Javier Milei y Victoria Villarruel compartieron una actividad oficial en el 203° aniversario de la Policía Federal, que incluyó la graduación de los cadetes de la Escuela Comisario General Juan Ángel Pirker. Este reencuentro, tras 45 días sin actos conjuntos, evidenció la frialdad que caracteriza una relación que muchos ya dan por "rota" a pesar de cumplir formalidades e intentar mostrarse en sintonía desde las redes sociales a menos de un año de haber asumido sus cargos.
Durante el evento que inició a las 10 de la mañana en la Plaza de Armas del Departamento de la institución, Milei y Villarruel mantuvieron una distancia notable a pesar de estar físicamente cerca. Las interacciones fueron mínimas, con sonrisas y aplausos realizados por separado. Ambos coincidieron en tararear la letra de la Marcha de San Lorenzo junto a la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich.
La presentación del Presupuesto 2025 en el Congreso y el gesto de Villarruel al reivindicar a Estela Martínez de Perón fueron las últimas dos instancias que tensionaron una relación ya bastante desgastada y distanciada.
Milei-Villarruel: crónica de cómo se gestó el quiebre de la relación entre el presidente y la vice
En el evento también dieron el presente la mencionada ministra de Seguridad, Patricia Bullrich; la secretaria General de la Presidencia, Karina Milei; el vocero presidencial, Manuel Adorni; el jefe de la Escuela de Cadetes, el Comisario General Luis Alejandro Rolle; el subjefe, Comisario General Mariano José Giuffra, y la Plana Mayor.
A diferencia del desfile del 9 de Julio, donde ambos habían subido juntos a un tanque, en esta ocasión casi no cruzaron miradas en la hora y cuarenta minutos que compartieron. Milei y Bullrich mostraron una mayor cercanía, mientras que Villarruel permaneció al margen. Ambos soportaron el intenso calor, y tras un largo periodo, les ofrecieron agua, aunque no intercambiaron palabras en ese momento. Villarruel llegó unos minutos antes de las 10, acompañada por el titular de la Cámara de Diputados, Martín Menem. Milei arribó justo a la hora del acto, con una fuerte custodia y las sirenas de las camionetas policiales encendidas. Su llegada a la Casa Rosada fue a las 9:10, antes de dirigirse al predio en Villa Lugano.
El presidente sonrió y compartió momentos de complicidad con Bullrich, mientras que Villarruel pareció estar en un rol secundario. El único cruce entre Milei y Villarruel fue un beso en la mejilla al llegar y al despedirse. En la entrega de presentes institucionales, Milei recibió un obsequio diferente al de los demás, sin mostrar cercanía con su vicepresidenta. Bullrich recibió abrazos calurosos de Milei en varias ocasiones tras sus intervenciones.
Este año, a diferencia del anterior, Milei lideró la ceremonia, en la que enfatizó las políticas de seguridad implementadas, haciendo hincapié en los resultados del protocolo antipiquetes y las acciones contra el narcotráfico y la delincuencia mediante el Plan Bandera en Rosario.
El palco del evento contó con la presencia de representantes de los tres poderes, incluyendo a Mariano Borinsky, presidente de la Cámara de Casación Penal, quien recibió elogios de Bullrich en su discurso. También participaron el secretario de Cultura, Leonardo Cifelli, y el secretario de Lucha contra el Narcotráfico, Martín Verrier, en la entrega de reconocimientos.
En el marco de la premiación al personal destacado del año, se hizo entrega de una condecoración al efectivo de seguridad que recibió el botellazo dirigido al presidente Javier Milei el día de su asunción, el 10 de diciembre de 2023, cuando desfilaba desde Congreso a Casa Rosada sobre un Mercedes-Benz CLK Cabriolet descapotable de primera generación.
El subcomisario Guillermo Armentano, el jefe segundo de la División Custodia Presidencial, fue agredido en su oreja izquierda por el agresor fue identificado como Gastón Ariel Mercanzini, quien esperaba herir al mandatario, por lo que fue homenajeado algunos meses más tarde.
JD / cp