Una red de distribución de contenido sexual que era operada por menores a través de WhatsApp en las localidades de Córdoba y Río Ceballos fue desarticulada por el fiscal de Delitos contra la Integridad Sexual de Primer Turno, Juan Ávila Echenique.
El caso comenzó a investigarse tras la denuncia de varios padres por el envío de imágenes sexuales a los dispositivos de sus hijos. Además, los denunciantes habían manifestado su preocupación en declaraciones televisivas. A partir de entonces, el fiscal comenzó a seguir las pistas detrás de esta red.
Desde el medio Cadena 3 informaron que los integrantes del grupo eran seis, todos menores de 13 y 14 años, que en lo inmediato tenía el "desafío" de alcanzar los 1.500 contactos dentro del grupo.
Al cabo de siete allanamientos en distintos domicilios, se llegó a constatar que la principal administradora del grupo era una joven de 13 años.
Por otro lado, se verificó que el teléfono de una de las menores identificada como administradora del grupo había sido reseteado y ya no contaba con el chip utilizado días atrás.
Los chicos investigados son inimputables
Además, los investigadores se mostraron sorprendidos por el alto contenido explícito de las fotos secuestradas, las cuales serán peritadas para comprobar de donde fueron descargadas.
El material incluía desde escenas de violencia sexual extrema (gore), pornografía infantil y de adultos hasta zoofilia, con el agravante de que varias de las imágenes aportan evidencias de casos de abuso de menores.
En estos momentos la causa está bajo secreto de sumario y un juzgado penal juvenil determinará qué medidas tomará contra los menores.
CA / ED