El 8 de diciembre de 1992, quedó inaugurado el Centro Nacional de Alto Rendimiento Deportivo (CENARD). Esta obra, que iniciamos a los pocos días de haber comenzado nuestra gestión el 8 de julio de 1989, fue impulsada y acompañada por el presidente, Dr. Carlos Menem, quien además inauguró la obra. Así, se dejó plasmado en ese lugar histórico del deporte nacional un nuevo intento de poner al deporte argentino en lo más alto que pudieran nuestros deportistas, quienes volvían a tener en esas tierras un lugar que requerían, tras décadas sin políticas deportivas.
Debemos recordar este lugar por el paso de la Unión de Estudiantes Secundarios (UES), que nació allí en los momentos más importantes de la historia de nuestro deporte de la mano del general Juan Domingo Perón, al inicio de su primera presidencia el 4 de junio de 1946.
Mientras se levantaban paredes, se incorporaban nuevos edificios y se modificaban instalaciones, nunca dejamos de tener presente el legado de Perón. Por eso, en lo alto del frente del edificio central, donde en la planta baja funciona el teatro que recuerda con su nombre el paso de Evita por la cultura nacional, trabajadores de la construcción colgados de silletas destaparon el nombre de Juan Domingo Perón, con el que se recordaba el auditorio que tuvo su antecedente inmediato en cuanto a calidad y sonido, según los entendidos, al Teatro Colón.
El tiempo que llevó dejar a la vista el nombre del general Perón fueron varios días de trabajo: había sido tapado con cal y cemento en las épocas de la Revolución Libertadora, encabezada por el general Pedro E. Aramburu y el almirante Isaac Rojas, así como por otros gobiernos militares y civiles que tampoco recordaron la importancia que tiene el deporte y el arte como parte sustancial de nuestra cultura nacional.
Pasó el tiempo en el que no siempre el deporte estuvo acompañando a nuestros deportistas de alto rendimiento y a nuestros jóvenes en el inicio sustantivo que implica la práctica deportiva.
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Pero cuando pensábamos que esta disciplina formadora de una mejor sociedad, como es la que propone la diversidad deportiva y artística, estaba asegurada, otra vez, como a partir de septiembre de 1955, el gobierno de Javier Milei reaparece olvidando a la niñez y juventud argentina, recortando el presupuesto de los Torneos Evita y de nuestros hombres y mujeres que nos representarán en los Juegos Olímpicos de París 2024, y, como aquellos del 55, borrando el nombre de Juan Domingo Perón del lugar que ocupaba en el CENARD.
Despedir en el CENARD a los deportistas que nos representarán en París después de postergarles y quitarles su apoyo, es un acto de hipocresía y cinismo. Sin mencionar que se eliminaron las más de 1000 escuelas de iniciación deportiva de todo el país, suprimieron el apoyo a los miles de clubes de barrio, recortaron las becas de apoyo a nuestros deportistas y redujeron en un 70% a los Juegos Evita. Así, dejando sin oportunidades a las nuevas generaciones de deportistas y representantes de nuestra bandera en el mundo.
Se equivocan Milei y Scioli, porque el peronismo volverá, y, otra vez, los gobiernos nacionales y populares que vengan recordarán a Perón y también a Evita en el teatro de nuestro Centro de Alto Rendimiento Deportivo, así como en cada lugar de la Patria de los argentinos. Milei, nos falta tu comprensión, pero sabes que la Argentina será de todos y solo así nuestro pueblo será feliz.
Javier Milei reaparece olvidando a la niñez y juventud argentina, recortando el presupuesto de los Torneos Evita y de nuestros hombres y mujeres que nos representarán en los Juegos Olímpicos de París 2024"
Entiendo, Milei, que para vos y todo tu gobierno hablar de la “Escuela de Vida”, que para Juan Perón y el peronismo significa el deporte, desde el alto rendimiento y los campeones que Argentina pudo mostrarle al mundo, salidos todos desde nuestros clubes, desde los más importantes hasta el más pequeño de nuestro barrio más alejado de los grandes centros deportivos y culturales, no tiene ninguna importancia.
Como tampoco lo tuvo entregar comida almacenada proveniente del gobierno anterior a quienes ya no tienen ni para comer ni para medicamentos.
No tenés y no tienen ninguno de los que te acompañan un cachito de cariño por quien la pasa mal y necesita una mano. Solo te recuerdo que los hombres y mujeres de nuestro pueblo, cuando agotan su paciencia, suelen hacer tronar su escarmiento, como lo señaló Perón, el tres veces Presidente de la Nación.
