Semana casi final de un año inolvidable. Que todavía no terminó.
No se levanten de la butaca y menos tiren el ticket. Quizás hasta tengan que ir a comprar más pochoclo: puede que antes de levantar la copa el 31 a la noche, Javier Gerardo (Milei) nombre a dos jueces de la Corte Suprema por decreto. Nada nos importa que sea toda una movida de Lorenzentti y Santiago. A propósito de Santiago Caputo, ha logrado algo que pocos alcanzan tan rápido: cuando decís “Santiago” es obvio que es él. Llegó al nivel de Cristina, Wanda, Karina, Mirtha o Susana, pero en un lapso infinitamente menor al de todas ellas.
Lo primero que hay que decir de los teóricos supuestos e hipotéticos nombramientos de Lijo y García Mansilla por decreto y sin Senado es que los canales de tele, radios y páginas web van a estar agradecidos. En estos días no se puede solo vivir de transmitir las compras navideñas o de la llegada de la gente a Mardel o Carlos Paz (para playas de afuera no hay plata). Algo más siempre viene bien. Además, lo de la Corte está re bueno: pones un conductor y 19 opinadores del tema y vas tirando.
No es que queramos arruinarles el entretenimiento, pero permítannos abrir el paraguas: el Gobierno ha hecho en los últimos tiempos un verdadero arte del anuncio extraoficial de cosas que no pasaron (convocatoria a extraordinarias, proyecto para los extranjeros ilegales que van a universidades, presupuesto, etc).
Ahora, cuando los anuncios finalmente suceden, es particularmente divertido ver en público cómo tipos que odian la medida (la que sea) salen a bancar tirando fruta peor que Fidel Pintos (autor citado). O mejor, los que están re en contra en privado, van a salir corriendo a mandar tres wasaps: a Milei, a Lijo y a Mansilla, y en público no van a decir nada. Son los oficialistas tácitos. Ni siquiera funciona a control remoto porque no hay ni que pedírselos. Andan solos. Como robots (aclaración: vienen haciendo esto con todos los Gobiernos. Tienen experiencia).
Como trago a modo de aperitivo, el presi este fin de semana dijo que los libertarios podían tener una coalición 2025 con el PRO, pero si van juntos en todos lados, o sea, digamos, o sea, que no pueden ser aliados en una provincia y en la de al lado estar separados. Milei estaría planteando no solo un matrimonio, sino un matrimonio monógamo. Para la política argentina lo segundo sería inédito y por eso en el hipersensible mundo macrista los dichos cayeron como que Milei los estaba apurando. Lo cual puede ser cierto. Y que en el hipersensible mundo mileísta los macristas los quieren usar según la conveniencia de cada lugar. Lo cual también puede ser cierto. La síntesis perfecta sería que no se entiende nada (probablemente porque los propios protagonistas tampoco sepan. Suele pasar).
La semana la tuvo borrada a Cristina, que para los medios es que como que no haya novedades de Wanda (la que fue acusada de infidelidad con un excompañero, no de Maxi López —eso ya lo sabíamos— sino de Icardi, lo que técnicamente quiere decir que “icardió” a Icardi). Se ha visto que a Cris le va mejor fuera del peronismo que dentro: el último acto con Kicillof y compañía no se entendió muy bien y a la jura del PJ fue poca dirigencia importante. El mundo donde Ella es y se siente importante es el otro, porque, así como Evita “vivía” en el corazón de su pueblo, nuestra Cris vive en el corazón del antikirchnerismo.
