Una verdadera batalla campal se produjo ayer al mediodía frente al municipalidad de Moreno, ubicado en Eduardo Asconape 51, cuando familiares y amigos de Lucas Aguilar, el joven delivery que fue brutalmente asesinado de siete puñaladas el jueves por la tarde, reclamaron justicia por su muerte.
Mientras tanto, los compañeros de Aguilar también reclamaron mayor seguridad ante el incremento de diferentes hechos de violencia y la seguidilla de robos que se vienen produciendo en esa zona del oeste bonaerense.
Como si fuera una fatal ironía del destino, Lucas había hablado con el canal de noticias C5N durante la mañana del mismo día de su crimen, y denunciaba los hechos delictivos que sufren a diario los vecinos y repartidores de alimentos en la zona de Moreno.
Durante los incidentes que se produjeron ayer, se incendiaron neumáticos, maderas y conos de plástico frente a la dependencia comunal, al tiempo que se vivieron momentos de verdaderas luchas cuerpo a cuerpo entre los manifestantes y los efectivos policiales cuando estos arremetieron contra ellos e intentaron detenerlos. Mientras tanto, algunas de las personas que protestaban apedrearon una camioneta de la Municipalidad e intentaron incendiar uno de los móviles policiales.
Los reclamos. Los deliveries que participaron de la protesta por el crimen de Aguilar aseguraron que “tienen miedo de salir a trabajar por la inseguridad”.
“Me acerqué porque todos los días pasa lo mismo. Entran y salen por la misma puerta los delincuentes”, reclamó un repartidor. “Una compañera tuvo que renunciar porque le robaron todo. Estamos expuestos a esto. Tenemos miedo, cuando salimos a trabajar no sabemos si volvemos a casa”, agregó, sin esconder su angustia por el crimen.
En esas circunstancias fueron detenidos unos quince manifestantes, entre los que se encontraba la novia de Lucas. La joven fue una de las más afectadas por el gas pimienta que arrojaron las fuerzas de seguridad para contener a los más exaltados.
Ismael Castro, secretario de Seguridad de Moreno, fue uno de los funcionarios que hablaron tras los disturbios y señaló que “empezaron a destruir móviles, incendiaron cubiertas, se desmadró la situación y la Policía quiso frenar la violencia”.
“Se estaba poniendo muy tenso el clima y por eso la Policía procedió a desactivar el conflicto”, sumó en diálogo con La Nación+.
Acerca de los detenidos, el funcionario aseguró que son más de 10 y que todos van a ser trasladados a las comisarías pertinentes. Durante la entrevista, Castro también confirmó que “la intendenta Mariel Fernández se encontraba dentro del edificio municipal mientras ocurría la protesta”. Por otra parte, también señaló que el municipio “está en contacto con la familia de Lucas, pero su crimen no fue en ocasión de robo”.
La muerte de Lucas. El crimen de Lucas Aguilar se produjo durante la tarde del jueves cuando un hombre esperaba el colectivo y comenzó a discutir con un vendedor de alfajores, en la intersección de las calles Asconapé y Alem. La pelea se tornó más agresiva y el atacante apuñaló al otro hombre, por lo que varios vecinos comenzaron a perseguirlo tras darse a la fuga.
Luego de escapar de la escena del hecho, el atacante fue perseguido por Lucas, quien al alcanzarlo le pegó con un palo e intercambió una serie de golpes, con la mala fortuna de trastabillar y caer sobre el asfalto. Indefenso sobre la calzada, fue brutalmente apuñalado por su asesino.
Según pudo observarse a través de las cámaras de seguridad de la zona, el atacante le infligió siete puñaladas a Lucas, que quedó desvanecido sobre la calle, ante el estupor de los vecinos que trataron de asistirlo.
Luego de ser perseguido por algunos vecinos tras cometer el irracional hecho, a las pocas cuadras fue detenido por las fuerzas de seguridad de Moreno. Se trató de Luis Benjamín Benítez, de 38 años, que quedó detenido y contaba con un frondoso prontuario de antecedentes penales.
Acerca del comerciante, Leonardo Ernesto Merollo, de 32, al cierre de esta edición continuaba internado en grave estado con dos heridas de arma blanca en el tórax y el abdomen.