La información comenzó a circular este miércoles al finalizar la tarde: el Ejecutivo convocaría a sesiones extraordinarias entre el 15 de enero y el 15 de febrero. La novedad no fue el llamado en sí, sino las fechas. Hasta ahora, se especulaba que las extraordinarias tendrían lugar en febrero, no en pleno enero. Este movimiento reacomoda el calendario político en pleno verano, y obliga a reactivar agendas en un momento atípico para la actividad parlamentaria.
En diciembre, el vocero presidencial había anunciado un cronograma de extraordinarias entre el 5 y el 27 de ese mes. Sin embargo, esa convocatoria nunca se concretó. En ese momento, el temario sugerido por el asesor Manuel Adorni incluía la reforma electoral, la reforma política, una ley antimafia, juicio en ausencia, y modificaciones a los fueros políticos. La falta de avances dejó en evidencia las tensiones internas y las dificultades para articular consensos entre el oficialismo y la oposición.
El temario: las PASO en el centro del debate
El proyecto para eliminar las Primarias, Abiertas, Simultáneas y Obligatorias (PASO) aparece como el eje central de las extraordinarias. Aunque la oposición había mostrado resistencias, últimamente se perciben cambios. Desde el bloque radical trascendió que estarían dispuestos a debatir el tema, algo impensado semanas atrás. Este giro se atribuye, en parte, a la decisión del Gobierno porteño de suspender las PASO en la Ciudad de Buenos Aires.
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Dentro del oficialismo, persiste una discusión clave: suspensión o derogación. En el PRO y en Unión por la Patria se inclinan por la suspensión “por única vez”, respaldada por proyectos como el presentado por el diputado Juan Manuel Pedrini. Por otro lado, desde el Ejecutivo se insiste en la derogación definitiva, bajo el argumento de que las primarias representan un gasto innecesario.
Ficha limpia: nueva estrategia
Otro tema que podría incluirse es la ley de ficha limpia. Sin embargo, no sería el proyecto previamente dictaminado en noviembre, sino una versión impulsada por el presidente Javier Milei. La iniciativa, elaborada por el abogado Alejandro Fargosi, surge tras el fracaso de las sesiones previas donde no se logró debatir la propuesta original. Este cambio busca alinearse con los objetivos del oficialismo mientras intenta calmar las aguas con la oposición.
La ley antimafia también formaría parte del temario. Con media sanción en Diputados y dictamen en el Senado desde noviembre, no se llegó a tratar por la paralización de la Cámara alta a fin de año. También volverían a discutirse proyectos como el de reincidencia y el juicio en ausencia, ambos contemplados en la frustrada sesión de diciembre.
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Pliegos para la Corte Suprema
Uno de los puntos más delicados será el intento del Ejecutivo de avanzar con las designaciones de Ariel Lijo y Manuel García Mansilla para la Corte Suprema. Aunque Lijo habría obtenido las nueve firmas necesarias en la Comisión de Acuerdos, su camino al recinto no está garantizado. La situación de García Mansilla es aún más complicada, ya que no alcanzó las firmas requeridas. Para tratar su pliego sería necesario un debate sobre tablas, lo que exige una mayoría de dos tercios, algo poco probable en el escenario actual.
Mientras el Gobierno impulsa estas medidas, las condiciones del recinto podrían jugar en contra. La Cámara de Diputados está en mantenimiento, y las obras continuarán durante todo enero. Aunque esto no impide el trabajo en comisiones, dificulta la posibilidad de sesionar. Además, el presidente de la Cámara, Martín Menem, recomendó al personal tomarse vacaciones durante este mes, lo que reduce aún más la actividad legislativa.
Con este escenario, el oficialismo enfrenta el desafío de avanzar en un temario ambicioso mientras lidia con las complejidades operativas y políticas que plantea este inicio de año.
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