El bloque de LLA en Diputados estuvo en el ojo de la tormenta durante las últimas dos semanas luego de varios traspiés parlamentarios y la salida forzada de la diputada Lourdes Arrieta.
Para calmar los ánimos, en la Cámara baja aseguran que la “única tormenta que queda es la de Santa Rosa”, pero lo cierto es que hay varios frentes de conflicto abiertos, que recrudecieron con los últimos contactos de Javier Milei con el expresidente Mauricio Macri.
Uno de los destinatarios de las críticas fue el presidente de la Cámara baja, Martín Menem, a quien señalan dentro de los responsables por los fracasos legislativos, sobre todo el rechazo del DNU para otorgar fondos reservados de la SIDE.
Menem no fue convocado a la reunión entre Milei y los jefes de los bloques aliados aunque en su entorno resaltan que mantiene “sin dudas” el respaldo de Karina Milei, con quien sigue recorriendo el interior con la mira en el armado para 2025.
Además, el riojano fue blanco de múltiples críticas de aliados por no resolver varios de los temas pendientes, como por ejemplo los lugares para la Auditoría General de la Nación, que aún están trabados y no respetar acuerdos sellados que permitieron que saliera la versión “light” de la ley Bases.
En ese contexto, según comentaron a PERFIL desde el bloque, la intención es “empoderar” a Gabriel Bornoroni, el jefe del bloque que también forma parte del armado que están llevando adelante Karina Milei y Martín Menem. Precisamente, el legislador por Córdoba salió a responder de manera directa lo que consideran intromisiones por parte de Mauricio Macri en el funcionamiento del espacio libertario.
“Hay algunos que dicen que ‘hay que saber conducir el Congreso’. Son los mismos que no supieron conducir el Ejecutivo cuando tuvieron oportunidad”, lanzó Bornoroni en redes sociales, en una doble jugada que apunta contra el expresidente pero que además defiende la labor de Martín Menem, mientras el jefe del PRO insiste con pedir a Cristian Ritondo en ese lugar.
Bornoroni señaló ayer también: “No estamos pensando en un interbloque con el PRO” y, tal vez de una manera exagerada, sostuvo que “la gestión de Martín Menem va a quedar en la historia como una muy buena gestión para los argentinos”.
Lilia Lemoine, otra de las diputadas libertarias, se sumó a la embestida y retrucó el mensaje de Bornoroni: “No vuelven más”.
Javier Milei, entre la necesidad de mostrar acuerdos con la oposición y ordenar la tropa
Si bien era una de las legisladoras más conocidas desde el arranque de la gestión libertaria, Lemoine levantó aún más el perfil en los últimos días ya que, según desliza en voz baja, al bloque le faltan voceros y figuras de peso para expresarse sobre distintos temas de agenda y de coyuntura política.
Tras la salida de Arrieta, el bloque se quedó con 37 integrantes y se mantienen en stand by otros posibles cambios que involucraban a Rocío Bonacci y a Marcela Pagano. Al respecto, el jefe de Gabinete, Guillermo Francos, se permitió una ironía el último jueves al señalar que “fue un buen día, no se fue ningún diputado ni senador del bloque” de La Libertad Avanza. Francos estará el próximo miércoles en Diputados, para brindar su primer informe de gestión y dar algunas pautas sobre la agenda que tendrá el oficialismo en el segundo semestre en el Congreso.
Las disputas internas, que también derivaron en la expulsión de Francisco Paoltroni del bloque del Senado que comanda Ezequiel Atauche, complican las perspectivas del oficialismo en varios frentes abiertos en donde necesitan a la tropa alineada al máximo y en plena sintonía con el PRO, que a su vez tiene sus propios cruces. Por lo pronto, la comisión de Peticiones, Poderes y Reglamento pateó una semana más la definición de un posible mecanismo de sanción a los diputados que visitaron a los genocidas detenidos en Ezeiza, lo que dio un poco de aire a un bloque prácticamente asfixiado.
El oficialismo avanza con la agenda de seguridad
Mientras todas las luces mediáticas se encuentran enfocadas en las internas partidarias, el oficialismo busca avanzar en simultáneo con varios de los proyectos que forman parte del proyecto de leyes de Defensa y Seguridad que pretende tener resueltos antes de fin de año. Sin dudas, el éxito de las iniciativas dependerá de la posibilidad de superar los conflictos propios y reeditar el diálogo que ya se dio con varias fuerzas en la primera mitad del año.
Uno de los temas en carpeta es el proyecto para permitir que las fuerzas armadas puedan actuar en seguridad interior, y para ello fue invitado el próximo martes el exministro del área Horacio Jaunarena a la comisión que preside Ricardo López Murphy. Ya pasó por el Congreso el actual responsable de la cartera Luis Petri.
Otro de los textos que también tuvo avances en varias reuniones informativas con invitados es el que prevé la baja de la edad de imputabilidad a los 13 años, que por ahora no reúne los consensos necesarios, pese a que el oficialismo ya está pronto a emitir dictamen. En ese punto, el PRO y la UCR apuntan a bajarlo pero a los 14 años, mientras que en Unión por la Patria hay propuestas para llevarlo a 14 y también para mantenerlo en 16 años aunque con cambios sobre la normativa actual.
En materia de Justicia arrancó esta semana el debate sobre la implementación del juicio por jurados, un asunto planteado de manera constitucional que nunca pudo ser llevado a la práctica. Ya se aplica en al menos diez provincias pero ahora se busca la aplicación a nivel nacional, y hay varios puntos de acuerdo entre las distintas fuerzas.
LT
