Sus allegados remarcan que las travesías del Presidente tienen como objetivo “captar inversiones y vender la marca Argentina” aunque todavía, pese a sus encuentros con ejecutivos, como pasó en España o Estados Unidos, no se realizaron anuncios de envergadura.
Y la agenda oficial en el exterior no está cargada. Por caso, no posee muchas reuniones con las máximas autoridades locales por ejemplo. Hasta el momento, solo contabiliza encuentros en febrero con su par israelí Benjamin Netanyahu, con Giorgia Meloni, primera ministra, en dos ocasiones, y con el papa Franciso en el Vaticano. Y con Volodímir Zelenski, presidente de Ucrania, durante la Cumbre de la Paz. Con Emmanuel Macron, líder del ejecutivo francés, y Kristalina Giorgeva, titular del FMI, mantuvo breves cara a cara durante la cumbre del G7.
La gira del libertario por el exterior continuó por Alemania, con un encuentro, breve, con el canciller Olaf Scholz. En el país europeo además recibió el premio “Hayek” en Hamburgo, un premio acorde a su ideología, de tendencia neoliberal. Tras ese viaje, partirá con destino a República Checa. Serán recibidos por el embajador argentino en Praga, Claudio Rozencwaig, y por el ministro de Relaciones Exteriores local, Jan Lipavsky.
