—¿Cómo analiza la foto de Santilli y Ritondo con el presidente y Karina Milei?
—Fue un paso más, necesario, en la integración que siempre pregonamos con Patricia (Bullrich). Nosotros la vimos: hablamos de esto todo el 2024. En mayo hicimos una reunión política en Luis Guillón con Sebastián Pareja (armador libertario) que no se entendió, que fue criticada y que, a la luz de los acontecimientos tuvimos razón. Mirando al votante de LLA y del PRO: se fue integrando. O sea el apoyo del presidente Milei con el 56% se sostiene. Los votantes de Juntos por el Cambio que acompañaron a Patricia y hasta los radicales acompañan al Gobierno. Mirando al votante y la buena intención del Gobierno de cambiar cosas sustanciales del país, como la economía, decidimos apoyar. Y siempre dijimos: el dirigente tiene que mirar al electorado más allá de los partidos. Me alegra que hoy se vea más claro aquello que pregonamos en 2024 porque no podemos tropezar con la misma piedra: separados gana Kicillof. Y en el 2025 se tienen que sentar las bases de lo que ocurra en 2027, más allá de lo que ocurra en otros distritos. Así como es legítimo que en la Ciudad LLA presente su idea propia, sigo pensando que en la Provincia que encontremos fórmulas los que pensamos parecido.
—¿Por qué creés que no había más gente del PRO en esa reunión?
—Esto responde a la premura porque ya corre el calendario electoral. Si el gobernador lograr el desdoblamiento en agosto o en septiembre, el cierre está más cerca. Hay muchas personas del PRO que ya están colaborando en el Gobierno y muchas personas que representan un cambio en la Provincia que quieren trabajar con el presidente Milei y lo van a ir expresando, en la medida que puedan, lo antes posible. En el debate seccional, por distrito, en el armado en general expresar ese apoyo. Ahora: es sin condiciones, como lo hicimos con Patricia. No es “yo me acerco pero quiero cual cosa”. Si sos intendente no podés ser un degenerado fiscal. No podés tener tasas exorbitantes, por ejemplo. No podés venir a pedir cosas a cambio, una obra pública o lugares en las listas. Es apoyar sin condicionamientos porque uno coincide con el rumbo. Después vendrá una discusión de armado pero en base a convicción y no a la especulación política.
—¿Te imaginás un frente o que todos se tiñan de violeta?
—No me imagino un frente electoral como fue JxC. No es necesario que nadie pierda su identidad. Hay un movimiento que valoro mucho, que son los radicales con peluca, que no pierden su identidad radical, al contrario, la reivindican. Lo que está claro es que la marca potente que proyecta un futuro para Argentina es LLA. Es la marca del cambio profundo de esta época que ya produjo resultados. Yo no voy a hablar por nuestros armadores, Karina y Sebastián (Pareja), pero lo que veo es que si hay personas representativas se pueden sumar a este proyecto y no necesariamente un frente electoral. No hay que amontonar si eso te hace perder nitidez. Es lo que le pasó a JxC, en la idea de armar algo lo más amplio posible para tener una mayor potencia electoral a la hora de gobernar uno quiere ir para un lado y otro para otro. Eso pasó con la economía: un equipo múltiple con objetivos y metodologías diferentes.
—¿El acuerdo en la Provincia debería integrar a los Macri?
—Jorge Macri es jefe de Gobierno y tiene una tarea ejecutiva, y desafío electoral. En todo caso habrá que ver qué hacen las personas referenciadas con él. Y Mauricio es el presidente del partido y un expresidente y tiene una voz importante. Pero también la tienen Santilli, Ritondo, Montenegro (intendente de MdQ) o Javier Martínez (intendente de Pergamino), que están planteando acompañar el esfuerzo que están haciendo los argentinos y el Gobierno. Los dirigentes del PRO con buenas intenciones que coincidan con bajar los gastos del Estado y los impuestos, salir del populismo, perfectamente pueden sintonizar. Y si se respeta también el esfuerzo de LLA porque el que gana conduce y el que pierde acompaña.
—¿El presidente Milei y Macri no deberían charlar sobre este armado en la Provincia?
—Creo que lo hicieron y no deja de haber una valoración mutua, me consta por haberlo hablado con el presidente Milei. Después hay un desafío electoral que el Gobierno encara con su propia fuerza. Lo de la Ciudad está jugado. Y en Provincia espero que esté la comprensión… y sino LLA avanza igual.
—¿Hay chances que se sumen más intendentes a LLA además de vos y el de 25 de Mayo?
—Sí. Ya se sumó Fernanda Astorino (Capitán Sarmiento), que es una gran intendenta. Y otros que nos comunicaron su deseo de conversar y de que, cuando llegue el momento, trabajar con LLA. No voy a hablar de ellos, prefiero que estas cosas decanten, pero sí hay varios que se sienten parte del cambio. Y por eso van a querer donde está la gente, su electorado y donde más transformaciones se puede hacer.
—¿El Gobierno no tuvo, de mínima, una serie de traspiés, en algunos casos no forzados?
—Todo Gobierno nuevo, con una experiencia nueva en la gestión pública y en la política, aprende de errores. El Gobierno va a salir fortalecido de todo esto: son temas que te dejan enseñanzas y te templan. El núcleo del apoyo no varió en nada. Hay una discusión de un microclima político. Pero en Argentina bajó la inflación, un karma para el país, y lo estamos dejando atrás. Hay promesas ampliamente cumplidas del Gobierno.
—¿Karina Milei debería ser candidata en Provincia?
—No es algo que pueda decir yo. Cumple un rol muy importante en la gestión y gestión política con su hermano. Decidirán ellos si el rol sigue siendo ese u otro.
—¿Y Bullrich como senadora por CABA?
—Eso también es una definición de Javier, Karina y Patricia. Tiene un nivel de representación muy fuerte: ella y Milei son las dos personas más valoradas del país con claridad y objetividad. En ese marco, la Ciudad es su lugar, su electorado, y donde produjo mejoras en el ordenamiento de la calle. Como contaba el otro día: la Avenida de Mayo volvió a relucir porque antes tenía piquetes todos los días.
