OPINIóN
Ser nosotros

Patrimonio Cultural, recurso insoslayable del desarrollo sostenible

Lo económico, social y ambiental son pilares del desarrollo sostenible y los tres son legitimados por la cultura de cada comunidad. Qué lugar ocupa entonces el patrimonio cultural en el horizonte.

Museo Casa Carlos Gardel
Museo Casa Carlos Gardel | Instagram @museocasagardel

Estamos casi todos de acuerdo con la premisa de que vivimos en un mundo cuyo ritmo de transformación es vertiginoso. A la orquesta de identidades que nos conforman como individuos en la vida, se suman hoy otros tantos perfiles virtuales que, muchas veces, nos ocupan más tiempo que la vida misma. La pregunta por nuestra identidad no sólo individual, sino colectiva, es más que pertinente. 

¿Pero hay una respuesta? Claro que no. Tampoco importa. Es la pregunta la que nos guía en la construcción de esa identidad colectiva en constante cambio, formada por multitud de identidades que la enriquecen, la cuestionan y la hacen mutar. El Patrimonio Cultural es el espejo en el que debemos preguntarnos quiénes somos, a partir de quiénes fuimos, para poder proyectar quiénes queremos ser como sociedad.

La categoría patrimonio cultural no es una propiedad intrínseca de un sitio, edificio, monumento, objeto o elemento inmaterial, sino una construcción cultural y, como tal, se forma a través de la educación (a todos los niveles), la transmisión de valores, la formación específica y la divulgación.

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La Argentina tiene un patrimonio cultural sumamente rico y heterogéneo, atravesado por la diversidad, que es quizás la única constante en nuestra identidad colectiva. En los últimos años hemos avanzado muchísimo en el reconocimiento, protección, puesta en valor y conservación de nuestro patrimonio. 

La categoría patrimonio cultural no es una propiedad intrínseca de un sitio, edificio, monumento, objeto o elemento inmaterial, sino una construcción cultural y, como tal, se forma a través de la educación (a todos los niveles), la transmisión de valores, la formación"

Desde la renovación y modernización tecnológica del Teatro Colón de Buenos Aires, reinaugurado en 2010 y destacado como una de las joyas arquitectónicas más sobresalientes del eclecticismo historicista en nuestro país, hasta la puesta en valor de la Casa sobre el Arroyo en Mar del Plata, considerada uno de los mejores ejemplos de la arquitectura del Movimiento Moderno en Argentina y recientemente inaugurada. 

La sostenibilidad es un imperativo ético. Planificar el territorio teniendo en cuenta el recurso del patrimonio cultural, también"

Ambas obras fueron impulsadas y ejecutadas por políticas y fondos públicos -de la Ciudad de Buenos Aires y de la Nación, respectivamente–, trascendiendo gobiernos de diferente color político. 

Esto habla, felizmente, de algún consenso colectivo en el reconocimiento del valor fundamental que el Patrimonio Cultural tiene en el desarrollo social y económico.

El año pasado se inauguró el sitio arqueológico La Cisterna, a poco más de dos cuadras de la Plaza de Mayo, en Buenos Aires. Este es un caso de éxito de gestión público-privada: tanto la cisterna encontrada en el predio -que fuera residencia de Juan Manuel de Rosas- como parte de los hallazgos arqueológicos, están hoy expuestos al público general en el museo que se construyó, con fondos privados, a partir de un acuerdo entre el propietario del edificio y la Gerencia de Patrimonio del Gobierno de la Ciudad. 

En el lugar donde vivió Juan Manuel de Rosas funciona el Museo del Sitio, con reliquias del 1800

Esta última coordinó y supervisó los trabajos, compartiendo la curaduría de las exposiciones y la actual gestión del sitio. Esta obra puso en valor la planta baja del edificio y los locales comerciales que allí se instalaron, impactando de manera muy positiva en el entorno del casco histórico y atrayendo a vecinos y turistas.

Si los tres pilares fundamentales del desarrollo sostenible son el componente económico, el social y el ambiental, el terreno donde se fundan estos tres pilares es la cultura. El patrimonio cultural es un recurso insoslayable para el desarrollo sostenible y no puede darse sin la participación activa, real y consciente de la comunidad. 

Abasto barrio cultural: una nueva manera de hacer realidad el desarrollo sostenible

El patrimonio cultural no es intocable, sino materia viva. Es imprescindible que sea reconocido por la comunidad como propio, para que pueda cumplir su rol y, por ende, es la propia comunidad quien debe construirlo.

Entre los años 2019 y 2023, el Ministerio de Cultura de la Ciudad de Buenos Aires llevó adelante el programa Abasto Barrio Cultural que, quien escribe, tuvo el privilegio de codirigir. Este programa tuvo dos grandes líneas de trabajo: un proyecto de transformación urbana y un plan de gestión cultural colaborativo. Ambos se anclaron en el reconocimiento participativo del patrimonio barrial tangible e intangible. 

El Estado cumplió el rol de mediador de las experiencias locales, transformándose en vehículo para las distintas manifestaciones culturales e identidades barriales. La Ciudad de Buenos Aires fue reconocida internacionalmente por este programa, como modelo de construcción ciudadana.

La sostenibilidad es un imperativo ético. Planificar el territorio teniendo en cuenta el recurso del patrimonio cultural, también. El desarrollo sostenible local, sólo así será desarrollo y, sólo así, será sostenible.

*Docente adjunta de Patrimonio y Ciudad de la carrera de Arquitectura de UADE