Paul Merle Eischeid, el estadounidense que fue detenido en San Isidro por Interpol, tiene muy buenas razones para estar en la lista de los más buscados del FBI: se lo acusa de secuestro, homicidio premeditado, extorsión, chantaje y pertenencia a una organización delictiva, entre otros crímenes. Su recompensa se valuaba en 25.000 dólares.
Su historia no era la de un criminal consumado: Eischeid nació hace 39 años en Council Bluffs, una ciudad mediana de Iowa, en pleno centro de Estados Unidos. Trabajaba como un corredor de bolsa en la empresa bancaria Charles Schwab, hasta que un día, hace más de 10 años, decidió sumarse a la banda de motociclistas Hell's Angels (los Ángeles del Infierno).
Los Hell's Angels son una célebre banda de 'motoqueros', formada a principios de los 40, que tiene organizaciones "regionales" en todos los Estados Unidos. Se mueven en motocicletas tipo Harley Davidson y suelen verse involucrados en diversos crímenes. Se volvieron un icono contracultural a mediados de los '60, gracias al benigno retrato que hizo de ellos el escritor Hunther S. Thompson, pero perdieron el favor del público cuando asesinaron a un joven mientras ofrecían seguridad en un festival de música en Altamont, el 6 de diciembre de 1969. Su lema es "cuando hacemos el bien, nadie lo recuerda; cuando hacemos el mal, nadie lo olvida".
Paul Merle Eischeid está imputado por la muerte de Cynthia García, una mujer de Arizona, el 27 de octubre de 2001. La víctima habría "malhablado" sobre los Hell's Angels mientras estaba ebria en el bar del grupo en la localidad de Mesa. Los "motoqueros" le advirtieron que se callara. Cuando ella se negó, la atacaron y la golpearon hasta dejarla inconsciente. Luego la subieron al baúl de su propio auto, la llevaron a un lugar apartado, y la apuñalaron varias veces. El cadáver, abandonado, fue descubierto varios días después, en estado de descomposición.
Dos años después, Eischeid y otros 50 Hell's Angels fueron detenidos en medio de una pelea de motoqueros, y algunos quedaron imputados por el crimen. Gracias a que no tenía antecedentes penales, y por tener un empleo estable como agente de bolsa, Eischeid quedó en libertad condicional a la espera del juicio. Luego se quitó el dispositivo de ubicación que le había puesto la policía, y desapareció. En 2004 quedó en la lista de los 15 prófugos más buscados por el FBI.
Escondido en la clandestinidad, Eischeid recorrió varias localidades de Estados Unidos, y hasta se lo vio en Canadá. Por su apariencia inocente y común, se mezclaba entre la multitud mientras escondiera sus tatuajes bajo su remera. Aún queda averiguar cómo y cuándo llegó a Argentina, donde vivía con su novia bajo un nombre falso hasta que fue detenido.