El “triángulo de hierro” que gobierna a la Argentina, encabezado por Javier Milei y secundado por la secretaria general, Karina Milei, y el asesor todoterreno Santiago Caputo, ven al fundador y líder del PRO, Mauricio Macri, cada vez más aislado en su función de líder opositor aliado del Gobierno.
Es que el paso del intendente de Tres de Febrero, Diego Valenzuela, a las filas libertarias podría ser apenas la punta del iceberg de un proceso que a través de un “goteo” acerque a cada vez más dirigentes amarillos a las filas del partido conducido por Karina con ayuda del “clan Menem”.
En la Casa Rosada rechazan haber montado un operativo de seducción de dirigentes amarillos, reafirman que no están trabajando para restarle “músculo” al partido que gobierna la Ciudad desde 2007, y que se trata tan solo de un proceso “lógico”.
En Casa de Gobierno señalan que son muchos los dirigentes del PRO que expresan buena sintonía con “las ideas de la libertad”, que han trabajado de manera coordinada a nivel legislativo a lo largo de 2024, y que también han tenido un diálogo fluido en lo relacionado con la gestión, y que lo lógico sería confluir en un acuerdo macro que les permita competir electoralmente este año.
Sin embargo, expresan que la vehiculización de ese eventual acuerdo está siendo obturada por el propio Macri.
De allí la bronca que muchos en el PRO masticaron contra el expresidente, cuando se despachó avalando un comunicado inconsulto reclamando el tratamiento del Presupuesto 2025, discusión que para el oficialismo ya estaba saldada. En rigor, fue su primo Jorge, el jefe de Gobierno, quien impulsó el comunicado.
El pase de Valenzuela, que le sumará músculo en el territorio más densamente poblado del país, el conurbano bonaerense, está precedido por el pase de Ramiro Egüen, el intendente de 25 de Mayo, un distrito del interior bonaerense (ver entrevista en página 4).
Egüen, cuyo origen es el GEN, accedió a la intendencia a través de Juntos por el Cambio pero mantuvo un fluido diálogo de gestión con Sebastián Pareja, el armado territorial de Karina en la Provincia, lo que le permitió ser el primer jefe comunal libertario.
Las disputas entre LLA y el PRO están circunscriptas al territorio bonaerense y a la Ciudad. En territorio porteño, parecería no haber vuelta atrás y en ambos bando se preparan para la pelea en las elecciones desdobladas, seguramente en mayo.
Pero en tierras bonaerenses, son cada vez más los dirigentes del PRO que presionan a Macri para confluir en un armado común.
Otro de los pases fue el del senador Luis Juez, quien recientemente dejó de presidir la bancada amarilla en el Senado. Si bien los senadores del PRO son pocos como para inclinar la balanza en la Cámara alta, el alejamiento de Juez es elocuente. El cordobés ha manifestado públicamente su acercamiento al Presidente y sueña con ser candidato a gobernador de LLA en 2027.
Otro de los que ya saltaron es Diego Kravetz. El paso del experto en materia de seguridad del PRO, para ocupar el lugar del “número 8” en la SIDE, fue una decidida “mojada de oreja” al clan Macri. En especial para el jefe de Gobierno.
La inclusión de Kravetz buscó sumar “operatividad” territorial a una central de inteligencia conducida por Sergio Neiffert, un hombre sin experiencia alguna en la materia. Ambos reportan hoy a Santiago Caputo.
En la mira, hay varios dirigentes del partido amarillo que podrían dar el salto. Con todo, hay muchas voces que señalan que todavía es prematuro y que buscarán formatos de acercamiento al oficialismo, sin pintarse de violeta.
Diego Santilli es uno de los que muestran “afinidad” con la agenda de la Casa Rosada y en las filas oficialistas reconocen el acercamiento. El Colo ya le transmitió a Macri que no será candidato del PRO “puro” (ya que cree que podría ir a una dura derrota en la Provincia). Con todo, en su entorno señalan que aún no hay definiciones.
Es que Santilli es uno de los que presionarán hasta último momento para que Macri avale un acuerdo LLA-PRO, al menos, en el territorio bonaerense.
Por otra parte, el titular de la bancada del PRO, Cristian Ritondo, mantiene buena sintonía con la Casa Rosada y es uno de los interlocutores predilectos del asesor presidencial Caputo.
Macri delegó la relación operativa con la Casa Rosada en él en la segunda mitad del año, y desde entonces, el expresidente y Caputo no volvieron a hablar. En el oficialismo desmintieron las versiones que indicaban que Macri y Caputo se habían reunido en Cumelén en estos días.
Otro que presiona por un acuerdo es Guillermo Montenegro, de fluido diálogo con LLA. Es que el intendente de Mar del Plata tiene responsabilidades de gestión, por ello visita asiduamente la planta baja de la Rosada. En el Gobierno reconocen que Montenegro es un hombre cercano, y que podría concretarse un acercamiento.
Algo similar sucede con los hermanos Passaglia. Santiago Passaglia, el actual jefe comunal de San Nicolás, muestra buena sintonía y acercamiento a la Casa Rosada. Así lo reconocen en el Gobierno, aunque por ahora no hay nada en firme. También el intendente de San Isidro, Ramón Lanús, cercano a Patricia Bullrich presiona para un armado conjunto.
La buena sintonía se extiende hasta Entre Ríos y Chubut, en desde donde Rogelio Frigerio e Ignacio Torres mantienen diálogo con la pata “karinista”, vía “Lule” Menem, y con Santiago Caputo por distintos temas.
El candidato que no fue
Duró poco. Apenas un suspiro. No se prestó siquiera ni para un romance de verano. La candidatura del exparticipante de la casa de Gran Hermano, el “Alfa”, por La Libertad Avanza en la provincia de Buenos Aires, fue rápidamente desactivada.
Pese a haberse mostrado en el acto que Karina Milei y Martín Menem encabezaron en La Feliz, e incluso haberse fotografiado con la hermana del presidente Javier Milei, su candidatura parece haber sido tan solo una quimera.
“Negamos rotundamente las operaciones periodísticas que afirman que estaríamos considerando a un participante de Gran Hermano para una eventual candidatura”. El comunicado de LLA fue lapidario. Alfa quedó descartado. Con todo, el famoso reconoció su vocación política y sus ganas de candidatearse.
