En la etapa final de nuestras vidas resulta extremadamente agotador, tener que repasar una vez más estos últimos dos mil años de historia; sin embargo, los 80 años de Auschwitz y los miles de comentarios reflotando diatribas nos obligan a ello, llevándonos una vez más a tiempos oscuros al torcer hechos y dejar prevalecer mentiras por sobre la verdad en cuanto a los judíos se refiere.
El mejor chiste para detectar los preconceptos antisemitas, siempre vigentes, es afirmarle a cualquiera que la culpa de todo la tienen los judíos y los ciclistas; desde luego la respuesta más común a recibir será: ¿Por qué los ciclistas?
Aunque algo se intentó avanzar con Juan XXIII y Juan Pablo II, el pecado original de la Iglesia Católica fue ocultar o disimular por mucho tiempo el hecho de que al igual que la mayoría de los primeros líderes cristianos, Jesús era según los propios relatos cristianos 100% judío (hijo de madre judía de nacimiento y también lo era su marcada filosofía intelectual judeo-esenia).
No alcanzando con esta censura, también se difundieron mentiras respecto a su muerte, catalogando a los judíos como pueblo “deicida” a pesar de que, todas las descripciones sobre estos hechos, muestran a los romanos (que de judíos no tenían nada), torturándolo y matándolo a mansalva.
También resulta extraño por ello que, en lugar de los peces usados por los primeros cristianos, el cristianismo haya adoptado como símbolo identificatorio la cruz, un instrumento por excelencia de tortura y asesinato usado masivamente por el Imperio romano. También los judíos pasaron de identificarse principalmente con el candelabro de siete brazos y su luz divina, al necesario escudo protector de David.
Pero claro, ¿cómo iban los romanos a difundir estas verdades sobre sí mismos y otros, si en realidad fue un emperador romano el primero en legalizar el cristianismo junto a otras religiones (Edicto de Milán 313, Constantino I)?
También en el 325 (Primer Concilio de Nicea) Constantino impone la unidad católica cristiana y en el Edicto de Tesalónica de 380, Teodosio I finalmente convierte al cristianismo niceno como la única religión oficial del Imperio Romano.
¿Cómo disimular la traumática contradicción romana relatada respecto al asesinato de Jesús en el siglo I?
Pues bien, utilizando a los judíos como los supuestos incitadores de esa muerte ya que los “pobres gobernantes y oficiales romanos” absolutos dominadores y con la suma de todos los poderes sobre Judea, se vieron “obligados a cumplir esta acción muy sanguinariamente”.
La histórica destrucción política de los judíos por parte de los romanos, incluyó el reino y el templo de Jerusalén (año 70), y desde luego la diáspora forzada de los sobrevivientes. La persecución religiosa más firme en la diáspora se inicia sobre la importante comunidad judía de Alejandría en el siglo III (debido a la necesidad de separarlos de su natural cercanía con los primeros cristianos), continuado así con diferentes formas e intensidades mediante ignorancia, difamación, persecución, segregación y expulsión o asesinato hasta los días presentes.
Se ha publicado mucho sobre la Inquisición y el Holocausto, pero nos parece históricamente interesante recordar eventos que precedieron a estos hechos. La masacre de los judíos de York en el 1190, incendiando la torre real de Clifford con mujeres y niños por incitación de curas cristianos y desde luego también la persecución de los judíos de Navarra y Cataluña.
En el siglo XIII, la comunidad judía con alrededor de 4.000 personas residía en el llamado Call (el más grande de la Corona de Aragón), contribuyendo firmemente a la economía de la ciudad a través de actividades comerciales, funciones administrativas, diplomáticas y científicas (entre ellos muchos médicos).
En el 1278 por incitación y orden del obispo Pere de Castellnou, turbas saquearon el Call de Gerona y el rey Pedro III de Aragón, debió enviar tropas para protegerlos. Estas tensiones continuaron con falsas acusaciones sobre uso de sangre humana en rituales judíos (lo cual obviamente contradice los preceptos religiosos judíos más elementales), hasta culparlos de la Peste Bubónica de 1348 (que eliminó una quinta parte de la población de Cataluña) rebrotando periódicamente durante más de un siglo.
