Enero comenzó con todo. Nada de nombramientos de jueces por decreto (por ahora). El dólar se calmó. El gobierno está entretenido con Venezuela y Cristina en modo vacaciones. En la costa y en Punta el clima esta como si fuera otoño. Lo único un poco extraño fue lo de Cavallo de que el dólar está atrasado. Que el padre de la convertibilidad que no pudo parar su explosión te diga eso, dicho con todo respeto, es como que el gordo Valor avise que te van a afanar el camión con carga por el acceso Oeste.
El gobierno le contesto ayer por los diarios: no hay atraso (cambiario, el otro significa que tu mujer está embarazada) y si la situación (actual) es distinta a todas las anteriores. A Milei, el presidente, hay dos temas económicos que le revientan que aparezcan en los medios (ya sabemos que le revienta todos los temas que no sean a su favor, pero algunos más que otros): que la economía no se recuperó y que el dólar esta barato.
La acción en serio vino por otro lado. La brutal e impactante guerra encarnizada por la medalla a la pareja-papelón del año. A la final llegaron Wanda-Icardi que enfrentan a Alberto-Fabiola. La semana termino inundada de chats y conversaciones supuestamente privadas, que por supuesto ya están en todos los medios.
Lo que lo importa I: exploto todo en el que era cuadrado entre Wanda-L Gante-Icardi-China Suarez (ahora es triangulo porque el domingo a la tarde, los dos primeros dejaron de ser pareja. Las malas noticias vienen así, de repente). Estos chats entre los ex tortolitos Wanda e Icardi no dejan lugar a la imaginación –es otro de esos donde la realidad supera a la ficción- en la guerra ya no sabemos si por el divorcio económico, la tenencia de las hijas en común o lo que sea. Los programas de chimentos felices, en un verano donde no pasaba nada.
Javier en el país de Alicia / Por Fabián Doman
Lo que importa II: Alberto, si Alberto, el que se fue presidente, filtró una conversación con Fabiola, tipo cuatro y media hora española, donde no hablan de nada importante, pero alcanzo para que pida a la justicia que su hijo vuelva a la Argentina. No minimicemos el tema: Alberto hizo algo. Muy extraño. Famoso por preferir hacerse encima antes que tener que optar entre dos baños sin cartelitos en la puerta (de Damas o Caballeros, chiste de la época de Cafiero en el peronismo) el expresidente se movió y su abogada fue a tribunales. Al Cesar lo que es del Cesar (no hablamos de Beto, sino de los emperadores). Para un tipo que se la pasó 4 años entre metiendo la pata, invitando gente a tomar cerveza, champagne o whisky a donde sea, rompiendo la cuarentena que él había impuesto y sobre todo viendo pasar el almanaque impávido, es un avance. Tampoco seamos tan negativos.
En el mar de los conventillos, Alberto y Fabiola pelean cabeza a cabeza con Wanda e Icardi. El tema es que en uno de ellos está metido un ex presidente y una ex primera dama. O sea que las jodas de ellos las pagamos todos. Todavía no sabemos, porque ella vive en Madrid y porque se fue a festejar el 31 a la noche con un señor, huyendo de su custodia. Por suerte Milei se cansó –volvió a mostrar que es el único que tiene los reflejos intactos del humor social y no es chiste- y se la dio de baja, un día antes que ella misma, Fabiola renunciara a lo que ya no tenía. Se ve que Yáñez tiene problemas con las mesas: su fiesta de cumpleaños en Olivos en el medio de la pandemia y la cuarentena comenzó a pavimentar el camino para que la sociedad, hastiada de la clase política, buscara a un Milei de presidente.
Aclarados esos dos temas centrales de la argentinidad, pasemos a cuestiones menores como la (mala) relación entre el Presidente y la Vicepresidente.
