OPINIóN
Sin techo

Pasar el invierno en la calle

La Ley Nacional 27.654 establece que el Estado debe ocuparse de las personas en situación de calle y de las familias sin techo. En un año, creció alrededor de 34% la población que no tiene vivienda.

Personas en situación de calle: el 74% son hombres y el 26% mujeres
Personas en situación de calle: el 74% son hombres y el 26% mujeres | Net TV

Como suele ocurrir a esta altura del año, comenzamos a hablar sobre las personas en situación de calle. Los medios empiezan a sacar a la luz esta difícil situación por la que atraviesan miles de personas solas, familias y adultos mayores, a lo ancho y a lo largo de nuestro territorio nacional.

En esta oportunidad, contamos con la Ley Nacional 27.654 para personas en situación de calle y familias sin techo y su reglamentación mediante el decreto 183/2023. La Ley, encabezada por el ex Ministerio de Desarrollo Social de la Nación, hoy Capital Humano, tiene la obligación de hacerla cumplir. Fue sancionada en diciembre de 2021 y se reglamentó en 2023, por lo que todas las provincias y la Ciudad de Buenos Aires deberían dar cumplimiento y ejecución.

Debido a la situación económica que estamos atravesando, vemos cada día más gente en situación de calle. Están los crónicos, los permanentes, los nuevos, los que se caen del sistema debido a las políticas económicas de exclusión y pobreza estipuladas por un gobierno nacional que se muestra insensible ante estas realidades.

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La Ciudad de Buenos Aires, la más rica de nuestro país, tiene la obligación de afrontar esta problemática con mayor responsabilidad, sensibilidad y profesionalismo. En un año, creció un 34% la población que vive en la calle, por lo que es sumamente necesario llevar adelante una política pública sostenida en el tiempo. Este flagelo requiere un abordaje integral que no solo atienda las necesidades inmediatas, sino también medidas que saquen definitivamente a las personas de la calle y las reintegren al sistema laboral. Por ello, son necesarias estrategias y medidas de gobierno que posibiliten encontrar soluciones habitacionales dignas, tanto transitorias como permanentes.

Está claro que cuando las temperaturas bajan y este tema aparece, incluido en los medios, comienza a tener visibilidad y se ofrecen desde el gobierno de la ciudad muy pocas soluciones definitivas.Todoes para salir del paso y anuncios rimbombantes sin soluciones profundas.

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En el 2000, me tocó ser parte de un equipo que puso en marcha el primer parador nocturno de la Ciudad de Buenos Aires, y desde entonces es un tema que me preocupa y ocupa. Si bien son momentos diferentes en nuestro país y el paso del tiempo ha modificado la vida de las personas en la calle, algunas referencias siguen siendo las mismas.

Esto se trata, en definitiva, de construir una política pública que proteja, abrace, sea amorosa y construya una nueva comunidad para personas que se han quedado desprotegidas. De este modo, brindarles a aquellas personas sin recursos un lugar donde dormir, que solucione sus necesidades básicas, ya que muchos han perdido vínculos familiares y otros vínculos que se constituyen como referencia para salir de esta difícil situación. Asimismo, una de las tareas más difíciles será reparar y restituir sus vínculos afectivos, familiares y sociales.

En ese sentido, el Gobierno de la Ciudad deberá propiciar y fortalecer políticas públicas de inclusión social en defensa y restitución de los derechos humanos de las personas en situación de calle. Ya no basta con saber cuántas personas viven en la vía pública, sino que se debe profundizar conociendo a la persona, descubriendo cuál fue el motivo que la llevó a esta situación y detallando su historia habitacional. Las historias de vida de las personas serán muy útiles porque proporcionarán información para constituir políticas públicas de largo alcance, que sean transversales a todos los factores que afectan a las personas en situación de calle.

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No es con declaraciones expulsivas, mediáticas o electorales cómo se encontrarán soluciones. No se trata de cosas en la calle, ni de orden y limpieza, ni es un problema de espacio público; más bien se necesita invertir en políticas de Estado que abracen a quienes están en la calle. Todos vemos cómo se acrecienta el número de personas, familias y adultos mayores. Necesitamos que se actúe con rapidez y eficacia, para así evitar situaciones límites que nos provocaran un gran dolor y tristeza.

El Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires tiene que entender que las personas no van voluntariamente a dormir a la calle por primera vez, sino que se caen de un sistema que no los contuvo, por lo tanto,se debe abordar el problema no intentando culpar a las personas que duermen en la calle de su situación. Ellas no son el origen del problema. Nos pasa lo mismo con la pobreza. Abordamos el tema como si los pobres fueran el problema y nunca lo abordamos desde la riqueza. 

Lógicamente, está claro que el Gobierno de Jorge Macri es el máximo responsable, pero también es indispensable que interactúe con la sociedad civil, los clubes y las parroquias para encontrar soluciones definitivas. 

Deberán convocar a mesas de trabajo permanentes, no solo en tiempos de bajas temperaturas, y así generar articulación, comenzando por la atención de las necesidades básicas y continuando con políticas de inclusión educativa, formación laboral y soluciones habitacionales, más allá de los paradores, que como bien indica su función, son lugares transitorios. Cada caso es particular: nos encontramos con niñez y adolescencias, mujeres y diversidades, salud mental, consumos problemáticos, discapacidad, adultos mayores y personas solas. 

Sin lugar a dudas, debe ser abordado por profesionales que puedan brindar contención y empatía. Será indispensable adecuar y construir nuevos CIS (Centros de Integración Social) y CID (Centros Integrales de Día), tal como lo dispone la ley nacional, además de paradores abiertos y adecuados a la nueva población que vive en situación de calle. Muchos de ellos los podemos encontrar con sus carros de changas, con sus animales domésticos como único integrante de su “familia”, y grupos familiares que no pueden ser separados para darles una solución. 

Conociendo todo el abanico de situaciones, se deberán promover proyectos, planes y propuestas para soluciones habitacionales definitivas. Es importante que en los casos emergentes estén dadas las condiciones para instar a capacitaciones y a una inmediatareinserción laboral.

En muchos casos, la emergencia necesita asistencia inmediata del Gobierno de la Ciudad y este debe estar preparado para ofrecerla. No será suficiente con llegar solo con una frazada y algo caliente. El Estado no puede conformarse con tan poco, ni con contar personas por avenidas y zonas ya conocidas. También se deberá ver la situación de calle en los barrios populares, que cada vez es mayor.

Es muy movilizante encontrarse con personas en situación de calle, es muy constructivo poder hablar con ellas y es muy sanador poder abrazarlas. Estemos atentos en estos tiempos difíciles y, si vemos a personas en situación de calle, nunca dudemos en empatizar,busquemos las salidas institucionales más rápidas. Posiblemente les estaremos salvando la vida.

*Ex titular del Estado en tu Barrio, Congresal Metropolitano y Nacional del PJ CABA, Dirigente del NEP