Ignorando las advertencias previas del gran médico musulmán Avicena, acusaron a los judíos de contaminación de los pozos de agua; el argumento: los judíos parecían enfermarse menos. La explicación real: tanto los judíos como los musulmanes cumplían estrictos mandatos religiosos de limpieza e higiene y, por tanto, tentaban menos a las pulgas transmisoras de la Yersinia pestis portadas por las ratas, a saltar hacia las personas más limpias y con ropas lavadas con ceniza saponificada.
La Declaración Balfour fue el comienzo del conflicto palestino-israelí
Una vez más ocurrieron asaltos y matanzas en toda la Corona de Aragón, sobre todo en Barcelona, Gerona y Tarragona, Valencia y Sagunt. También en junio del 1391 se desarrolló otro gran pogromo contra los judíos en las ciudades españolas de Sevilla, Valencia y Barcelona. Todo esto continuó con más difamaciones, conversiones obligadas, persecuciones y matanzas hasta la expulsión final en 1492.
Quizás una de las cuestiones de España que más enojo nos producen aún hoy (a pesar de amar el idioma y tener algo de ADN español en nuestras venas), es la persistencia de la Real Academia Española en mantener en el significado de judío lo siguiente: (5. Dicho de una persona: Avariciosa o usurera. U. como ofensivo o discriminatorio. U. t. c. s.).
Obviamente hay una historia detrás de este término usado sin ningún grado de autocrítica, y es que se les prohibía a los judíos tener tierras o desarrollar industrias y por tanto muchos debían comerciar, efectuar préstamos y ante todo ahorrar mucho, de manera de poder sobrevivir después de ser autorizados, perseguidos y luego expulsados de cientos de lugares de toda Europa durante 1900 años.
Sin este sentido de lógica autocrítica, entonces en este diccionario se debería incorporar también por ejemplo al término: cura y luego del significado de sacerdote católico (3. Dicho de una persona abusador de menores como concepto difamatorio), ya que a través de toda la historia y probadamente muchos de estos religiosos han caído recurrentemente en esa tan abominable práctica.
En una nueva versión de cosas similares; en estas fiestas el Sr. Papa Bergoglio bendijo una representación de Jesús acostado sobre un “cafía” (pañuelo árabe con los colores gris y blancos usados por palestinos), representando al niño Jesús como si hubiera sido un palestino.
Algo no concuerda en este relato, ya que se sabe que María era 100 % judía, ¿estará esta nueva versión suponiendo que su padre fue un dios filisteo (ya que los palestinos en esa época no existieron)?
Al margen de este muy sarcástico humor negro, las declaraciones del Sr. Papa Bergoglio respecto a los ataques de Israel en Gaza, aparecen aún más difamatorias y gravemente falsas, basándose desde luego en los ridículos informes de las fuentes terroristas de Hamas que aseveran desde un primer momento que la mayor parte de los muertos son niños, no solo es falso sino también estúpido argumentar que los miles que disparaban sus AK47, sus RPG, y miles de misiles a pobladores civiles israelíes (árabes, drusos o judíos) eran en realidad niños.
Personalmente no tengo ninguna imaginable coincidencia ideológica o humanística con el Sr. Netanyahu, pero menos aún, con tanta difamación falsa y sin sentido originada en fuentes terroristas musulmanas de Hamas, Hezbollah e Irán, financiadas por toneladas de petróleo persa y árabe y repetidas de modo muy estúpido o interesado por muy fervorosos antisemitas, políticos de pseudoizquierdas, funcionarios de la ONU y ahora también de la Iglesia.
Judíos: datos para aniquilar falsos relatos
La resolución de partición de la ONU (resolución 181) aprobada el 29 de noviembre de 1947 dividió el Mandato británico de Palestina en dos Estados independientes, uno judío y otro árabe. Esto fue totalmente aceptado por los judíos, pidiendo Ben Gurión a los árabes profundizar los lazos de unión y desarrollo conjunto, lo cual fue rechazado totalmente por todos estos.
