Un hombre fue encontrado muerto con un disparo en la cabeza en la imprenta donde trabajaba, ubicada en Boedo, mientras el lugar se prendía fuego. Minutos antes, el empleado había mandado mensajes de despedida a sus hijas y a su ex pareja, por lo que se presume que se habría quitado la vida.
La policía de la Ciudad y los bomberos se dirigieron al lugar, ubicado en Quintino Bocayuva 1471, a última hora del lunes, tras ser alertados por la ex mujer del hombre, quien confirmó que esta persona tenía un arma en su poder y advirtió sobre la presencia de fuego en el lugar.
Luego de sofocar el incendio, los agentes pudieron ingresar a la propiedad y encontraron al hombre sentado en el piso con el cráneo destrozado y un fusil. Las paredes del lugar donde fue hallado tenían varias pintadas con quejas sobre el trato que habría recibido por parte de sus compañeros de trabajo.
Fuentes del caso confirmaron a Infobae que el hombre, de 54 años, tenía una denuncia por abuso sexual y que el día anterior se había realizado un allanamiento en su domicilio en el que se secuestró una pistola Bersa Thunder 9 mm.
Según indicaron, todo comenzó a las 23:16 de este lunes, cuando una mujer llamó al 911 advirtiendo que su pareja le estaba enviando mensajes de despedida a sus hijas y temía que pudiera atentar contra su vida, ya que, según afirmó, el hombre poseía un arma.
Además, la mujer informó que había fuego en el lugar. Personal de la Comisaría Vecinal 5-B de la Policía de la Ciudad acudió rápidamente, evacuó las propiedades linderas y cortó la calle para permitir el trabajo de los bomberos.
La investigación quedó a cargo de la Fiscalía Nacional en lo Criminal y Correccional N°52, a cargo de la fiscal Romina Monteleone, quien dispuso la intervención de la Unidad Criminalística Móvil y la División Siniestros del Cuerpo de Bomberos de la Ciudad para llevar a cabo las pericias. La causa fue caratulada como "averiguación de suicidio e incendio".
MC
LT