En la previa a la marcha de jubilados, los diputados de Unión por la Patria (UxP) pidieron una sesión especial para que este miércoles el Congreso extienda la moratoria previsional que vence el próximo domingo 23 de marzo y que el Gobierno no prorrogará, por lo que cientos de miles de personas quedarían sin jubilarse.
En la mañana del miércoles, el oficialismo espera avanzar con la aprobación del decreto que autoriza un nuevo préstamo con el FMI, por lo que el bloque de UxP intentará colar el mismo día, pero a la tarde, distintos proyectos que afectan a los jubilados, propios y también presentados por el Frente de Izquierda e Innovación Federal.
Los expedientes incluidos en el pedido de sesión tienen como autores a Nicolás del Caño (FIT), Brenda Vargas Matyi (UxP), Leopoldo Moreau (UxP), Pamela Caletti (UPx) y Luana Volnovich (UxP).
La bancada presidida por Germán Martínez solicita la reapertura del recinto para las 19: “Prórroga de la moratoria previsional, aumento de emergencia a las y los jubilados, medicamentos para los afiliados y afiliadas al PAMI”, expresó en un comunicado el bloque de UxP, de cara a la sesión especial.
Los perdedores de siempre: para los jubilados no habrá mejoras
El pedido de sesión especial lleva las firmas, entre otros, de Germán Martinez, Cecilia Moreau, Paula Penacca, Ricardo Herrera, Leopoldo Moreau, Gisela Marziotta, Luana Volnovich, Brenda Vargas Matyi, Sergio Palazzo, Julia Strada, Victoria Tolosa Paz, Itai Hagman, Hugo Yasky, Pablo Toniolli, Natalia Zaracho, Juan Marino, Daniel Gollan, Daniel Arroyo, Ramiro Gutiérrez, Florencia Carignano, Leandro Santoro, Carolina Gaillard, Eduardo Valdés, Vanesa Siley, Pablo Yedlin, Mónica Litza, Carlos Heller, Carolina Yutrovic, Carlos Castagneto, Luciana Propato, Pablo Carro, Mario Manrique, Diego Giuliano y José Glinski.
Qué implica la eliminación de la moratoria
La moratoria es un mecanismo a través del que las personas en edad jubilatoria (hombres desde 65 años y mujeres desde 60 años), que no llegan a los 30 años de aportes previsionales, pueden regularizar los períodos faltantes para recibir sus haberes.
Sin embargo, esta política, que fue implementada a través de diferentes leyes en 2005, 2014 y 2023, podría dejar de existir si el Gobierno no la extiende. De esta manera, la inmensa mayoría de los adultos mayores no podrían jubilarse, ya que muchos deben aportes debido a la gran informalidad laboral, los incumplimientos patronales y las numerosas crisis económicas.
Con el fin de la moratoria, sólo podrían acceder a la Prestación Universal al Adulto Mayor (PUAM) a los 65 años percibiendo el 80% del haber mínimo jubilatorio, sin derecho a recibir pensiones por viudez. Estos números resultan alarmantes en el contexto actual, en donde una jubilación mínima en abril se ubicará en los $285.792.
Al mismo tiempo, para las mujeres que no tienen los 30 años de aportes, la PUAM representaría un alargue de cinco años en la edad jubilatoria, con el agravante de que accederían a un beneficio menor (80% del haber mínimo) y solamente si acreditaran una situación de vulnerabilidad socioeconómica.
Este panorama afecta en mayor medida a las mujeres, dado que 9 de cada 10 de las adultas mayores accede a la jubilación mediante la moratoria previsional, por lo que la eliminación de este instrumento supone una precarización de sus condiciones. La moratoria permite también acreditar los años dedicados a las tareas de cuidado.
LM/ML