OPINIóN
Género y elecciones

Razones del voto de las mujeres

20231014_milei_cuarterolo_g
Milei. Las mujeres apoyan menos su candidatura que los hombres. | Pablo Cuarterolo

A pocos días de celebrarse las elecciones presidenciales, las encuestas coinciden en señalar que las mujeres apoyan en menor medida que los hombres la candidatura de Javier Milei. Recientemente el candidato desconoció que existan desigualdades de género en el mercado de trabajo, prometió eliminar el Ministerio de las Mujeres, Géneros y Diversidades, recortar derechos y reducir las políticas de bienestar. Esta falta de apoyo del electorado femenino ¿es una particularidad de Argentina o sucede algo similar en el resto del mundo?

Durante mucho tiempo se les adjudicó a las mujeres un mayor apego a los valores tradicionales, que se expresaba en actitudes y en un comportamiento electoral más conservador que el de los hombres. Sin embargo, el tránsito hacia sociedades más igualitarias en términos de género reconfiguró las preferencias políticas e ideológicas, en especial en las democracias de altos ingresos. El creciente acceso al mercado laboral, las mejoras en el nivel educativo, una mayor presencia de mujeres en puestos de decisión y la pérdida de centralidad de la religión, entre otros factores, han cambiado la forma de votar de las mujeres, inclinando su voto en favor de partidos a la izquierda del espectro ideológico.

En mi investigación sobre las razones del voto desde la transición a la democracia hasta nuestros días, puede verificar que esto aplica también para Argentina. Allí vinculé la intención de voto, la ubicación ideológica de los partidos y las características de los votantes. Usé “izquierda” y “derecha” en términos económicos, siguiendo la clasificación de partidos políticos del proyecto Variedades de la Democracia (V-Dem). Así, los partidos de la izquierda económica quieren que el Gobierno desempeñe un papel activo en la economía, lo que incluye impuestos más altos, más regulación y gasto público y un Estado del bienestar más generoso que contemple, por ejemplo, políticas de cuidado. En cambio, los partidos de la derecha económica hacen hincapié en reducir el papel del Gobierno en la economía: privatización, impuestos más bajos, menos regulación, menos gasto público y un Estado de bienestar más delgado. La escala va de cero a seis, donde cero es extrema izquierda y seis extrema derecha.

Esto no les gusta a los autoritarios
El ejercicio del periodismo profesional y crítico es un pilar fundamental de la democracia. Por eso molesta a quienes creen ser los dueños de la verdad.
Hoy más que nunca Suscribite

Situaciones inversas

Aquí algunas de las conclusiones. En Argentina, las mujeres que trabajan fuera del hogar votan por partidos que se ubican a la izquierda de los partidos que apoyan las amas de casa y las jubiladas. Con los hombres sucede lo contrario; los hombres que trabajan afuera del hogar votan más a la derecha que los que no trabajan o son jubilados.

El proceso de secularización también impactó en las mujeres argentinas; las que no practican una religión se diferencian en su voto de las practicantes, votando las primeras más a la izquierda que las segundas; a la vez, las no practicantes se diferencian de los votantes masculinos de su misma condición, respecto de los cuales también votan más a la izquierda. En cambio, los hombres no religiosos votan más a la derecha que sus pares religiosos.  

El estado civil también tiene un efecto sobre el voto, y es más fuerte entre las mujeres. Las mujeres separadas, las divorciadas y las viudas votan más a la izquierda que las solteras. La situación inversa se da entre los hombres; los hombres separados, divorciados o viudos votan más a la derecha que los solteros. A la vez, un aumento de la proporción de mujeres en puestos directivos empuja el voto de mujeres y hombres hacia la izquierda, si bien entre las mujeres esta condición tiene un efecto mayor. Estas conclusiones surgen de analizar más de sesenta encuestas de opinión, cara a cara, con muestras de alcance nacional, realizadas en nuestro país a partir de 1984.

En síntesis, las preferencias político-ideológicas de las mujeres con mayor autonomía se ubican a la izquierda de las preferencias del resto de las mujeres y de las de los hombres. Esto arroja luz sobre las próximas elecciones; al igual que sucede en el resto del mundo, una mayor emancipación de las mujeres se opone al avance de partidos de ultraderecha. Lo hemos visto ya en el caso brasileño, donde las mujeres jugaron un rol clave a la hora de evitar la reelección del expresidente Jair Bolsonaro. ¿Sucederá lo mismo en Argentina el 22 de octubre?

*Profesora Titular e Investigadora de la Escuela de Política y Gobierno, Universidad Nacional de San Martín. Miembro de la Red de Politólogas - #NoSinMujeres