Los resultados del pasado 26 de octubre, en las elecciones intermedias en las que La Libertad Avanza cosechó el 41% de los votos e impuso su fuerza en 15 provincias, comenzaron a reflejarse hoy en el Boletín Oficial con la publicación del Decreto 793/2025, que establece una nueva estructura en el organigrama del Poder Ejecutivo.
Las grandes ganadoras de la medida son Karina Milei y Patricia Bullrich. El gran derrotado, al menos en apariencia, es Diego Santilli, quien jurará hoy a las 15 horas en el Salón Blanco, aunque lo hará al frente de un Ministerio del Interior con competencias sensiblemente reducidas.
El vocero presidencial Manuel Adorni, delegado directo de Karina Milei en la Jefatura de Gabinete de Ministros (JGM), absorberá las competencias de la Secretaría de Comunicación y Medios. En consecuencia, Javier Lanari, su número dos, quedará bajo su órbita, aunque sin rango ministerial. Lanari, quien en su momento coqueteó con una candidatura en Misiones, continuará como parte del equipo de comunicación, ahora dentro de la JGM.
La Jefatura de Gabinete también absorberá competencias vinculadas con Turismo, Ambiente y Deportes, áreas que continúan bajo la conducción del inoxidable Daniel Scioli, quien volvió a sobrevivir a todos los cambios ministeriales, incluso tras la salida de Guillermo Francos, un hombre clave por su cercanía con el presidente Javier Milei.
El exgobernador bonaerense logró mantenerse en el cargo pese al fuego cruzado que atravesó al Gabinete en las últimas semanas.
Con el traspaso de la Secretaría de Comunicación y Medios, el área de la comunicación oficial deja de depender directamente de la Presidencia y pasa a estar bajo el paraguas de la Jefatura de Gabinete, es decir, de Adorni, quien planea continuar realizando anuncios y conferencias de prensa, aunque de manera más esporádica.
La absorción de Comunicación, junto con Turismo, Ambiente y Deportes, representa una expansión directa de la influencia de Karina Milei, quien consolida el control de áreas clave en materia de recursos, medios públicos y estrategia comunicacional.
La otra gran ganadora del decreto es Patricia Bullrich. Aunque dejará el Ministerio de Seguridad Nacional a partir del 10 de diciembre, Bullrich conservará bajo su órbita las políticas de migración e inmigración, incluyendo la Dirección Nacional de Migraciones y el Registro Nacional de las Personas (RENAPER).
Será una suerte de herencia institucional que quedará en manos de quien todo indica será su actual número dos, Alejandra Monteoliva.
“Seguridad controla las fronteras por medio de la Gendarmería y, por otro lado, el control migratorio guarda estrecha relación con la prevención del terrorismo, narcotráfico”, explicaron fuentes oficiales ante PERFIL.
Lo cierto es que tanto las competencias en materia de Ambiente, Turismo y Deporte como las relaciones con Migraciones y el Registro Nacional de las Personas (RENAPER) fueron quitadas del ministerio del Interior, es de decir, del futuro rol de el “Colo”. Pese a ello, de manera extra oficial en el Gobierno deslizaron que darían marcha atrás con la decisión de transferir el RENAPER, que está vinculado el padrón electoral, y con la Dirección Nacional Electoral (DINE).
De esa manera, el ministro que tendrá a cargo el vínculo con las provincias verá sus potestades de gestión acotadas al máximo, y quedará estrictamente supeditado a la “rosca política”, las fotos con los gobernadores y los acuerdos para obtener apoyo en el avance de las leyes y las reformas.
Tal vez ello fue parte de los desacuerdos que Santiago Caputo tuvo para llegar al “mega ministerio del Interior”. El asesor solicitó desembarcar con todos los “fierros” pero no hubo acuerdo.
Lo que sí hubo un gesto que pasó casi desapercibido y que fue tal vez un gesto de distención para con el asesor presidencial: dos secretarías presidenciales pasaron a tener rango ministerial. Se trata de dos secretarias en las que Caputo puso a sus titulares: por un lado, la Legal y Técnica, a cargo de María Ibarzabal, la otra, la SIDE, cuyo titular es Sergio Neiffert.
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