Al debate sobre la utilidad del debate se le suma una particularidad: la elección quedó casi definida tras la abrumadora diferencia de las primarias en favor de Alberto Fernández. Los 16 puntos de ventaja sobre Mauricio Macri reconfiguraron la escena post PASO, incluidos los planes generales alrededor de los dos debates.
Hoy a la noche Macri será el principal apuntado por los otros cinco aspirantes, pero a la vez tendrá una oportunidad inmejorable para recortar la brecha con Alberto. Además sobrevolará la comparación entre el modelo 2015, en pugna autosuficiente con Daniel Scioli; y el gastado presidente de Cambiemos en su versión 2019.
Fernández ya blanqueó que hubiese preferido saltearse esta instancia, mientras los otros cuatro candidatos ven una ventana para ganar visibilidad. ¿El modelo hiperreglamentado del debate permitirá algún lucimiento? ¿Logrará cambiar algún voto?
“Es una esgrima verbal que sirve para establecer una impresión casi actitudinal. Es raro que alguien gane por knock out, pero sí por puntos. A esta altura ya se trabajan como jugadas de pizarrón, con frases chicaneras pensadas de antemano”, opina el director de la consultora Persuasión, Martín Baintrub. El analista percibe a un Macri “vulnerable”. Y pese a que va a recibir una lluvia de críticas por el manejo de la economía, prevé que el Presidente buscará exponer ciertas contradicciones de Fernández.
El politólogo Augusto Reina prefiere correrse de la percepción más instalada sobre los debates: que solo refuerzan las visiones preexistentes. Presidente de la Asociación Argentina de Consultores Políticos, Reina plantea que “sirven para aumentar el nivel de conocimiento de los candidatos en varios aspectos: su personalidad, sus posiciones y su actitud ante las posturas de los rivales”. Así, sostiene que Juan José Gómez Centurión, Nicolás del Caño y José Luis Espert le sacarán provecho al encuentro.
Para Hugo Haime, los debates pueden ser decisivos en casos de paridad extrema. Ahora, el encuestador asegura que solo un 10% de la sociedad podría cambiar el voto que tuvo en las PASO. Haime además detecta un riesgo particular para Macri: “Los despolitizados repudian las sobrepromesas, como las que empezó a hacer el Presidente después de las primarias. Fernández, en cambio, ya se siente presidente y se muestra cauto. Macri podría perder aún más credibilidad”.
Enrique Zuleta Puceiro es escéptico sobre la utilidad de los debates. Según este analista y consultor, son “una descaracterización de la política”. Lejos de representar una instancia de imprevisibilidad para los políticos, al encerrar la posibilidad del fallido, de los nervios y la interpelación directa, Puceiro considera que se volvieron una mera coreografía. Desde esa mirada, descarta que hoy vayan a darse sorpresas en las exposiciones y discusiones. Señala que los seis varones en pugna cuentan con la experiencia suficiente para sobrellevar con éxito lo que ocurrirá a la noche: el cruce entre la política y el espectáculo.