Lamentable inicio del año parlamentario. Una despreciable jornada en el Congreso de la Nación completamente copado y bloqueado por el Poder Ejecutivo libertario. En la sesión inaugural del 1 de marzo, se limitó y dificultó la presencia de periodistas. Se habilitó la participación exclusiva de aplaudidores. Milei hizo un discurso repetitivo plagado de mentiras, redundante en falacias y prometiendo seguir destruyendo derechos con la motosierra.
Ni una palabra de la estafa presidencial de las cripto y un final violento con una acentuada marca fascista y mafiosa. El presidente usando su poder para agredir a un opositor, las cámaras que no dieron voz ni rostro al agredido y la claqué que festejaba riendo como la patota ante quien es golpeado. Finalmente, amenazas y agresión física al Diputado Facundo Manes en el propio Congreso por parte de uno de su troupe.
Además, en la cadena de mentiras y falacias, Javier Milei dijo que la actividad económica en el 2024 creció 5%. Esto es falso. Ese crecimiento fue del mes de diciembre y no del año entero, y ese crecimiento compensaba la baja de la actividad económica de diciembre del año anterior, que había sido del 4,2 % sobre una base mayor, con lo cual prácticamente se está a fojas cero.
Todo esto con la particularidad de que los sectores que crecieron son los del extractivismo, como la intermediación financiera, energía en combustibles fósiles y minería, los cuales hacen crecer la especulación, arrasan con nuestros bienes comunes y solo generan un escaso 4% de puestos de trabajo.
Otra mentira en la apertura de sesiones fue que al hablar de la inflación dijo que las “anclas” eran las fiscales y monetarias. Desde que asumió este presidente, las anclas fueron los salarios y tener pisado el tipo de cambio. Los salarios cayeron alrededor del 10% y el problema del ancla del tipo de cambio es que genera un problema de “apreciación”. Esto es cuando se mantiene alto el valor de la moneda local en relación a la moneda extranjera.
Sus consecuencias son que se pueden comprar menos bienes y servicios con la misma cantidad de moneda local, que los productos nacionales pierden competitividad con respecto a los extranjeros, que se destruye la industria nacional, se estimulan las importaciones y se desincentivan las exportaciones.
Milei dijo que desde el 2010 no se habían generado puestos de trabajo en el empleo privado registrado. Esto es falso: Los datos del INDEC indican que entre 2010 y 2015 se generaron casi 650.000 puestos de trabajo registrado privado. Entre 2015 y 2019 se perdieron 230.000. Y entre 2019 y 2023 se generaron 350.000. Otro dato oficial es que desde que asumió Milei se perdieron 120.000 puestos de trabajo en el empleo privado registrado.
El ajuste no recayó sobre la “casta política”. El ajuste fue un 20% sobre los jubilados, 20% fue la parálisis de la obra pública y el resto los despidos y la baja de salarios de la administración pública, los recortes en subsidios y asistencia social, golpeando especialmente a personas con discapacidad, personas con VIH y sectores vulnerabilizados.
Milei sigue mintiendo. Para seguir eludiendo la intervención del Congreso Nacional dice que no hay aumento de la deuda del Tesoro al firmar un nuevo acuerdo con el FMI. En realidad, el Tesoro estaría cancelando una deuda intraestatal (con el Banco Central) que se renueva indefinidamente sin condicionamientos, y que no tiene valor de mercado. Sin embargo, hay un nuevo aumento de la deuda del Tesoro con un acreedor privilegiado como el FMI, el cual interviene y condiciona el conjunto de la política económica. Más deuda para más ajuste.
Esto ya lo vivimos y seguimos repitiendo la vieja receta de la vieja y eterna deuda impagable.
Todo esto en el marco de sistemáticas violaciones a la Constitución Nacional en su lógica de gobernar por decreto y violando la división de poderes, como en el caso de nombrar por decreto dos jueces, con escasos o malos antecedentes, extensamente cuestionados e impugnados por diferentes organizaciones y sectores, ignorando además el mandato de igualdad de género.
Y en un clima de exacerbación del odio, se suma la violencia y la represión a jubilados/as, indígenas, migrantes, personas con discapacidad, personas con VIH o enfermedades delicadas, LGBTTTQNB+, feministas, ecologistas, brigadistas que luchan contra el fuego, periodistas, artistas y gente de la cultura.
Esperamos que el Congreso reaccione, que derogue el Decreto de los superpoderes, que rechace los pliegos de Lijo y García Mansilla condenando la nulidad de su designación por decreto, que avance con una comisión investigadora de la cripto estafa, y que no apruebe más endeudamiento.
Entretanto, el 8 de marzo las feministas tomaron las calles en defensa propia. Milei nos ataca, respondemos todas, todos y todes.
Fuimos las primeras en hacerle un paro a este gobierno el año pasado. Volvemos a convocar junto con el movimiento global a un nuevo paro feminista internacional antipatriarcal, antifascista, antirracista y LGBTTTIQ+. Fascismo es negar un mundo de libertad y equidad a las mujeres y diversidades.
El 8 de marzo pasado unimos nuestras voces en las calles: libertad es la nuestra, sin carajo.