Como parte de nuestra función es convertir estas amables líneas en un espacio cultural –en un evidente intento, por cierto, frustrado, de emparentarnos con la filosofía radial del Gato y el Zorro de Hanglin y Mactas- comenzaremos por explicar que es una chirola. Era una moneda (de níquel) de menor importancia, 5 o 10 centavos lo que dio origen a su segunda y más moderna definición que sería “poca plata”. Todo esto está dicho para traducir la célebre frase de nuestra ocurrente Vicky V, la vicepresidenta, quien esta semana nos informó que a ella “le pagan dos chirolas”. Lo que a su vez genero la inmediata respuesta de Javier M, el presidente, diciendo más o menos que no entiende la realidad de los argentinos (ella, no él). De lo cual podemos deducir, según la palabra que oficial, que muchos argentinos vivirían con las mismas pocas chirolas de la vice, pero y esto es lo único importante, sin quejarse. O sea, digamos, o sea, que vivas vos o yo o cualquiera con dos chirolas no es grave. Lo malo es contarlo.
Navidades impunes / Por Fabián Doman
Descendería el nivel –siempre cultural- de esta columna volver a agregar que Milei y Villarroel se pelean por cualquier cosa o que la próxima reyerta será por una carrera de cucarachas o de embolsados. Lo concreto es que la santísima trinidad del credo libertario (Javier + Karina + Santiago) decidieron que pueden vivir perfectamente sin Vicky. Más aun, que estarían felices de vivir sin ella en la vicepresidencia.
La otra cuestión es que de que viven los funcionarios de este gobierno. De los anteriores ya sabemos, ya supimos y es un problema que están librando en Comodoro Py desde hace años. La teoría que elaboramos es que todos los que están con Milei tenían guita antes de entrar, que ni miran cuando les depositan el sueldo –uno de ellos confeso en radio hace meses que no conocía la cifra que ganaba- y la van llevando. El salario que cobran en general les alcanza con suerte para las expensas de los edificios donde viven y una compra mensual de súper. Nada más. Es verdad que tienen autos, celulares, secretarias, oficinas, comidas todo el tiempo –en general invitados- viajan gratis por el país y el mundo etc. O sea, el tema seria como se mantiene la familia de los funcionarios. Pero eso ya es tema de ellos. Todo eso esta perfecto, excepto que alguna vez salte algún episodio de corrupción y nos enteremos como hacían para pagar esos otros gastos. Pero como hasta ahora no apareció nada, nos debemos atener a lo que vemos. Es extraño. Por un lado esta bueno que no tengan salarios groseros, lo bancamos. Ahora, ¿de qué viven? Lo curioso es que nadie se haga esta pregunta. Es como que preferimos no saber. Una ficción placentera de demencia general.
Mientras tanto en el mundo real, en Buenos Aires, dicen que un toco de gente de Edesur, se quedó sin luz en Recoleta-y otros barrios- el 1 de enero y que la explicación habría que un objeto no identificado –que no sería un ovni sino una rama producto de la lluvia- afecto el servicio. La luz, o la falta de ella, nos remite a otro plano, que no es otra cosa que la suerte –si suerte directamente, nada de azar o random- que tenemos los argentinos de que haya colegas que te cuenten solo buenas noticias y olviden las malas. Por ejemplo, hay muchos vecinos que no tuvieron luz en estas primeras horas del año y se cree que no lo supieron porque algunos medios directamente no cubrieron el tema. Realismo mágico: a algún genio de la comunicación se le ocurrió la brillante idea de que si no contás en los medios que no hay luz, los que no tienen luz, no se van a enterar, de que no tienen luz.
También merece nuestra atención el capítulo especial de Narnia que están protagonizando los senadores con el (no) aumento de su dieta. No puede tanta gente equivocarse tanto frente a la sociedad.
Es notable como la casta, entre la arena y el mar, sigue laburando 24/7 para Milei.
Y, además, disculpas, pero el querido Kueider ha demostrado que aparentemente algunos senadores pueden vivir sin dieta. Así que aflojen.
Y no si no pueden renunciar al aumento, dónenlo en tele en vivo. Milei lo hacía con su dieta como diputado.
Se puede.