La propia Declaración de Independencia de Israel (ley fundamental del Estado) estableció:
“LLAMAMOS - en medio del ataque lanzado contra nosotros desde hace meses - a los habitantes árabes del Estado de Israel a preservar la paz y participar en la construcción del Estado sobre la base de una ciudadanía plena e igualitaria y de la debida representación en todos sus instituciones provisionales y permanentes”.
Esto fue cumplido totalmente, hay partidos políticos, legisladores, jueces, muchos médicos y profesionales, militares y científicos musulmanes, drusos, charqueses y cristianos que junto a los judíos integran plenamente la muy pujante sociedad israelí (al menos hasta Octubre del 2023).
“EXTENDEMOS nuestra mano a todos los Estados vecinos y a sus pueblos en un ofrecimiento de paz y buena vecindad, y les hacemos un llamamiento para que establezcan vínculos de cooperación y ayuda mutua con el pueblo judío soberano asentado en su propia tierra. El Estado de Israel está dispuesto a aportar su parte en un esfuerzo común por el avance de todo Oriente Medio”.
Esto también fue cumplido, aunque parcialmente, junto con Sadat en Egipto y Hussein en Jordania, se pudieron tejer lazos pacíficos que aún persisten a pesar de múltiples vaivenes.
Antisemitismo en Argentina: una historia larga
Volviendo al momento inmediatamente después al anuncio de la independencia del Estado de Israel el 14 de mayo de 1948, los cinco países árabes circundantes atacaron al incipiente Estado judío y bombardearon Tel Aviv plegando además en sus tropas a cientos de irregulares palestinos que invadieron el territorio del antiguo mandato, atacaron y tomaron la mayor parte de Jerusalén la cual estaba muy poblada por árabes, judíos y cristianos. Esta guerra continuó por 19 meses finalizando en un mero armisticio y nuevos mapas.
La mayor parte del territorio del propuesto Estado Árabe en Palestina fue capturado por Jordania (Jerusalén antigua, Judea y Samaria) y por Egipto (toda la franja de Gaza). Entre 1949 y 1967 (durante 18 años) ninguno de esos países hizo nada para avanzar en la creación de un Estado Palestino. Se adueñaron de esas tierras y apilaron a miles de familias en campamentos de refugiados financiados por dinero del resto del mundo, negándoles a la mayoría una ciudadanía y menos aún cualquier derecho a construir un Estado independiente.
Desde luego estos hechos históricos irrefutables, son ocultados tras relatos distintos (un inventado ataque judío a Jerusalén, la anterior declaración Balfour, etc.) todo con similar connotación a lo anteriormente hecho por los romanos o europeos.
Se disfraza así que el objetivo central del ataque árabe de 1948, era la destrucción de Israel y la voluntad de asesinar y tirar el resto de los judíos al mar (terminar la tarea inconclusa de Hitler según su influente e íntimo admirador Hajj Amin al-Husayni, muftí musulmán de Jerusalén).
Pues bien, las cosas no terminaron de esa manera, tampoco los judíos tiraron a los árabes al mar después de la Guerra de 1967 (cosa que seguramente hubiera pasado con los judíos ante un resultado distinto).
La guerra de Yom Kippur de 1973 volvió a cambiar mapas y cosas importantes, luego Israel decidió retirarse unilateralmente de Gaza y parte de Judea y Samaria dejando el control absoluto a las aun incipientes autoridades y fuerzas palestinas.
Los acuerdos de Oslo marcaron un derrotero de esperanza para que finalmente pudiera erigirse un Estado Palestino al lado de Israel, aliado con este en un acuerdo final y definitivo, también con Jordania y Egipto en un inicio de un espacio y mercado común, al cual se integrarían otros países de Medio Oriente.
El asesinato de Sadat, el asesinato de Rabin, el miedo y posterior muerte de Arafat, la muerte del rey Hussein, los intereses dictatoriales y asesinos de Irán, Hamas y Hezbollah y los sectarios y mezquinos de Netanyahu, han llevado a una actual situación insoportable e impredecible para todos los involucrados.
Sin embargo debe quedar claro que en octubre del 2023, Israel no atacó a Gaza.
