Este sábado un joven de 28 años fue asesinado a balazos por un vecino tras una discusión que tuvo lugar en la localidad bonaerense de Zárate. Luego de lo ocurrido el hecho de sangre, el agresor escapó del lugar junto a uno de sus hijos en una camioneta, aunque horas después se entregó a la Policía.
Fue al mediodía cuando Miguel Ángel Pereyra, de 67 años, estacionó su Volkswagen Golf en el frente de la vivienda de Franco Russo, la víctima, en la intersección de las calles Belgrano y Máximo Paz. Los vecinos afirmaron que ambos entablaron una tensa charla y luego pasaron a pelearse a trompadas.
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Russo comenzó a golpear al hombre que había llegado en su auto, dejándolo tirado en el suelo, y luego procedió a pelearse con el hijo del mismo, aunque esa secuencia quedó fuera del alcance de la cámara de seguridad.
En medio de la acalorada situación, Pereyra volvió al auto, sacó un arma y disparó cuatro veces contra Russo, que recibió uno de esos balazos en el pecho. Algunos vecinos y allegados intentaron asistirlo inmediatamente, pero al llegar la ambulancia y pese a que un médico comenzó a realizar maniobras de reanimación cardiopulmonar (RCP), el joven murió poco después.
Tras cometer el homicidio, Pereya intentó escapar junto a su hijo Julián. Sin embargo, las cámaras de seguridad los captaron viajando por la Ruta 193, en dirección a la Panamericana, hacia Buenos Aires.
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Pocas horas después, alrededor de las 16hs, según indicó el diario La Voz de Zárate, el agresor se presentó en la Comisaría Primera, confesó el crimen y fue detenido. Asimismo, oficiales de la Dirección Departamental de Investigaciones (DDI) de Zárate también detuvieron a su hijo, aunque no lograron encontrar el arma homicida.
La investigación de lo ocurrido quedó en manos de la fiscal Andrea Palacios. En primer lugar, las autoridades involucradas buscan conocer los motivos y circunstancias exactas que desataron la discusión que derivó en el asesinato del joven de 28 años.
Sobre la víctima trascendió que este vivía con su madre, su hermana y recientemente sufrió la muerte de su padre.
La línea del hijo mago
Poco después trascendió que el agresor tiene un hijo de 30 años, Nicolás Pereyra, quien es conocido como "El Mago Julián" y suele trabajar en eventos infantiles, y sería quien mantenía conflictos previos con la víctima, según indicaron familiares y testigos.
AS.
