Algo falló. La comunicación no funcionó. La cercanía “ideológica” no alcanzó. Tampoco bastó la afinidad con el magnate sudafricano Elon Musk, con quien el presidente Javier Milei sí mantuvo contacto a través de chats. Se sabe, Musk forma parte del entorno del presidente electo, Donald Trump, y hasta suena para ocupar un cargo en su gabinete similar al que desempeña Federico Sturzenegger en la Argentina.
¿No hubo tiempo? Pasaron más de 72 horas desde que se conocieron los resultados. Cuatro días. Trump conversó con líderes de todas las latitudes. Incluso, con presidentes como Nayib Bukele, que presiden economías mucho más chicas que la Argentina. Sin embargo, y pese a los esfuerzos, Milei no pudo comunicarse con Trump para expresarle sus congratulaciones y mantener al menos un breve intercambio.
Trump también habló con líderes de signos políticos diferentes al de él, como Claudia Sheinbaum, la mandataria mexicana de centro-izquierda. Claro está, México tiene otro peso específico en la agenda norteamericana.
En la Casa Rosada intentaron minimizar el episodio. Señalaron que Trump tiene “cosas importantes” en las que ocuparse y salieron a festejar la invitación a Milei para disertar en una nueva cumbre de CPAC, la semana próxima, en el Estado de Florida. Hasta ayer viernes, Trump había hablado con más de setenta líderes a lo largo y ancho del mundo.
Cómo será la reunión entre Milei y Trump en la casa del magnate en La Florida
Se trata de una nueva cumbre de políticos conservadores que se reunirán tras las elecciones y para hacer un balance del año. Allí estará Trump, en la localidad de Mar A Lago, ubicado justamente en Palm Beach, en donde el presidente electo tiene su residencia y donde funcionó el búnker de campaña el martes pasado.
También formará parte de la cumbre conservadora el vicepresidente electo, James D. Vance, además de varios miembros del board de la CPAC, como Matt Whitaker, quien podría ocupar la silla de Procurador General a partir del 20 de enero.
El próximo 14 y 15 de noviembre el presidente Milei estará en la Florida, donde tendrá finalmente su foto con el presidente electo de la primera economía mundial y podrá darle en persona las felicitaciones que hasta ahora no pudo.
En Casa Rosada esperan que pueda haber un encuentro a solas entre ambos, aunque todavía no está confirmado. Como de costumbre, el Presidente viajará junto a su hermana y secretaria general, Karina Milei, y con Gerardo Werthein, el flamante canciller quien oficiaba hasta hace poco como embajador. En el círculo del Presidente entienden que será un primer acercamiento y que seguramente no haya avances concretos en una agenda de trabajo.
“Círculo Rojo analógico. ‘Milei y Trump no hablaron por teléfono. Es un fracaso. El Presidente no existe’. Realidad. Invitación de Trump a Milei a una cumbre exclusiva en Palm Beach donde, además, será orador”, salió a batir el parche en redes el subsecretario de Medios, Javier Lanari, para atenuar el impacto de que Trump no le atendiese el teléfono al Presidente argentino.
LT