La mejor temporada de los últimos años. Así se refieren los históricos de Punta del Este a este verano 2025 que, efectivamente, tiene una cantidad de visitantes récord, la mayor parte provenientes de la Argentina, quienes, con la coyuntura cambiaria a favor, disfrutan de la ciudad balnearia más exclusiva y sofisticada de Sudamérica.
Los últimos números conocidos al promediar enero, indican que los argentinos lideran la lista de ingresos al país. Al 10 de enero pasado se habían verificado 533.000 ingresados registrados según datos de la Dirección Nacional de Migraciones.
La cifra anterior se compone de 261.000 argentinos, 146.000 uruguayos, 56.000 brasileños, 11.000 ciudadanos americanos (USA) y el resto europeos y otras nacionalidades sudamericanas.
Punta del Este suma a sus atractivos la más vanguardista oferta arquitectónica, un variado portfolio de servicios, como su diversificada y cosmopolita propuesta gastronómica. Por si esto fuera poco, se ha convertido en un reducto artístico de la región.
Así, Punta del Este registra, de hecho, cada vez más residentes permanentes, lo que ha traído aparejado de un tiempo a esta parte el desembarco de escuelas primarias y secundarias así como proyectos de nuevas universidades y clínicas médicas. El fenómeno se registra desde el año 2015, eclosionando durante la pandemia, y redunda en que la ciudad balnearia tenga cada vez más habitantes.
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Este es el marco en el que se desarrolla el mercado inmobiliario de Punta del Este, donde, puntualmente, hay toda una novedad: la aparición de inversiones y desarrollos comprendidos por la Ley de Vivienda Promovida, proyectos que con exactitud se encuentran en Pinares, Maldonado Centro, Roosevelt, Mansa y otras zonas habilitadas por la ley.
Bajo el régimen de Vivienda Promovida uruguaya se compraron más de 2.000 inmuebles en la última década. Es importante saber que esta ley no aplica solo para comprar de vivienda permanente sino que también permite destinar a renta aquellas propiedades adquiridas como inversión. Por cierto, hoy se calcula que la rentabilidad inmobiliaria que se obtiene de un alquiler en Uruguay (Montevideo, Maldonado, etc) oscila entre el 4.5 y 6% anual en dólares en régimen de arrendamiento anual.
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Si sintonizamos la presente temporada con lo que sucede en el mercado inmobiliario local hay un punto para resaltar: durante este verano se están cerrando compras de propiedades, lo que era infrecuente en temporada. Y un número que cierra todo lo expuesto: 10% de la población permanente de Maldonado es argentina.
Cuando el tema es la inmigración, en líneas generales, Uruguay ofrece beneficios fiscales y un régimen tributario que se basa en el principio de la fuente. Dicho de otro modo, el país ha adoptado el principio de territorialidad para su régimen tributario. Esto significa que sólo se gravan las rentas de fuente uruguaya provenientes de “actividades desarrolladas, bienes situados o derechos utilizados económicamente en la República, con independencia de la nacionalidad, domicilio o residencia de quienes intervengan en las operaciones y el lugar de celebración de los negocios” (Art. 7 del Título 4 del TO 1996).
Para los aspirantes -personas físicas- a obtener la residencia fiscal uruguaya, una política impulsada explícitamente por el presidente saliente Luis Lacalle Pou, se basó en agregar al régimen ya existente de inversión mínima necesaria para calificar, (aproximadamente US$ 2 millones a valores de hoy), una nueva modalidad de acceso basada en una inversión inmobiliaria de aproximadamente US$ 500.000, a valores actualizados, con la condición de establecer una estadía mínima de 60 días al año.
Sin embargo, existe alguna excepción al principio de la fuente. Las personas físicas residentes fiscales uruguayas están sujetas al pago de impuesto a la renta, a la tasa del 12% sobre los rendimientos de capital mobiliario del exterior -repetimos, capital mobiliario-, es decir, depósitos, préstamos, dividendos y en general de toda colocación de capital o de crédito de cualquier naturaleza.
No obstante, los extranjeros que accedan a la residencia fiscal uruguaya pueden optar por no pagar ese impuesto durante el año civil en que adquieren la residencia fiscal y durante los 10 siguientes. Este incentivo se denomina tax holiday.
La elección del destino de inversión dependerá exclusivamente de la voluntad del inversor. Montevideo, Colonia, Carmelo y, ahora, Punta del Este, así como el resto del territorio nacional permiten por igual acceder a la seguridad jurídica inherente al país y su estabilidad económica y política, y a una alta calidad de vida.