La última residencia del fiscal Alberto Nisman, fue el departamento B del piso 13 de la torre Boulevard, en el complejo Le Parc de Puerto Madero. Allí fue encontrado muerto el funcionario judicial, horas antes de que se presentara en el Congreso de la Nación para exponer su denuncia contra la presidenta Cristina Fernández de Kirchner, el canciller Héctor Timerman, el diputado Andrés Larroque, el expiquetero Luis D’Elía y el líder de Quebracho, Fernando Esteche, por el encubrimiento de los responsables del atentado a la AMIA.
El desarrollador del lujoso complejo habituacional es uno de los más reconocidos empresarios del Real Estate local, Moises Khafif, dueño de las torres Le Parc Palermo y Le Parc Cavia. Estos edificios, de 42 pisos cada uno, se encuentran en la calle Azucena Villaflor al 450, a sólo unas pocas cuadras del Madero Center.
Este complejo, al igual que muchos otros del barrio más exclusivo de Buenos Aires, se caracteriza por el lujo, seguridad y calidad de vida. Hasta el piso 36 de cada torre, el espacio se divide en cuatro unidades; dos unidades de tres ambientes cada una, con dos habitaciones en suite,; y las otras dos, departamentos más pequeños, de dos ambientes y aproximadamente 84 metros cuadrados. Los últimos seis son semipisos de unos 185 m2. Además, las tres torres se encuentran entre las más altas de la Ciudad, llegando a los casi 150 metros cuadrados. Nisman vivía en un departamento que mira hacia el contrafrente del complejo, con vistas hacia el Faena Art District, sobre la calle Aimé Painé.
Para ingresar al edificio es necesario que los visitantes muestren un documento de identidad a los agentes de seguridad de la entrada o que sean acompañados por algún dueño. Para utilizar el ascensor principal, hay que digitar una clave, no así en los de servicio. También cuenta con un sistema cerrado de cámaras de seguridad, que se encuentran distribuidas por todos los lugares comunes, pero no en las áreas de servicio. Una vez que se ingresa al complejo, desde las escaleras se puede acceder al resto de los departamentos sin mayores inconvenientes y sin ser vistos por ninguna cámara.
Cuando Perfil.com consultó a uno de los vecinos si hubo cambios en la seguridad luego del hecho, contestó que "ya había seguridad de antes; seguridad de la Prefectura y privada". "Acá no podría haber entrado otra gente porque todo se vigila", consideró. Además, agregó que nunca hubo un robo en el Complejo.
En los baños de los departamentos se encuentra una pequeña rejilla mediante la cual, según los vecinos, a veces se escuchan conversaciones y ruidos de otras unidades, por lo que resulta llamativo no haber escuchado el disparo que acabó con la vida del fiscal, aunque fuese de un arma de calibre chico.
La puerta principal de los departamentos es una puerta común, sin ningún tipo de blindaje. No obstante, la puerta de entrada del departamento que habitaba Nisman tenía un código de seguridad adicional. La de servicio es más maciza pero, de ser necesario, una persona sola podría derribarla. En otras palabras, los custodios del fiscal Nisman podrían haber accedido al departamento desde la puerta de servicio, sin necesidad de llamar a un cerrajero.
A estas entradas, se le agrega una más pequeña, que es utilizada para que los técnicos puedan acceder a un estrecho pasillo donde se encuentran los motores de los aires acondicionados. Estas puertas están a un costado de la cocina y desde ellas se puede acceder al departamento contiguo.
Silencio. En el día de hoy las autoridades del complejo Le Parc publicaron un comunicado en el que prohibieron a los vecinos entregar fotos y planos a la prensa. En él dice dice que la situación pone en riesgo la “privacidad y seguridad de los habitantes del Complejo”.
(*) De la redacción de Perfil.com, con la colaboración de Claudio Corsalini, redactor de Diario Perfil.