Con los meses por delante concentrados en el Presupuesto 2025 que el presidente Javier Milei presentará hoy en Diputados, en los despachos de la Casa Rosada reconocen que la “reforma política” lanzada meses atrás y a cargo del jefe de Gabinete, Guillermo Francos, y del vicejefe de Gabinete del Interior, Lisandro Catalán, está demorada y esperará al año próximo.
Si bien la aprobación de la Boleta Única de Papel (BUP) fue un triunfo de Catalán, quien en primera persona negoció con los bloques aliados en el Senado, se trata de una victoria pírrica. Es que la BUP pasará nuevamente a la Cámara baja luego de haber sufrido modificaciones.
Diputados deberá definir si acepta o rechaza los cambios introducidos en el Senado, lo que podría agilizar el debate. Con todo, los tiempos apremian y la Casa Rosada espera la aprobación lo más pronto posible. Es que la implementación de la Boleta de Papel conlleva modificaciones en la instrumentación. El tamaño de la boleta no es un dato menor. Las empresas con capacidad de impresión son pocas y los pliegos licitatorios deben acelerarse. Además, se debe instrumentar capacitación para votantes y autoridades de mesa.
La agenda legislativa del Gobierno para el segundo semestre: reforma electoral y Corte Suprema
Un dato que pasó casi desapercibido: el calendario electoral se verá modificado si finalmente se implementa el sistema de Boleta Única mendocino para el año próximo. Adelantamiento del cierre de alianzas, del cierre de listas y PASO para el primer domingo de agosto.
Pese a ello, en la Casa Rosada entienden que el núcleo duro de la reforma política (que incluso figuraba en la primera versión de la Ley Bases) pasa por la eliminación de las PASO, un instrumento que en la mesa chica del Gobierno consideran coercitiva porque obliga a la sociedad a involucrarse en las internas de los partidos.
Otro punto clave es el financiamiento de los partidos políticos y el de las campañas electorales, que para los ideólogos libertarios no debería tener tope de aportes por parte de los privados.
Un punto que había despertado un abierto rechazo es el de la implementación del establecimiento de la circunscripción uninominal, lo que equivale a dividir cada provincia en circuitos. Ello perjudica a muchas provincias que se quedarían con un menor número de diputados representándolas en el Congreso. Pese al avance en el tratamiento de la BUP en la Casa Rosada le bajaron el precio a la obtención. Una afirmación que deja a Catalán en un lugar incómodo, teniendo en cuenta que el “número 2” de Francos jugó fuerte. Según explican, la BUP es un proyecto de la “oposición del 2022”. El oficialismo eligió como estrategia encarar la reforma política con un tema que generaba consenso, salvo por el peronismo, pero los tiempos se dilataron.
En las oficinas del Gobierno reconocen que las demás modificaciones que intenta implementar deberán esperar un mejor momento para ser tratadas. Bien durante el año próximo (aunque no se pongan en práctica en el 2025) o bien luego del recambio legislativo.
