En Japón, Shinzo Abe reactivó la economía con inyección de dinero estatal; Menem lo hizo con el boom de inversiones extranjeras; y Kirchner, con exportaciones. Hay 4 cosas que podrían servir en la coyuntura actual y no son ninguna da las anteriores.
Maximiliano Ramírez: “Hubo un primer trimestre muy duro para lo que es el sector real” |
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Claudio Ramos*
En las circunstancias actuales, no hay posibilidad de que la economía argentina se reactive más allá de algún sector particularmente beneficiado o un leve repunte temporal que luego puede desvanecerse.
Inicialmente, la economía suele beneficiarse de una significativa inyección de dinero estatal, como se implementó bajo la administración de Shinzo Abe en Japón. Sin embargo, Javier Milei ha optado por reducir severamente los gastos estatales para contener la inflación, descartando esta opción como viable a corto plazo.
Otra estrategia históricamente efectiva ha sido fomentar un boom de inversiones extranjeras, similar a lo experimentado durante la presidencia de Carlos Menem en los años 90. No obstante, las estrictas restricciones al dólar actualmente en vigor hacen que esta vía sea prácticamente inviable, ya que desalienta la inversión extranjera al limitar la repatriación de capitales.
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Un tercer enfoque, frecuentemente adoptado por líderes como Cristina Kirchner y Juan Domingo Perón, es estimular el consumo interno mediante el aumento de ingresos y la reducción de tarifas e impuestos. Aunque inicialmente puede parecer efectivo, esta estrategia conduce inevitablemente a una alta inflación y a una disminución de la actividad económica, como ha demostrado la experiencia pasada en Argentina.
Finalmente, un incremento sostenido de las exportaciones ha sido otra táctica exitosa, observada durante el mandato de Néstor Kirchner y en otros países exportadores de productos agrícolas. Sin embargo, el actual valor sobrevaluado del dólar argentino ha desalentado significativamente las ventas al exterior, mientras que agricultores e industriales presionan por la eliminación de retenciones e impuestos, propuestas que enfrentan resistencia en el gobierno libertario.
En la dirección opuesta a la Ley de Bases, que los aumenta, el gobierno debería bajar el IVA al 15%; el Impuesto a las Ganancias, al 20%; eliminar Ingresos Brutos —un impuesto muy distorsionante inventado por las provincias; y eliminar el impuesto al cheque o débitos bancarios y el impuesto al patrimonio"
En este contexto desafiante, es crucial presentar alternativas viables y racionales para la reactivación económica de Argentina. Dadas estas circunstancias, no hay posibilidad de que la economía despegue, por lo que es esencial presentar una alternativa factible y racional, aunque no exenta de dificultades.
Ajuste del Valor del Dólar: Si actualizamos el valor de la divisa estadounidense por el índice de inflación desde diciembre, daría aproximadamente 1400 pesos, que es el precio al que se cotiza en el mercado libre.
Esto demuestra el atraso en el valor del dólar, que se actualiza al 2% mensual contra una suba de precios del 5-7%, que lo deja rezagado. La experiencia recomienda comenzar con un dólar bien alto, previendo que luego los precios subirán en busca de rentabilidad, reduciendo ese colchón. Un dólar a 2000 pesos es lo más aconsejable.
Reducción y Eliminación de Impuestos: Contrario a la Ley de Bases, que los aumenta, el gobierno debería arriesgarse a bajar el IVA al 15%; el Impuesto a las Ganancias, al 20; eliminar Ingresos Brutos —un impuesto muy distorsionante inventado por las provincias; y eliminar el impuesto al cheque o débitos bancarios y el impuesto al patrimonio.
Además, algunas ramas industriales y comerciales tributan 38% en cargas sociales para beneficiar principalmente a los sindicatos. Esto debería reducirse al 20% en total, dividido en 15% que pagaría el empleador y 5% el empleado. Donald Trump y Jair Bolsonaro tuvieron un notable desempeño económico durante sus mandatos gracias a la eliminación y reducción de impuestos.
Autonomía del Banco Central: Como ya hemos señalado anteriormente, los países serios mantienen la total independencia por estatuto de sus bancos centrales, de manera que se abocan a regular la tasa de interés, controlar entidades financieras y determinar la cantidad de circulante monetario. Estados Unidos, Brasil, Japón, toda Europa, Gran Bretaña, Perú y otros funcionan muy bien de esta manera.
Javier Milei convirtió el Banco Central en un apéndice servil de su gestión. Recordemos la década de la Convertibilidad en los años 90 con bajísima inflación, crecimiento de la economía, de las reservas y de las exportaciones, manteniendo el Banco Central completamente autónomo.
Reforma de la Constitución Nacional: Aunque los analistas políticos sostienen que “Milei no logra que le aprueben ni un decreto, mucho menos una reforma constitucional”, sería de gran interés involucrar a la sociedad en un debate para volver la Carta Magna a 1853 y eliminar los cambios absurdos que sindicalistas, políticos y sacerdotes introdujeron en 1994 para conceder la reelección a Menem. Con solo eliminar la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, el Ministerio Público, el Consejo de la Magistratura y el tercer senador por la oposición se ahorrarían miles de millones de dólares.
Y mucho más si se aparta la Iglesia Católica del Estado, se suprime la bienvenida a cualquiera que desee inmigrar al país y se establece el voto voluntario en lugar del obligatorio. Si se moderniza así, la Constitución se convertirá en la base del despegue de Argentina, país que fue el octavo en ingresos per cápita en todo el mundo al comenzar el siglo XX.
¿Subir el dólar aumentaría la inflación? Sí, indudablemente, devaluar fuertemente el dólar dispararía una subida de precios, aunque no duraría más de tres meses. ¿Recortar y eliminar impuestos haría caer la recaudación? Sí, es seguro que se volvería al déficit fiscal si se bajan y eliminan impuestos, pero en pocos meses la base de contribuyentes aumentará mucho porque todos los comercios, profesionales, industrias y el sector agropecuario pasarían a tributar sus obligaciones. ¿Se opondrán gobernadores, sindicatos y políticos populistas a reformar la Constitución? También se debe descontar la férrea oposición de los sectores que se benefician del status quo actual, y por eso Milei debe convocar a la mayoría de la gente que lo apoya y desea terminar con la Argentina de los privilegios y de las injusticias, esa enorme cantidad de ciudadanos que creen en Javier Milei como el revolucionario de la libertad que devolverá al país a la senda del crecimiento y la riqueza.
Este plan va dirigido a quienes afirman que “a nadie se le cae una idea” o que “no existen propuestas alternativas al programa antiinflacionario actual”. Y esperemos la andanada de insultos y descalificaciones que lloverán de boca del presidente de la Nación.
