OPINIóN
Tendencia

Zona de Seguridad

17082024_sufragio_fila_cedoc_g
Uruguay. Es uno de los siete países en América Latina en tener elecciones este año. | cedoc

Las elecciones de Uruguay que se celebrarán el próximo 27 de octubre, una de las siete generales que se celebran en América Latina este año, emiten una sensación de sosiego y normalidad democrática tras la gran repercusión de las ya celebradas, por ejemplo, en Panamá, México o Venezuela. A diferencia de otros países de la región, la democracia uruguaya no está en peligro ni amenazada. Sin embargo, empiezan a asomar algunas tendencias preocupantes en torno a elementos considerados clave para la estabilidad del sistema político y que llevan a pensar en lo que está pasando con el margen o capital democrático que tiene Uruguay en comparación a otros países vecinos.

El apoyo a la democracia y satisfacción con su desempeño va en descenso, pese a ser el país con índices más altos. Según la encuesta del Latinobarómetro en 2023, disminuyó la preferencia por la democracia frente al autoritarismo (-15,1 puntos desde 1997), el interés por la política (-5,6 desde 2007), la confianza en los partidos (-15,9 desde 2009), así como los niveles de identificación partidaria (-10 desde 2010). Los datos que arrojaron las elecciones internas celebradas el pasado 30 de junio para elegir la candidatura a la Presidencia respaldan esta tendencia. El índice de participación en estas internas (únicas de carácter voluntario para la ciudadanía) fue del 35,7%, el más bajo de todas las celebradas desde la reforma constitucional de 1997.

Paralelamente, en Uruguay, el país menos polarizado del mundo según V-Dem (2021), se observa un aumento de la polarización política en la percepción de las personas expertas consultadas (de 0,13 en 2018 a 0,68 en 2023 en una escala 0-4). Crece la distancia entre los posicionamientos de los partidos (coalición multicolor por un lado, Frente Amplio por otro), en un contexto donde se premian actitudes más confrontativas –que a su vez, alimentan la desconfianza institucional–, y que funcionan como altavoz para candidaturas y mensajes combativos, que de otro modo, no tendrían cómo hacer llegar sus mensajes.

Esto no les gusta a los autoritarios
El ejercicio del periodismo profesional y crítico es un pilar fundamental de la democracia. Por eso molesta a quienes creen ser los dueños de la verdad.
Hoy más que nunca Suscribite

Uruguay goza de un buen capital democrático para afrontar estas elecciones

Los temas que dividen en esta campaña son, por un lado, coyunturales (como los acontecimientos en las elecciones de Venezuela, la sequía o la injerencia del narcotráfico) y, por otro, sociales (como el aumento de la pobreza o la inseguridad). El enfrentamiento en torno a ellos genera gran malestar social y tensiones visibles en las diferentes corrientes dentro de los partidos. Este malestar, además, ejerce presión sobre el sistema político ante las dificultades de los partidos históricos para dar respuesta dentro de ese marco de diálogo y moderación que caracteriza la vida política del país, y así evitar que liderazgos con nuevas maneras de hacer política, de corte disruptivo, ganen terreno.

Aunque se mantiene como cuarta fuerza, la irrupción de la ultraderecha en 2019 (Cabildo Abierto), con su discurso confrontativo de mano dura ante la inseguridad o su rechazo a la agenda de derechos sociales para diferenciarse del perfil más centrista del Partido Nacional, genera aún más incertidumbre. Su potencial crecimiento podría erosionar la tradicional capacidad de los partidos para construir acuerdos.

Uruguay goza de un buen capital democrático para afrontar estas elecciones generales. Sin Maduros ni Mileis en cargos de relevancia, con una idea común de país, partidos institucionalizados y consensos de gran arraigo sobre el respeto a los procesos e instituciones, cierto es que la democracia no corre peligro, pero tampoco es inmune. Pese a que las actitudes anti-institucionales siguen sin ser predominantes en el país –comparado con otros de la región–, hay indicios de que esta especie de zona de seguridad se podría ir achicando.

*Observatorio de Reformas Políticas en América Latina. Miembro de la Red de Politólogas – #NoSinMujeres