Un nene de un año y ocho meses perdió la vida el miércoles 30 de octubre luego de ser atropellado por un colectivo en Las Heras, Mendoza. El menor había ido junto con dos primos a buscar leche a un merendero ubicado en la misma cuadra de su casa.
"Cerca de la medianoche, el bebé con dos primitos vinieron a mi casa a pedirme leche porque no tenían nada para comer a la noche. Ellos no tienen que cruzar ninguna calle para llegar a mi casa: vivimos en la misma cuadra sobre la misma vereda, simplemente hay que dar la vuelta en la esquina y hacer media cuadra", contó Iris Alejandra Pucheta de Videla, la encargada del merendero, en declaraciones al medio local Mendoza Post.
En ese sentido la mujer agregó: "Ha sido un lamentable y trágico accidente. Se salió a la calle y, al ser tan chiquitito, supongo que el chofer no ha podido hacer nada". Asimismo, precisó: "Me siento responsable porque por lo general, cuando solían venir, los acompañaba. Pero esa noche estaba con un ataque de asma alérgico y no los acompañé, como no tenían que cruzar calle ni nada".
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La encargada del Merendero Lechucita Encantada, que da de comer a 90 niños y 60 adultos, se refirió a la crítica situación que viven en su barrio al indicar: "No hay horario para el hambre. A veces están todo el día intentando conseguir algo para hacerles de comer a los chicos y no lo consiguen. No es porque no lo hacen, simplemente no están las cosas dadas para conseguirlo. Si yo tengo aunque sea un poco de harina, les doy para que se hagan una torta frita con un té. No importa a qué hora me vienen a golpear la puerta".
"El Merendero para los chicos es su segunda casa. Vienen, golpean la puerta, entran, piden cosas, somos amigos, somos familia. Con esa confianza los niños vienen a cualquier hora", añadió. En ese marco, Pucheta dio detalles acerca de la familia de la víctima: “Él tiene dos hermanitos, su mamá y su papá, que estaba trabajando. Pero la gente no sabe lo que están viviendo y es más fácil criticar”.
Investigación. Al ocurrir el hecho, los vecinos del lugar comenzaron a atacar a pedradas al interno 72 de la línea 401 conducido por el chofer Martín Federico Molina Olivera. El hombre fue demorado, pero se comprobó que circulaba a una velocidad normal y que no realizó ninguna maniobra indebida, por lo que se determinó que no tenía responsabilidad en el hecho y fue liberado.
Según testigos, el nene corrió hacia el lado de la calle y ahí ocurrió el accidente. Si bien fue trasladado al Hospital Carrillo, no pudieron hacer nada para salvarlo.
F.D.S./ CP