OPINIóN
estados unidos

Una presidencia retórica imperial

12012025_trump_cedoc_g
Anuncios. Inquietantes promesas para el segundo mandato de Donald Trump. | cedoc

Muchos estudios de la Ciencia Política se han centrado en estudiar la presidencia retórica (Friedman, 2007; McFarlane, 2016; Murphy, 2008; Saldin, 2011; Stuckey, 2006, 2010; Toye, 2011; Tulis, 1996; Wolfensberger, 2004) que nos permite caracterizar un aspecto central del presidencialismo: cómo la enunciación discursiva del presidente crea condiciones de enmarcación argumental y la capacidad de construir poder político real. También hemos refinado este concepto para la política exterior en el realismo discursivo presidencial (Laporte, 2020).

Con estas categorías metodológicas, analizamos el discurso del presidente Trump el 7 de enero, que podría trazar los lineamientos de una política exterior con intenciones imperiales (Hobsbawn 1989); Wallerstein, 2005; Luxemburgo, 2003; Hilferding, 1981; Hobson, 1902): la Doctrina de Mar-a-Lago. Ésta contradice muchas apreciaciones que indicaban el aislacionismo republicano y una política exterior más orientada hacia dentro de las fronteras.

Inversamente a esta mala percepción, se explicita de manera directa la anexión de territorios, cualquiera sea la forma de lograrlo para ofrecer al pueblo norteamericano una “nueva edad de oro”.

Esto no les gusta a los autoritarios
El ejercicio del periodismo profesional y crítico es un pilar fundamental de la democracia. Por eso molesta a quienes creen ser los dueños de la verdad.
Hoy más que nunca Suscribite

Para iniciar este giro extremo de la política exterior, el presidente electo prometió rebautizar el golfo de México como golfo de América: “¡Qué hermoso nombre, y es apropiado!”, sostuvo.

Luego, comunicó que su primer control territorial sería sobre el Canal de Panamá. Al criticar al presidente Carter de transferirlo en 1977, sostuvo: “No se lo dimos a China y ellos abusaron de él”. Asimismo, planteó una queja sobre los impuestos que los barcos comerciales y militares estadounidenses deben afrontar.

Luego, continuó con su idea de anexar Canadá, al apuntar al costo de ayuda financiera que le provee Estados Unidos, llamó al primer ministro “gobernador” y sueña con convertirla en el “estado 51 de la Unión”. Esto se basa en que “sería mucho mejor para la seguridad nacional”.

Para rematar la presidencia imperial con características del siglo XIX, la nueva adquisición sería Groenlandia. Anteriormente en 2019 propuso su compra –sobre el legado de Thomas Jefferson, quien en 1803 adquirió Luisiana a Francia, o luego como hizo Andrew Johnson, quien en 1867 compró Alaska a Rusia en 1867–. En esta expansión no descarta el uso de la fuerza para anexar este territorio que pertenece a Dinamarca y es semiautónomo.  En este sentido, mencionó: “Ni siquiera sabemos si Dinamarca tiene derechos legales sobre ellos, pero si los tiene, tiene que renunciar a ellos, porque los necesitamos por razones de seguridad nacional”. Para apuntalar este tema, amenazó a Dinamarca con impuestos “a un nivel muy alto” si no se sometía a su voluntad.

Estas declaraciones se complementaron con otros temas que enmarcan el escenario que se avecina para el mundo en un nuevo registro preocupante. Primero, enfatizó que los países miembros de la OTAN deben inmediatamente aumentar su presupuesto de defensa hasta el 5% de su PIB: “Deberían estar en el 5%, no en el 2%”.

Segundo, luego de afirmar que en su primer mandato no hubo guerras en el mundo debido a su política exterior, ahora afirmó que “se desatará el infierno” en Medio Oriente si Hamas no libera a los rehenes israelíes antes de que él asuma su segundo mandato.

Si bien han comenzado a manifestarse reacciones de líderes mundiales y analistas internacionales  –interesante artículo del ISPI “Trump, Musk e i lsilenzio dell’Europa”–, se espera que esto se confirme, suavice o modifique en su discurso de asunción oficial.

Pero en cualquiera de estas alternativas, este nuevo mandato ya tiene elementos constitutivos de una presidencia imperial discursiva.

* Profesor de Relaciones Internacionales de la Universidad de Buenos Aires y la Universidad Austral.