En un contexto económico-social atravesado a puro plomo y sangre, nadie duda que el Conurbano Bonaerense se posiciona como una de las zonas más calientes en materia de inseguridad.
Las estadísticas son más que elocuentes y muestran un grado de violencia inusitado en algunas localidades de la provincia de Buenos Aires.
Durante los 31 días de enero, se produjeron treinta y dos hechos de violencia en los que las víctimas fueron agentes de la Policía de la Ciudad de Buenos Aires. Es decir, cada menos de veinte horas un efectivo de seguridad de la CABA sufrió un intento de robo o fue asaltado a mano de delincuentes que tienen frondosos prontuarios delictivos o son menores de edad.
En febrero también. Durante la tarde de ayer se conoció el primer ataque a un policía porteño en el mes de febrero. Un oficial perteneciente a la Comisaría Vecinal 10C se desplazaba a bordo de su moto por la calle Pilcomayo de Quilmes cuando fue interceptado por un hombre que le arrojó un neumático en el camino para asaltarlo. Tras caer al asfalto y efectuar un disparo, el atacante y su cómplice huyeron del lugar.
Ataques. El porcentaje de ataques viene creciendo año a año. Según datos aportados por el Ministerio de Seguridad porteño durante 2023 se produjeron 98 enfrentamientos, a razón de uno cada tres días. Mientras que en 2024, la cifra escaló a 176 enfrentamientos, es decir, uno cada dos días.
Morón, Moreno, Bernal, Laferrere, Almirante Brown, Lomas de Zamora, y Castelar, son tan solo algunas de las localidades del Gran Buenos Aires en las que fueron atacados más de treinta agentes de la Policía de la Ciudad en situación de robo durante el mes de enero. La lista la completan Berazategui, Florencio Varela, Lanús y Villa Madero, entre otras.
Durante enero las imágenes de robos o intentos de asaltos por parte de motochorros y delincuentes en banda se repitieron a diario en los canales de noticias, portales o redes sociales. En todas ellas se veía cómo las posibles víctimas del atraco (en este caso los efectivos de la fuerza de seguridad porteña con ropas de civil) repelían los ataques con sus armas reglamentarias. Si bien la mayoría de las veces los delincuentes no alcanzaron su cometido otras, en cambio, hirieron o provocaron la muerte de su víctima. Tal como ocurrió el 14 de enero pasado cuando dos motochorros balearon al oficial de la Policía porteña, Brian Coria, en un intento de robo de su moto cuando se dirigía a la casa de su pareja en Castelar.
A tal punto llegó la situación que se vivió durante el primer mes de 2025 por los ataques que sufrían los efectivos de la Policía de la Ciudad en el Conurbano, que el ministro de Seguridad porteño, Waldo Wolff, pidió reunirse con su par de la Provincia, Javier Alonso, a fin de establecer un plan de acción en común para tratar de alcanzar una solución a la espiral de violencia que se vive del otro lado de la General Paz. Sin embargo, y tras un breve encuentro, no lograron alcanzar ningún resultado.
Los hechos. En un breve raconto de los hechos delictivos que sufrieron los policías porteños ubica al primero de los ataques el 3 de enero en Villa Zapiola, partido de Moreno. En este caso, un oficial manejaba su camioneta cuando fue interceptado por delincuentes que intentaron sustraer su rodado. El agente repelió el ataque y puso en fuga a los malvivientes.
El día 5, se produjeron dos ataques al personal de seguridad porteño en jurisdicción del partido de La Matanza. El primero de ellos ocurrió en Isidro Casanova, mientras que el segundo, en Laferrere.
El primer intento de robo sucedió cuando varios delincuentes a bordo de dos motos intentaron asaltar a una persona que resultó ser policía de la CABA para robar su moto. Tras repelir el intento, los delincuentes huyeron. En Laferrere el hecho consistió en un intento de robo cuando el policía llegaba a su domicilio y fue abordado por tres delincuentes armados a bordo de un auto. Tras identificarse como policía, se produjo un intercambio de disparos y los atacantes huyeron sin que se registraran heridos.
Luego de estos ataques, el ciclo de hechos violentos continuó día tras día repitiendo la misma modalidad. Un grupo de delincuentes en auto o en motos intercepta a una persona –que resulta ser policía– con fines delictivos que se defiende utilizando su arma reglamentaria.
Los últimos casos. Los dos últimos hechos de violencia se produjeron entre el 29 y 30 del mes pasado.
Uno de ellos ocurrió en Moreno, cuando dos delincuentes de 18 y 15 años se enfrentaron a tiros con un agente porteño. El primero de los delincuentes resultó muerto, mientras que el segundo terminó con heridas graves. Los malvivientes intentaron atacar al efectivo quien al identificarse como policía, intercambió disparos con los malhechores. Ambos delincuentes tenían antecedentes.
Por otra parte, otro oficial de la Policía de la Ciudad recibió un disparo de arma de fuego en un pie durante un intento de asalto por parte de cuatro delincuentes. El hecho fue cuando llegaba a su casa de Bernal en auto. En el ínterin el agente fue abordado por tres ladrones que intentaron amedrentar con sus armas de fuego al oficial. Tras un breve intercambio de disparos, los delincuentes huyeron sin cometer su ilícito.
Motochorros atacan a una pareja
C.C.
Más allá de los ataques sufridos por efectivos de la Policía de la Ciudad, el flagelo de robos a ciudadanos comunes es moneda corriente en el Conurbano Bonaerenses.
Ayer, por ejemplo, se conoció el caso de una pareja que fue asaltada mientras circulaba por la zona de Ramos Mejía por una banda de motochorros
Los ófueron atacados por cuatro motochorros quienes, a punta de pistola, le sustrajeron la moto en la que se trasladaban.
El episodio se registró en la calle Laprida, casi esquina Rosales, en la localidad bonaerense de Ramos Mejía. La víctima, de 38 años, circulaba con su novia cuando fueron emboscados por los malvivientes y tras amenazarlos, sustrajeron su rodado.
Según fuentes que informaron a Primer Plano Online, la pareja radicó la denuncia en la seccional 2ª de Ramos Mejía. Más allá del pánico por el momento vivido, ninguno de los dos resultó herido.
En su denuncia, las víctimas relataron que venían siendo seguidos desde el Camino de Cintura, aunque luego perdieron a los malvivientes por las calles internas de La Matanza, pero cuando se volvieron a cruzar, ellos esperaron el momento exacto para cometer el ataque.
Finalmente descubrieron que los ladrones huyeron en las motos en que se movilizaban además de la Yamaha YBR 250 robada a la pareja.
Si bien la Policía Bonaerense ya tiene identificados a los delincuentes y están a la espera de poder encontrarlos, al cierre de esta edición, aún permanecían prófugos.