Dos jóvenes fueron asesinados en el partido bonaerense de Lomas de Zamora cuando un grupo de delincuentes ingresó a una casa con aparentes intenciones de robo. Una de las víctimas es un jugador de la sexta división del club Los Andes que se encontraba con su novia en el momento del ataque.
El hecho se registró cerca de la 1.15 de ayer, en la vivienda de la calle Evita 3400, equina Bolivia, donde el jugador, su novia y un amigo estaban charlando cuando al atender un llamado a la puerta ambos fueron baleados por un grupo de desconocidos que los introdujeron a los golpes.
Lucas Alderete, de 17 años, recibió un balazo en la tetilla izquierda y pecho, mientras que la otra víctima – Julio Vázquez de 29 años– fue baleada en el hombro y estómago. La novia del futbolista, de 17 años, resultó ilesa.
Los dos baleados fallecieron camino a un hospital de la zona. Los investigadores indicaron que “aunque es un hecho confuso”, no descartan que se haya tratado de un intento de robo, pero también trabajan en “una problemática” entre las personas involucradas.
La información policial y judicial indica que el amigo de Alderete fue a atender la puerta porque estaban golpeando cuando fue sorprendido por varios individuos que lo metieron en la casa, una vez adentro, el propio jugador intentó cerrarles la puerta y entonces fue baleado al igual que el amigo, contó un jefe policial a cargo de la investigación. “Todavía no hay detenidos pero en base al relato de la testigo estamos trabajando en el tema”, indicó Marcelo Rubén Freire, Jefe Departamental de Lomas de Zamora.
El club Los Andes destacó en su página web que el joven “llevaba varios años jugando en el club”. Había llegado en Infantiles proveniente del Club Sarmiento y en la actualidad se desempeñaba como defensor en la Sexta División. “No estamos acostumbrados a escribir este tipo de noticias. Y menos cuando nos golpea de lleno. El juvenil Lucas David Alderete, categoría 97, –detallaron– falleció esta madrugada (por ayer) en un intento de asalto sucedido en el Barrio 2 de Abril. Hasta siempre, crack”.