POLICIA
El curioso perfil de la mujer que drogó y golpeó a un jubilado en La Plata

Estudiaba abogacía y enfermería, pero dejó las carreras y se convirtió en “viuda negra”

Vanesa L. fue detenida dos veces en cinco meses. La primera vez durmió a un jubilado de 78 años con un somnífero que disolvió en el café. Estuvo presa en la Alcaidía Penitenciaria de Melchor Romero hasta abril pasado. En su domicilio hallaron drogas, elementos presuntamente robados y extensiones de pelo que probablemente haya usado en otros golpes. Esta semana volvió a caer luego de seducir y drogar a un hombre de 73 años, a quien además golpeó con una botella de whisky. En este caso actuó con la complicidad de otra mujer que todavía no pudo ser arrestada.

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En acción. Vanesa (con buzo y mochila) fue captada por las cámaras de seguridad junto a la otra mujer que colaboró en el robo. Entre marzo y abril estuvo detenida. | cedoc

La “viuda negra” de La Plata abandonó la carrera de abogacía y enfermería para dedicarse al delito. Desde el martes está detenida acusada de haber seducido, drogado y golpeado salvajemente a un jubilado en un edificio del centro de la capital provincial. Es la segunda vez que termina presa en lo que va del año: en marzo pasado había sido arrestada, pero curiosamente un mes después recuperó la libertad. 

Vanesa Soledad L. tiene 40 años y un perfil que llamó la atención de los investigadores del caso:  estudió la carrera de abogacía entre 2018 y 2019 y la tecnicatura superior en enfermería en 2017; es amante de los caballos y las carreras, y diseñadora de prendas de vestir.    

El martes 27 de agosto fue esposada por agentes de la comisaría cuarta de La Plata en un quinto piso ubicado en las calles 49 entre 18 y 19. No era la primera vez. Según voceros del caso, entre marzo y abril pasado estuvo presa en el pabellón femenino de la Alcaidía Departamental III de Melchor Romero, donde actualmente se encuentra Felicitas Alvite, la influencer de 20 años conocida como “La Toretto” que el 12 de abril mató a un motociclista cuando circulaba a toda velocidad y pasando varios semáforos en rojo.   

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Vanesa había sido apresada por el delito de robo, pero no está claro si actuó bajo la misma modalidad que esta semana. El martes fue detenida en el interior del departamento de Raúl P., un jubilado de 73 años a quien presuntamente habría seducido con la complicidad de otra mujer que minutos antes abandonó el edificio, y que es intensamente buscada por la Policía. 

Las mujeres llegaron a las 20.46, según el registro de las cámaras de seguridad. De acuerdo al relato que hizo el hombre, él las invitó a su casa y cuando estaba tomando una bebida alcohólica comenzó a sentirse mal. La víctima perdió el conocimiento, pero el efecto del somnífero no fue tan efectivo como en otros casos porque se despertó cuando una de las viudas negras todavía se encontraba en su domicilio. 

Raúl estaba semidesnudo y atado de pies y manos. Lo único que pudo hacer en ese momento fue gritar para que sus vecinos llamaran a la Policía. Con el objetivo de callarlo, Vanesa agarró la botella de whisky que horas antes habían bebido y se la partió en la cabeza. 

Ya eran las 22.30. A esa hora se retiró la viuda negra que permanece prófuga. Llevaba varias prendas de vestir en sus manos y apenas salió del ascensor intentó cubrir su rostro con la capucha de su campera. Poco después llegó una comitiva policial. La puerta del departamento estaba abierta.  Apenas ingresaron auxiliaron al hombre y detuvieron a su acompañante. 

Vanesa no ofreció resistencia. Este jueves el fiscal penal platense Juan Mennucci pidió duros cargos contra ella: la acusó por los delitos de “tentativa de robo en concurso real con tentativa de homicidio criminis causae”. La gravedad de la imputación tiene que ver con las lesiones que sufrió el hombre. Fue asistido en el lugar por una ambulancia del SAME y luego derivado al Policlínico San Martín.

El otro ataque. El domingo 10 de marzo Vanesa fue detenida por un hecho similar: durmió a un jubilado de 78 años al que le ofreció un café en su departamento de las calles 121 y 38, en el barrio Hipódromo. La viuda negra es amante de los caballos. Hace dos semanas publicó una historia en su red social siguiendo una carrera en el Hipódromo de La Plata.

Como en el caso de esta semana, la mujer fue arrestada en el domicilio de la víctima cuando junto a su pareja regresó para llevarse más cosas. La hija de la víctima había llegado un rato antes. Encontró a su papá desvanecido, en medio de un desorden generalizado, y automáticamente llamó a la Policía. 

El jubilado llevaba varias horas dormido. Mientras los policías indagaban acerca de los posibles autores llegó la viuda negra. Los agentes la demoraron junto a su pareja a unos pocos metros.  

En su casa no solo hallaron relojes de dudosa procedencia sino también extensiones capilares que probablemente Vanesa utilizó en otros golpes similares. También secuestraron  blisters con drogas potentes, como clonazepam  y alprazolam.

Vanesa fue trasladada a la Alcaidía Penitenciaria de Melchor Romero, pero su estadía fue bastante breve. Para el 7 de abril ya estaba en libertad. Ese día participó de la maratón de 10 kilómetros de La Defensoría del Pueblo, a beneficio del Hospital de Niños de La Plata. Terminó entre los cien primeros de la categoría femenina de 40 a 49 años.

 

“Emilce” o “Eloísa”, la otra mujer que atacó en La Plata

La modalidad se disparó con la aparición de las aplicaciones de citas y cada vez hay más ataques. En la ciudad de La Plata hubo tres hechos en diez días, pero no hay indicios –al menos por el momento– como para atribuir a la pareja que atacó al jubilado en el edificio de la calle 49.

La sospecha apunta a una joven porteña. Uno de los casos ocurrió el lunes 18 de agosto. La víctima, de 48 años, pasó a buscar por el barrio de Boedo a una chica de unos 20 años que había conocido en Tinder. La llevó hasta su departamento de La Plata (en la zona de 10 y 42) y terminó drogado y asaltado.

Eloísa –como dijo llamarse– cenó con su conquista, pero no concretaron. El hombre se desvaneció después de tomar una bebida y se despertó cuando tres hombres comenzaron a golpearlo para que les dijera dónde guardaba la plata. Según las cámaras de seguridad, ingresaron con la ayuda de la chica a las 3.55 de la madrugada y se fueron una hora más tarde.

Le robaron todo: artículos de electrónica, el teléfono celular, relojes de marca y perfumes importados. También lo golpearon y amenazaron con matarlo.

Dos días después la Dirección Departamental de Investigaciones (DDI) recibió una denuncia por un hecho similar. Otro hombre había caído en las garras de una viuda negra, a la que curiosamente también había pasado a buscar por la esquina de San Juan y Boedo, en el mismo barrio porteño.

Le robó 55 mil dólares, el auto, una moto y decenas de objetos de valor de su departamento ubicado en la zona de 4 y 44. En este caso, le dijo que se llamaba Emilce. Tenía el pelo oscuro, flequillo y medía 1,55 de altura. Como la cómplice de Vanesa, tampoco pudo ser atrapada por la Policía.