POLITICA
MARCHA ATRÁS

Axel Kicillof canceló su acto de este sábado en Mar del Plata en medio de la ola de inseguridad

El gobernador de la provincia de Buenos Aires decidió suspender el acto político que tenía programado para este sábado. Desde su entorno indican que el motivo está relacionado a la ola de asesinatos que atraviesa la ciudad Mar del Plata y la provincia en general.

El gobernador bonaerense, Axel Kicillof 20250203
El gobernador bonaerense, Axel Kicillof | NA

Axel Kicillof resolvió dar marcha atrás con el acto que tenía previsto para este sábado en la costa de Mar del Plata. La decisión, tomada hace apenas unas horas, posterga una exhibición de músculo político que el gobernador bonaerense había diseñado junto a intendentes alineados con su proyecto. Pero el contexto no le era propicio: en los últimos días, su administración quedó en el centro de las críticas; en especial por parte de la opinión pública, lo cual fue aprovechado por Javier Milei y su círculo más cercano; tras una serie de episodios de inseguridad que golpearon la provincia.

Según fuentes del Ejecutivo provincial consultadas por PERFIL, la suspensión es "por respeto y empatía con la familia" de Matías Paredes, el joven de 26 años, que murió en un operativo policial en circunstancias que todavía se investigan.

La versión inicial sugiere que efectivos de la Bonaerense lo confundieron con el autor del homicidio del kiosquero Cristian Velázquez, asesinado en un intento de robo. La cuestión es delicada. El episodio ya es investigado como un caso de “gatillo fácil”. Anoche, finalmente, la policía detuvo a Cristian Monje, el verdadero sospechoso del crimen del kiosquero que originó la seguidilla de tragedias en Mar del Plata.

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En ese contexto, la madre de Matías Paredes, el joven abatido por los efectivos de la Bonaerense, hizo oír su voz. “Que venga el gobernador y me asegure que mi hijo va a descansar en paz. Que me lo diga en la cara. Mi hijo no hizo nada, se equivocaron de persona. Nadie me llamó”, lanzó ante medios televisivos este viernes.

Para sumarle conflictividad a la cuestión del acto político suspendido, todavía resuena el caso de Lucas Aguilar, el repartidor apuñalado en Moreno, cuyo asesinato desató una oleada de indignación.

El reclamo de justicia, encabezado por amigos y vecinos del joven, terminó en un choque con la Policía Bonaerense frente a la sede municipal, con más detenidos y una atmósfera que se torna cada vez más volátil.

La espiral de violencia no se detuvo allí: ayer, un policía de la Federal mató a dos motochorros que intentaron asaltarlo en San Antonio de Padua, Merlo. Los episodios se acumulan, y agravan un problema que ya desborda los límites de la seguridad y se instala en el centro de la opinión pública.

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Pero en el fondo, más allá de los hechos puntuales de inseguridad, está la cuestión política. El acto que Axel Kicillof tenía previsto para este sábado en la costa marplatense era mucho más que una simple puesta en escena. Formaba parte de una estrategia de largo aliento con la mira en el año electoral.

La idea era también poner sobre el tablero la discusión sobre un eventual desdoblamiento de los comicios en la provincia de Buenos Aires. La premisa sigue en pie: robustecer su liderazgo para ganar margen de maniobra dentro del peronismo, en un momento en que la construcción de poder ya no pasa sólo por los números, sino también por la capacidad de administrar crisis.

NG/fl