Este martes Horacio Rodriguez Larreta publicó una carta abierta a Javier Milei en la que critica las formas discursivas del Presidente. La misiva se basó en un informe del Movimiento al Desarrollo (MAD), el nuevo espacio político del ex jefe de gobierno porteño.
En su inicio, el informe indica que “es el primero de una serie de documentos en los que MAD pondrá en el debate público evidencia y análisis sobre la degradación del discurso político, el incremento de la violencia real y simbólica y su efecto en la calidad de vida democrática”.
“Desde el inicio del mandato del Presidente Milei el proceso de hiperpolarización de la sociedad, incentivada por el sistema político, inició una espiral ascendente, con incrementos significativos en el uso de la violencia verbal, la vigilancia ideológica, la persecución y la cultura de la cancelación”, afirma el documento.
El informe analiza la semántica de la cuenta oficial de X de Javier Milei, y toma los posteos originales, retuits y citas de posteos de terceros desde el 11 de diciembre de 2023 hasta el 13 de noviembre de 2024.
Luego se aislaron los adjetivos más utilizados en esos mensajes y se separaron por su sentimiento y carga valorativa, para finalmente identificar “los insultos, agravios, humillaciones y operaciones semánticas deshumanizantes”.
De esta manera, el informe de MAD logró encontrar los 32 agravios más utilizados por Javier Milei en su cuenta de la red social de Elon Musk.
El podio lo lidera la palabra “zurdos” por amplísima diferencia (301 menciones), seguido del vocablo “corruptos” (235 menciones) y “degenerados” (184 menciones).
El dosier también revela que, desde que asumió como Presidente, Milei usó estos 32 términos para insultar y descalificar a personas y organizaciones 2200 veces: “Esto es casi 7 veces por día (6,50), solamente desde su cuenta de X”, expresa el documento.
La relación de Javier Milei con la prensa
Por otra parte, el informe toca el tema de la relación del Presidente con la prensa al analizar la utilización del término “ensobrados” y cruzar la información con los informes de FOPEA sobre libertad de expresión.
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La información más relevante sobre la cuestión, dice el informe, es que en 2023 hubo 117 situaciones de ataque a la libertad de expresión en Argentina, y en lo que va de este 2024 ya se llevan registrados 138 ataques a la libertad de expresión, de los cuales el 26% provino del Presidente de la Nación. “La mitad de esas agresiones, dice FOPEA, representaron ataques a la reputación de los periodistas a través de un discurso estigmatizante”, cita el documento.
“Los periodistas Marcelo Longobardi, María O´Donnell, Jorge Fontevecchia, Sofía Diamante, Ernesto Tenembaum, Matías Martin, Andy Kusnetzoff, Sofía Martínez y María Laura Santillán fueron algunos de los periodistas atacados” enumera el informe.
El documento también alerta sobre la peligrosidad de los discursos violentos, que pueden comenzar con palabras, pero trasladarse a agresiones físicas muy rápidamente: “Es importante recordar que muchos de los grandes hechos de violencia del Siglo XX comenzaron siendo verbales y discriminatorios, siempre en un contexto de falta de contención institucional y de cuidado, o en un situaciones en las que las instituciones aceleraron la tragedia”.
El informe muestra igualmente el notable nivel de generación de conversaciones en la esfera de las redes sociales logrado por el oficialismo: “la ‘semántica’ de Milei que construimos para este informe, que incluye algunos de los términos negativos ya referidos y también otros positivos o de refuerzo de identidad (como “Viva la libertad carajo”, “Fenómeno barrial” o “Motosierra”) revela un volumen de conversación sorprendente. Las menciones superan las 23 millones en menos de un año en los términos de nuestra construcción y búsqueda”.
La conclusión del informe: una democracia bajo presión
El informe de MAD cierra al remarcar que la democracia argentina es aún joven en términos históricos. En 1983, la sociedad cerró un capítulo oscuro, marcado por la confusión entre autoridad y violencia, poder y sometimiento, y la peligrosa equivalencia entre libertad de expresión y golpismo. Sin embargo, la cooperación como práctica política, más que la confrontación, fue una excepción a lo largo de nuestra historia.
Según MAD, hoy el ejercicio de esa democracia, visible en la seguridad con la que los ciudadanos se expresan públicamente en las calles, en los medios de comunicación o en las redes sociales “parece estar retrocediendo”. Ese derecho, síntoma de una sociedad que se considera sana, enfrenta desafíos que trascienden los matices políticos y revelan tensiones más profundas en el tejido social argentino.
Por último, el documento dice que, a cuatro décadas de recuperar el gobierno civil, el país no solo enfrenta el dilema de consolidar instituciones, sino también el de garantizar un espacio donde la libertad de expresión no sea percibida como un acto de valentía, sino como un derecho indiscutido.
NG / Gi
