La ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, formó parte de la nutrida comitiva que viajó a Roma junto al presidente Javier Milei, para particpar del conmovedor funeral del papa Francisco, el único Sumo pontífice argentino y latinoamericano de la historia.
Si bien Bullrich nunca mostró afinidad con la figura de Bergoglio, e incluso la política represiva que encabeza fue criticada por el líder de la Iglesia, la titular del área de Seguridad se subió al ARG 01 junto al Presidente y otros seis ministros para participar de un evento que concitó la atención del mundo entero.
Mientras la comitiva argentina se encuentra de regreso al país, Bullrich se quedó en Italia, desde donde viajará a Londres, Inglaterra, para participar de un foro de seguridad internacional sobre el cual no hay mayores precisiones.
PERFIL pudo entrevistar a la ministra mientras se encontraba recorriendo la histórica ciudad, en la Fontana di Trevi:
—¿Cuáles fueron las sensaciones vividas en la Basílica de San Pedro, y luego en la Plaza, en el funeral del papa Francisco?
—Primero, un honor poder integrar la delegación argentina, que fue la más importante luego de la de Italia. Se trató de la despedida de un papa que tuvo una cantidad de cambios muy importantes en la Iglesia y que además todos lo recordamos. Yo especialmente lo recuerdo como arzobispo de Buenos Aires. He tenido una relación cercana con él, saber que fue uno de los argentinos que más nos representaron en el mundo y haber podido estar presente en sus exequias es un orgullo.
—¿Qué legado cree que dejó el papa Francisco, no solo para la Argentina sino también para la Iglesia católica?
—Dejó la importancia que en las sociedades la gente pueda progresar, pueda lograr que no haya pobreza. Nosotros en el Gobierno creemos que eso se hace de una determinada manera, como lo estamos haciendo. El objetivo de tener un país cada vez más rico, con más posibilidad de bienestar para la gente, y eso es un objetivo compartido por el legado del papa Francisco.

—¿Qué tiene para decir de cómo se conformó la comitiva?
—No sabía si iba a venir un comité en especial.
—Finalmente terminaron viniendo el presidente Milei y siete personas.
—Fue una comitiva austera, una comitiva que vino en el avión presidencial en un viaje muy corto. Teníamos la posibilidad de traer más personas, por ser Argentina y por tener un lugar de privilegio, pero la austeridad es una marca de este gobierno.
—El Papa hace poco dijo que el Gobierno elige pagar gas pimienta en lugar de pagar con justicia. ¿Cómo se sintió siendo la ministra de Seguridad?
—Argentina durante años repartió, repartió y repartió planes, y eso no fue bueno. Hoy lo vemos, hay gente procesada, se terminaron robando un montón de dinero. Durante veinte años tuvimos nuestra Ciudad de Buenos Aires absolutamente tomada. El orden público y la posibilidad de gozar de la Ciudad es algo que yo voy a defender. Fue una diferencia, él tuvo ese punto de vista, yo nunca le contesté, nunca dije nada ni me sentí aludida porque creo que lo que estamos haciendo es lo correcto, pero, bueno, fue su punto de vista en vida.
—¿Qué sucedió que no llegaron al “último adiós”?
—Con respecto a la comitiva que no pudo llegar antes a despedirlo dentro de la Basílica de San Pedro, eso no es así. A nosotros nos marcaron un protocolo. Nos dijeron que era el día sábado y que nos iban a dar un horario. Ese horario fue a las 9 de la mañana. Nadie nos planteó ir el día anterior y que las personas que accediesen a la Plaza de San Pedro iban a poder pasar a despedirlo. Pasaron cerca de 250 mil personas ayer (viernes), la misma cantidad que se aglutinó en el día de hoy (sábado). Algunos como ciudadanos fueron y pasaron, pero a nosotros nos dijeron estrictamente, y hasta lo repitió Jorge García Cuerva, el arzobispo de Buenos Aires, que la delegación argentina hizo “lo que había que hacer”, que era estar hoy (sábado) en la misa del responso de la despedida del papa Francisco.
—Además del almuerzo entre Javier Milei y Giorgia Meloni, ¿se realizó algún tipo de reunión o encuentro con algún mandatario de otro país?
—No. Milei y Meloni tienen mucha amistad entre ellos y por eso almorzaron juntos.
*Desde Roma.