Campaña 2019, 2021 y 2023. Axel Kicillof llegó a la gobernación bonaerense recorriendo hasta cinco localidades por semana y haciendo mateadas en las plazas con cincuenta, cien o quinientas personas. Las repitió en la elección intermedia y el año pasado volvió a hacerlas para ir por la reelección. Si hay mateada, hay campaña. Y así lo dejó en claro esta semana el jefe provincial.
En medio de una nueva disputa interna que amenaza con dejarlo sin Presupuesto, Kicillof recuperó estos espacios, avisó que quiere jugar y que está dispuesto a ganarse un lugar en la mesa de discusión que define los nombres para el próximo año.
“¿Qué quiere? ¿Se queja por una canción? ¿Por un posteo en redes?, atacarlo sería no dejarlo gobernar y hasta ahora lo que necesitó de nosotros, se lo dimos”, decía semanas atrás un importante dirigente de La Cámpora para deslegitimar el planteo de Kicillof sobre los cruces con el sector. Pero ese momento llegó y los propios legisladores peronistas le hicieron sentir al gobernador que se puede quedar sin la ley más importante que necesita para gobernar.
El jefe provincial deberá esperar hasta después de Navidad para saber si cuenta con ley. Después de intensos días de negociación, la sesión se cayó y pasó para el 27 de diciembre. Allí no sólo actuó la oposición, sino también el propio oficialismo que presionó por más fondos. Los intendentes de Unión por la Patria fueron los que más jugaron con varios pedidos que encendieron alarmas en la gobernación por el desembolso de dinero que significaban estos reclamos en un contexto de crisis y escasos recursos enviados desde el gobierno nacional que conduce Javier Milei.
Cuando desde 6 y 50 hicieron números, hablaron con la vicegobernadora, Verónica Magario, y pospusieron la sesión. Por ahora no hay acuerdo con los propios y, más allá de los montos reclamados para el Presupuesto, si lo hay tendrá que ver con una decisión política que tomarán Cristina Kirchner y Sergio Massa y sus legisladores acatarán. Si un sector de la oposición consigue los cambios que reclama y pone sus votos para el endeudamiento, ¿están dispuestos los peronistas a dejar sin Presupuesto al gobernador? Una jugada demasiado arriesgada que en la primera sesión fallida que pasó a un cuarto intermedio ya les sirvió para mostrarle al gobernador lo que sería un verdadero ataque a su gestión.
“Llevo siete años en la Cámara y estoy acostumbrada a pelear con la oposición cuando llega el Presupuesto, nunca imaginé que iba a tener que pelear con La Cámpora”, le escribió la diputada Susana González quien responde al intendente Mario Secco a un grupo de dirigentes con los que milita.
Otro punto de conflicto tuvo que ver con las reelecciones de los intendentes. Todos los jefes distritales (sin distinción de partido político) las quieren, pero ninguno pretende pagar el costo de volver a hacerlas indefinidas. Por eso, buscaron que el Ejecutivo provincial haga contorsionismo e incluya en el texto del Presupuesto un artículo referido a esto. Desde la gobernación se negaron. Están dispuestos a apoyar la decisión de los intendentes, pero así como ellos la quieren, ellos deben ingresar el proyecto.
Demasiadas discusiones abiertas para un gobernador que también quiere ser el jefe político del territorio que gobierna y que tiene a Máximo Kirchner encima. El primer objetivo será sentarse en la mesa de discusión electoral que hasta acá parecieron sólo ocupar Máximo Kirchner, Sergio Massa e intendentes. Quiere discutir nombres y lugares, pero también ser escuchado en, por ejemplo, cómo debe ser el modo de votación. La titular del PJ nacional y el tigrense parecen ya haber decidido por hacer la elección con dos sistemas distintos (Boleta Única para categorías nacionales y listas sábanas para las provinciales) el mismo día.
Para el gobernador, tal como ya adelantó PERFIL, esto es imposible. Éste será el próximo round si finalmente el Presupuesto avanza.