La inseguridad no pierde actualidad. En las últimas semanas hubo un rebrote fuerte con un caso trágico que acaparó los principales titulares de los diarios y noticieros: el brutal crimen del comandante mayor de Gendarmería Nacional, Guillermo Alfredo López (55), asesinado a tiros por una banda juvenil en la localidad de El Palomar, partido de Morón, el jueves 7 de noviembre pasado.
Otros casos. Pocos días después ocurrieron otros hechos graves en distintos puntos del país. El martes 12 un hombre fue baleado en su casa de la localidad platense de City Bell por delincuentes que entraron a robar y un jubilado fue víctima de un brutal asalto en su casa de Villa Elisa. El mismo día un grupo de vecinos, cansados de la inseguridad, retuvieron a golpes a un sujeto que se metió en un domicilio de Rosario, en la provincia de Santa Fe. Lo golpearon y el sospechoso terminó internado en un hospital con traumatismo encéfalo-craneal.
En Córdoba, otro punto caliente, hace una semana cuatro delincuentes se tirotearon con la Policía después de robar en una finca del barrio Jardín Claret y terminaron detenidos tras una frenética persecución. Y no hace mucho el exembajador Alejandro Mosquera sufrió un violento robo en su casa de Mendiolaza cuando tres sujetos enmascarados le robaron a punta de pistola ocho relojes de marcas de lujo como Cartier y Omega, un bolso Louis Vuitton, cuatro mil dólares, dos mil euros y joyas varias.
Los casos repetidos coinciden con una radiografía de los robos que elaboró el Observatorio de Seguridad de Verisure, en base a una encuesta de CIO Investigación. El trabajo destaca que los robos en inmuebles demuestran una tendencia al alza, en comparación al año anterior. Según la Central Receptora de Alarmas de la compañía, en 2024 se registró un 60% de incidentes en hogares, mientras que solo el 40% ocurrieron en comercios. Esta tendencia representa un notable cambio respecto a 2023, cuando los incidentes estaban repartidos equitativamente entre ambos tipos de propiedad.
“Este aumento en la inseguridad en los hogares lleva a las personas a repensar cómo reforzar la protección agregando capas de seguridad a los inmuebles con tecnología de avanzada”, señala el informe.
La tipología de incidentes también revela patrones preocupantes: las intrusiones son el tipo más común, seguidas por las solicitudes de SOS y los atracos. En ese sentido, el ranking del miedo lo lidera la provincia de Córdoba (5%), seguido por Buenos Aires (4%), Mendoza (4%) y Tucumán (3%).
Los fines de semana, especialmente los sábados y domingos, se convirtieron en los días de mayor incidencia delictiva, tanto en hogares como en comercios (bares, talleres industriales, oficinas y tiendas de atención al público). Además, el rango horario crítico para los robos se sitúa entre las 2 y las 4 am.
Cecilia Mosto, politóloga con especialización en Metodología de la Investigación en Ciencias Sociales y responsable de CIO, reconoce que “hubo un aumento de robos seguidos de violencia”. “Las estadísticas dan cuenta de eso, y son datos que pueden medirse, contrastarse y que permiten comparar a la Argentina con otros países”, señala a PERFIL.
Mosto destaca que la penetración del narcotráfico también afectó a la seguridad. “Desde mediados de los 90 la inseguridad ha estado siempre entre los principales temas de la agenda pública y también ha sido una preocupación fuerte de los argentinos. En los últimos años, el narcotráfico se instaló y solo ha incrementado esto. Pero más allá de los números, está la ‘sensación de inseguridad’ que puede medirse y fluctuar mucho con las repercusiones del tema en los medios. Por más que nos digan que estamos mejor que Colombia la gente siente y percibe otras cosas, y es en función de esos sentimientos o percepciones que toma decisiones”, sostiene.
Respecto a los estratos sociales, el trabajo muestra que no difieren de preocupaciones en términos de seguridad. “Atraviesa tanto al segmento más alto, conocido como ABC1, como así también, a los grupos de ingresos más bajos. Y son las mujeres quienes tienden a señalar la escasez de autoridades, el desempleo y la falta de iluminación junto con una urbanización pobre como factores que agravan la inseguridad”, detalla.
Miedos. El 76% de los encuestados mayores de 46 años opinan que la inseguridad es el principal inconveniente que atraviesa el país. Resulta llamativo que la segunda población intranquila corresponde al rango que va desde los 18 y hasta los 35 años con un 70% de alerta frente a este tópico; mientras que, apenas por debajo, con un 68% comprende el rango etario de entre 36 a 45.
Por su parte, los residentes del GBA Oeste destacan la inseguridad en las calles como un problema crítico, reflejando una percepción que se vuelve más intensa con el tiempo.
Esta perspectiva de inseguridad no es infundada; más de siete de cada diez encuestados experimentaron un hecho delictivo en los últimos dos años, y al menos el 40% de estos delitos fueron violentos. “Es notable que los segmentos de menores ingresos (D2/E) y los jóvenes son los que reportan más frecuentemente haber sufrido situaciones de inseguridad. En estos sectores, la violencia es un factor predominante, afectando de manera desproporcionada a los hombres”, señala el informe.
En respuesta al aumento de la violencia, un 31% de quienes sufrieron un delito reconocen que contaban con un sistema de seguridad en el momento del hecho, y un 28% admitió haber contratado uno después de la experiencia.
Las medidas de seguridad más comunes son los cuidados comunitarios y el uso de alarmas, siendo ésta última más frecuente en sectores de mayores ingresos y entre personas mayores de 46 años.
Curiosamente, entre los hogares con niños menores de 17 años, la adopción de sistemas de seguridad se incrementa, lo que refleja una preocupación palpable por proteger a los más vulnerables.
Más insegura que Buenos Aires
R.P.
Según el porcentaje de clientes con casos reales, la provincia de Córdoba esta posicionáda como más insegura que Buenos Aires y ésta última por encima de CABA.
Mar del Plata tuvo una mayor cantidad de casos reales que toda la costa aAtlántica, pero estuvo por debajo de La Plata, que se posicionó como el lugar más inseguro después de Buenos Aires.
Entre los barrios más seguros de CABA se detectaron Saavedra y Parque Patricios. Mientras que Caballito y Palermo fueron los más inseguros. El horario con mayor cantidad de hechos fue a las 14 pm.
“El futuro de la seguridad se apoyará cada vez más en la tecnología. Aunque queda mucho por desarrollar, se viene una revolución tecnológica que pasa por más video y menos estática. El cliente está en el centro y con ello, entender cuáles son sus necesidades.La integración con los celulares será fundamental para democratizar la seguridad”, señaló para el informe Carlos Beltrán Rubinos, director de Operaciones de Verisure.