Días antes Milei había blanqueado lo obvio: que su Gobierno necesita plata del Fondo Monetario, además de la que ya sabíamos, 15.000 millones de dólares más. Es una gran noticia porque los 15.000 millones guardados en el celular de Milei desde hace casi un año y medio van a salir a la luz. No es vano recordar que además de esta economía que maravilla al mundo entero, la timba financiera con ¡gracias a Dios! baja del riesgo país, la extraordinaria respuesta de los argentinos al blanqueo —en niveles récord—, la impresionante suba de las acciones de los bancos, y la baja de inflación (aunque a costa de un parate de la economía que no arranca, ni como flatulencia ni como buzo), las reservas verdaderas del Banco Central están en negativo y, ante la menor compra de dólares para visitar las playas de Ipanema, Leblon o Copabacana, Bal Harbour, Sunny Isles, la Mansa o la Brava, el billete subió 10% en 3 días. Por suerte el jueves y viernes la gente súbitamente optó por no disfrutar de esos soles extranjeros y decidió recibir el verano en los balcones y terrazas porteñas y, curiosamente, el dólar bajó.
Por segunda semana consecutiva a Vicky las cosas no le salen bien. Esta vez Pato Bullrich la pasó por encima y con razón. No se puede vender humo en redes sociales con el gendarme argentino detenido en Venezuela. Vicky a veces piensa demasiado en ser noticia sin reparar en las consecuencias ni en el cargo que ostenta.
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La muy mala relación entre Javier y Vicky V sigue y empeora. Hoy para la sociedad suena anecdótico preguntarse para qué tenés vice y esas cosas. Entre el vitel toné, el pan dulce, juntar unos mangos para irse a la costa o comprar dólares para irse afuera, a los argentinos, cuyo apego por las formas republicanas y democráticas no está entre las más sólidas del mundo, digámoslo en latín, el tema no les importa. Al fin y al cabo, son solo el presidente y la vicepresidenta (aclaración: el periodismo sí le está dando al tema la importancia que tiene. Lo subrayamos porque después la culpa la tenemos los periodistas que no contamos lo que pasaba, cuando en realidad es que nadie lo quería leer).
Esta columna tiene virtudes y defectos, pero sobre todo debemos remarcar uno, entre los primeros: la cobardía. Así que no hablaremos de los departamentos fantasmas (un cardumen de injurias de que hay diputados o funcionarios de la AFIP que no tienen declarados algún que otro metro cuadrado en Miami); de los cumpleaños de los fiscales federales (al fin y al cabo, fue un solo caso y por suerte la Justicia federal inmediatamente desestimó la infamante versión de que un integrante del edificio de Comodoro Py había hecho una mega fiesta por su cumple de 60. El video que circula es producto de la inteligencia artificial. Es más: hay varios invitados que ese dia a esa hora estaban en Alaska pescando unos y otros en Vladivostok aprendiendo japonés); de la llegada de un nuevo Señor Eight a la SIDE, como tampoco de indagar más en la incomprensible detención de un (ex)senador de la Nación que solo tenía 210.000 dólares en negro, encima cruzando una frontera. Y menos que menos pensar, ni siquiera imaginar, alguna crítica o un comentario negativo del tipo de “esto debilita a la república” si Javier termina nombrando a los dos jueces por decreto. Total, ¿quién no lo hizo antes? (respuesta: nadie en la era democrática. Disculpas por la aclaración)
La gran buena noticia de la semana (y esto en serio) es que bajó la pobreza: en el tercer trimestre terminó en 38,9%, prácticamente en lo mismo que estábamos en la primera parte del año pasado, después de haber llegado, post campaña electoral mediante, traspaso y devaluación, al terrorífico 52,9%.
Las razones son dos: la baja de la inflación y el aumento de ayudas sociales como la famosa AUH que en un año subió 351%. Todo esto es cierto y no hay aquí manipulación del Gobierno y, de vuelta, es una gran noticia. Pero tampoco perdamos la perspectiva: volvimos adonde estábamos antes del Alberto post pandemia, no cuando nos gobernaba Arturo Frondizi.
Milei ahora llegó al nivel por el que Macri no fue reelecto y el peronismo fue echado a patadas de la Casa Rosada. No ganamos el campeonato. Zafamos del descenso. Milei tiene ahora el desafío de bajar ese nivel adonde estaba hace muchos años. Por debajo del 30%, confirmando lo peor: desde hace décadas está cristalizado que un tercio de los argentinos son pobres. Y eso, hace años, nadie lo cambió. Nunca.
Feliz Navidad.
ML