OPINIóN
la voz de la dignidad

Profeta de una Iglesia “en salida” al mundo

Después de dos personajes del calibre de Juan Pablo II y Benedicto XVI, ¿qué deja Francisco al mundo del tercer milenio?

22_04_2025_22_04_2025_papa_francisco_martatoledo_g
| MARTA TOLEDO

La figura del Papa Francisco, sin duda, ha hecho su aporte al mundo de hoy. Llega el momento de hacer un balance al final de su vida: como decían los antiguos, este puede hacerse solo al final.

Después de dos personajes del calibre de Juan Pablo II y Benedicto XVI, ¿qué deja Francisco al mundo del tercer milenio?

Si Juan Pablo II fue la voz de los que no tenían voz —aquellos oprimidos tras la Cortina de Hierro— y Benedicto XVI fue la voz de una razón cristiana que no lograba interpelar a la cultura, Francisco fue la voz de la dignidad de quienes no tienen voz porque —desde la pobreza innumerable del mundo moderno— no encontraban visibilidad. También se ha dicho que Juan Pablo fue los pies del peregrino y la fuerza de las manos que construyen, Benedicto la inteligencia que ilumina, y Francisco el corazón que da calor y ternura. Todos reflejos del mismo Jesucristo.

Esto no les gusta a los autoritarios
El ejercicio del periodismo profesional y crítico es un pilar fundamental de la democracia. Por eso molesta a quienes creen ser los dueños de la verdad.
Hoy más que nunca Suscribite

Kevin Farrell, el camarlengo papal: quién es el encargado del Vaticano durante la "tempore sede vacante"

Desde una fidelidad originaria al mensaje de Jesús, Francisco puso en primera plana a los pobres, y por contraparte, la indiferencia del mundo desarrollado ante una pobreza naturalizada. Su magisterio social ha sido una marca personal. Con crudeza y claridad, sin eufemismos, denunció realidades de marginación económica y social que “no son noticia”. Muchos poderosos de la tierra lo mimaban con las palabras, mientras sentían su palabra punzante en las costillas. Fue un personaje incómodo, difícil de domesticar.

No hay que olvidar el momento en el que asumió el pontificado: la dramática situación interna de la Iglesia que desembocó en la renuncia de Benedicto. Reinaban la oscuridad, el desconcierto y la incertidumbre. Y de repente, un rostro sereno y decidido empezó a hablar de alegría, misericordia y esperanza. En poco tiempo, la Iglesia reencontró su rumbo, aún con tensiones sin resolver.

Pienso en las palabras que me evoca su recuerdo cuando cierro los ojos: alegría, misericordia, pobres. No la abstracción de la “pobreza”, sino el rostro concreto de cada persona que la padece. También me viene a la mente un concepto difícil de definir, una capacidad de sostener tensiones entre conceptos opuestos: ortodoxia y apertura, respeto a los demás conservando la propia identidad.

Qué dijo sobre su muerte el Papa Francisco en su autobiografía "Esperanza"

Fomentó el ejercicio de diálogo abierto con todos, poniendo en primer lugar la dignidad del interlocutor, el respeto a su corazón y sus elecciones, antes que el juicio a sus opciones morales. Esto incomodó a algunos.

En este punto, percibí una única excepción: su desprecio a los corruptos. No solo a quienes están enredados en tramas mafiosas de política, medios, empresas o tribunales, sino a aquellos de corazón insensible ante el problema más grave del planeta: la multitud de marginados del sistema que no pueden alimentar a sus hijos ni darles un futuro. El descarte de nuestra sociedad.

En el seno de la Iglesia fue el profeta de la Iglesia “en salida” hacia el mundo en el que estamos, con más seriedad y decisión, sin perder energías en “internas”. Primó su convicción de que la iglesia fuera un “hospital de campaña”, abandonando el encierro en los templos (físicos o morales), y “saliendo”, aun a riesgo de accidentarse: prefería una Iglesia accidentada que “protegida” en ambientes enfermizos de aire viciado por el encierro.

Es un legado que la Iglesia abraza con agradecimiento.

*Sacerdote y teólogo, capellán y profesor en la Universidad Austral.

Disfrutá nuestra newsletter
Recibí en tu email todas las noticias, coberturas, historias y análisis de la mano de nuestros periodistas y editores especializados.