POLICIA
aguardan otro cotejo de adn

Un nuevo fiscal para el caso de Nora Dalmasso

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Misterio. El asesino de la mujer nunca fue identificado. | cedoc

El femicidio de Nora Dalmasso es uno de los grandes misterios de la crónica policial contemporánea. Ya pasaron 17 años del crimen y todavía no se sabe quién ni por qué la mató en la noche del 26 de noviembre de 2006. La lista de sospechosos es amplia, al punto que el nuevo fiscal que interviene en el caso espera el resultado del cotejo genético de 45 muestras.

Desde principios de año, el expediente está en manos del fiscal de primer turno de Río Cuarto, Pablo Jávega. En los primeros seis meses comenzó a analizar la causa y se estableció la logística operativa del trabajo.

Junto a Jávega trabaja personal del Centro de Genética Forense, que depende del Tribunal Superior de Justicia, la Policía Judicial, el Ministerio Público Fiscal y la Dirección de Investigación Operativa. “En el segundo semestre, comenzamos con el mapeo de las muestras genéticas” que se remitieron al CGF para cotejar con el ADN, que fue posible elaborar con material levantado de la bata que tenía puesta la víctima al momento de ser atacada.

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“El fin es tratar de identificar a quien o quienes podrían haber tenido participación directa en relación con los hechos”, manifestó el funcionario judicial.

En ese sentido, dijo a la agencia Télam que en esta instancia se trabaja con la trazabilidad de unas 45 muestras que “corresponden a aportantes de familiares de la víctima, del círculo de amistades, personas afines al domicilio y por concurrencia episódica”.

El fiscal Jávega aguarda los resultados de esos análisis comparativos, que están en pleno proceso.

Durante la investigación se siguieron varias hipótesis: un crimen producido durante un juego sexual; un abuso sexual seguido de muerte, y un asesinato por encargo, en tanto las pericias determinaron que Nora murió por asfixia por estrangulamiento y su cuerpo semidesnudo quedó tendido en la cama de su hija.

En el transcurso de la causa investigaron cinco fiscales, con distintas hipótesis, y fueron imputados, además del viudo, el exasesor del gobierno cordobés Rafael Magnasco, el pintor Gastón Zárate –a quien se llamó “el perejil”– y Facundo Macarrón, aunque todos fueron finalmente sobreseídos.