Esta semana conocimos el dato de pobreza e indigencia comunicado por el Observatorio de la Deuda Social de la UCA para el tercer trimestre 2024. En este mismo dato obtuvimos que la pobreza brindó el 49,9% mientras que la indigencia fue de 12,3%.
Debemos entender que estos datos deben contrastarse para conocer la evolución contra el mismo trimestre del año anterior, en el cual los datos fueron de pobreza 44,7 e Indigencia de 9,6%. Esto quiere decir que en el transcurso de un año la pobreza creció 11,6% mientras que la indigencia se incrementó en un 28,1%. Todo ello es consecuencia de las medidas económicas tomadas desde el 12 de diciembre 2023 como lo fueron la liberación de precios del DNU 70/2023 y la depreciación del peso de 360 a 800 por cada dólar, que influyó en los niveles de precios del IPC que lo llevaron de 12,8% en noviembre 2023 a 25,5% en diciembre 2023. A posteriori y con la aprobación de la Ley Bases 27.742 con las reformas de la Ley 20.744 y modificatorias liberando el tema de despidos, a pesar que correspondía hacerlo sólo para nuevos contratos laborales, se incrementó la cantidad de despidos con la nueva modalidad –lo que va a generar un caos en la Justicia Laboral– sin importarles dejar sin ingresos a los trabajadores despedidos, lo que los llevó directamente a la indigencia como consecuencia de dejar de tener ingresos.
En el plano de la infancia pasamos de tener 62,9% de pobres y 16,2% de indigentes en niños de 0 a 17 años inclusive en 2023 a 65,5% de pobres y 19,2% de niños indigentes, en este caso la indigencia suma casi un 20% más que el año anterior.
Para entender porqué muchos preguntan, ¿cómo esto todavía no estalló en lo social? Es consecuencia de que en 2001 la pobreza + indigencia significaba 64,1% mientras que si bien hoy otorga un 62,1% la misma sumatoria, el tema pasa por el nivel de indigencia que era de 15,5% en 2001 y hoy recién llega al 12,3%.
Si tenemos que analizar el tema puro de crecimiento de la pobreza debemos decir que mientras la clase media en 2023 era un total de 42,7% de la población, este año suma un total de 34,8%; o sea, para que quede un poco más claro un 20% de la clase media del 2023 cayó a la pobreza en un solo año.
Lo que más ruido nos genera es saber que este sacrificio es plenamente inútil e innecesario, porque se podían solucionar los problemas argentinos, a nadie le cabe duda que no estábamos en Suiza, sin caer en estos altísimos niveles de hiperrecesión y/o depresión económica solo para pagar en un sólo año la suma de US$ 11 mm de intereses por la deuda externa, a costa de la población siendo los más castigados en todo momento los más vulnerables como son los niños y nuestros jubilados. Es muy fácil ser fuerte con los débiles y débil con los fuertes.
*Analista económico y tributarista.