El próximo jueves el Tribunal Oral N° 7 definirá la suerte judicial de Nélida Caballero, antigua empleada doméstica de Julio de Vido, acusada de llevar adelante diversas maniobras de lavado de dinero. La sospecha de la Justicia es que estas maniobras fueron para favorecer al exministro de Planificación.
Además de Nélida, su hija Camila Florencia Caballero y su yerno Omar Marcelo Lavergne aguardan por veredicto. La denuncia data de 2016, dos años más tarde el juez Luis Rodriguez los indagó, procesó y embargó. Posteriormente el magistrado se declaró incompetente por entender que el expediente guardaba vínculo con la llamada “Causa de los Cuadernos” a cargo de Claudio Bonadio.
Finalmente los tres imputados fueron enviados a juicio luego de darse por probado el “incremento patrimonial injustificado” de Caballero y “inexistencia de actividades económicas o comerciales legales que sustenten”. Martínez de Giorgi quien quedó al frente de la causa, asoció las fuertes sumas de dinero que recibió Nélida mediante giros y envío por transferencias que provendrían a dádivas recibidas por De Vido.
De acuerdo a un estudio contable del cuerpo de peritos de la Corte, el monto de los diez movimientos de dinero entre 2011 y 2015 que superan los dos millones de pesos, incluye la compra de un campo en Formosa, una camioneta Toyota Hylux, un Fiat Strada, un Toyota Etios, un Peugeot RCZ Tiptronic y un cuatriciclo.
Ante la Justicia, Caballero sostuvo que todos sus bienes fueron “producto de su esfuerzo y sacrificio junto a su familia” y sobre sus declaraciones juradas adujo que fueron desprolijas.
Sin embargo, la estrategia de defensa al inicio del juicio cambió abruptamente. Durante su indagatoria, Caballero sorprendió al afirmar que ejerce la prostitución desde los 15 años, mientras paralelamente trabajaba como empleada doméstica.
La excocinera de De Vido aseguró que durante ese tiempo conoció diversos empresarios, banqueros y otras personas acaudaladas, quienes le daban regalos ostentosos y con el dinero que le pagaban pudo acumular un importante capital para comprar vehículos de alta gama.
Cerca del final de la ronda testimonial declaró su peluquero, Rubén Bouchet, quien dijo que no la veía desde hace más de 10 años, pero señaló que confidencialmente, Nélida le había contado que ocho hombres le pagaron por sexo, y otro la llevaba a su peluqueria en un Mercedes Benz y pagaba por sus peinados.
La versión esgrimida por la exama de llaves generó muchísima suspicacia en la fiscal de juicio Fabiana León, quien durante su alegato catalogó la estrategia como “la defensa Clerici”, en alusión a la acompañante del exintendente de Lomas de Zamora, Sofía Clerici y la causa por la que es investigado por enriquecimiento ilícito.
Para León, los ingresos que percibía Caballero por diversos emprendimientos tenían egresos por gastos de alquiler, cargas patronales y sueldos de empleados e incluso arreglos edilicios de varios locales que no concordaban con su evolución patrimonial.
“Lo llamo así porque pareciera que algunas circunstancias de la vida privada de algunas mujeres, tendrían efecto o se le intenta adjudicar algún efecto sobre los enjuiciamientos penales de las causas penales que en realidad no tienen”, sostuvo la acusadora pública quien reclamó 3 años y 3 meses de prisión por considerarla responsable del delito de lavado de activos de origen delictivo mientras que no a su hija Camila y a su pareja Omar Lavergne.
Previo a la lectura del veredicto, Nélida tendrá la oportunidad de brindar sus últimas palabras, de ser hallada culpable podría purgar una pena de cumplimiento efectivo. La expectativa se centra en si el tribunal prueba que los fondos eran realmente de
Julio de Vido, quien esta semana sumó una nueva absolución luego de que la Cámara Federal de Casación ratifica su desvinculación en el escándalo de la millonaria valija del empresario venezolano Guido Antonini Wilson durante el gobierno de Néstor Kirchner.