Con el comando de Hamas y la Jihad islámica Gaza atacó e invadió zonas de Israel, no especialmente instalaciones militares, sino esencialmente civiles; masacró, violó y secuestró ancianos, mujeres, niños y bebés, cometiendo los actos más sanguinarios y aberrantes que la humanidad reciente pueda recordar (violar reiteradamente y rebanarles los pechos a mujeres antes de matarlas, degollar bebes en sus cunas, y mostrar a los padres cuando degollaban a niños pequeños).
La matanza de niños en Gaza no solo es falaz sino una imperdonable maldad"
Todo esto está filmado por los propios perpetradores, quienes se enorgullecieron relatando telefónicamente estos actos a sus familiares; muchos usaron la anfetamina Captagón, pero aun con la similitud de los nazis utilizando el Pervitin, no hay ninguna justificación posible para tanta crueldad.
Sr. Papa Bergoglio comparar estos hechos intencionales e infernales con lo actuado por las fuerzas de Defensa de Israel en Gaza, argumentando "la matanza de niños en Gaza" no solo es falaz sino una imperdonable maldad.
En primer lugar, como un caso único de en la historia de las guerras, para evitar muertes de civiles, Israel informó y advirtió a los ciudadanos de Gaza, con emisiones en árabe de radio y panfletos respecto a los lugares y momentos en que atacaría, (ninguna fuerza militar en ninguna guerra de la historia efectuó tal hazaña).
Desde luego las fuerzas de Hamas protegidas en cientos de kilómetros de túneles no permitieron nunca el acceso de civiles a estos y además exigieron a punta de AK47 a los civiles mantenerse a la intemperie arriba de ellos para evitar ser bombardeados. Del mismo modo, utilizaron todos los hospitales y escuelas de UNWRA como guarida de combatientes, depósitos de armas y hasta cárceles para secuestrados.
Les robaron a los civiles árabes el dinero, la comida, el combustible y asesinaron a mansalva a judíos y judías secuestrados o árabes de Gaza que se atrevieron a hacer cosas distintas (como la bondadosa alma de la Sra. Islam Hijaz del programa Heal Palestina asesinada por negarse a entregar a Hamas el dinero juntado por ella para ayudar a las familias necesitadas). En definitiva, todos y cada uno de los crímenes de guerra tipificados por la ignorada Convención de Roma.
A pesar de ello las fuerzas militares israelíes han intentado recurrentemente limitar la muerte de inocentes. ¿Será por eso que se las acusa de no hacerlo?
No escuchamos reclamos muy fuertes por las mujeres perseguidas y torturadas en Afganistán o Irán, ni por los sirios de Assad gaseando a civiles o los rusos bombardeando masivamente ciudades en Siria y Ucrania, ni Hezbollah o las milicias iraníes masacrando civiles en pueblos de Siria durante la guerra civil. Ninguno tuvo los cuidados demostrados por los israelíes.
¿Cómo debe terminar esto? ¿Siguiendo el consejo de los miles de estúpidos manifestantes antisemitas que exigen la “liberación” de Palestina desde el río (Jordán) hasta el mar? Entonces, como Israel no va a ser por ahora derrotada, ¿los judíos deberían consecuentemente obedecer esos reclamos y echar a todos los palestinos al mar vaciando a Israel y Palestina de ellos?
Aunque por suerte muy escasos judíos puedan pensar de esa forma, somos millones los que entendemos la real propuesta sionista y humanista de Herzl y nos oponemos firmemente a esto. Por ello y a pesar de todo, aún insistimos en que la fórmula mágica se basa en la solución de dos Estados fuertemente asociados entre sí, partiendo de un respetuoso reconocimiento de la dura historia y trágica realidad que los une.
En estos trascendentes 80 años de la liberación de Auschwitz tanto el muy sufrido pueblo palestino al igual que el “histórico recolector de holocaustos” pueblo judío, deben dedicarse a superar los perjuicios creados por propios y terceros, uniéndose en un esfuerzo mancomunado para superar su profundas enemistades culturales, religiosas y políticas| y expulsando de su seno, a todos los fabricantes de “muy prometedoras” nuevas y sangrientas tragedias humanas.
