OPINIóN
analisis

Laje y “la teoría de los múltiples demonios”

En el video institucional del gobierno el politólogo derechista Agustín Laje propone una particular perspectiva para interpretar la violencia de los años '70. Frente a ello, el autor de esta nota considera equivocadas tanto una negación simplista de lo sostenido en el video como una aceptación acrítica de lo dicho en él.

Agustín Laje atacó al periodismo tradicional durante su discurso
Agustín Laje atacó al periodismo tradicional durante su discurso | Twitter

Este 24 de marzo, fecha en que se conmemoró el “Día Nacional de la Memoria por la Verdad y la Justicia”, se dio a conocer un video de tipo institucional del gobierno actual. Antes del final de este, se le agrega a la tradicional denominación de la fecha la palabra “completa”, es decir, se presenta como proponiendo dar una versión no parcial sino “completa” sobre lo ocurrido en los años 70. El video está construido sobre la base de un relato que efectúa Agustín Laje, siendo acompañado con imágenes que grafican lo que este manifiesta. Si bien no aparece explicitado quién es el autor del texto que desarrolla, por el modo autobiográfico que asume en la exposición se deduce que es él mismo.

Un asunto para tener en cuenta en el análisis es lo que podría denominarse el “estilo Laje”. Él es considerado por muchos simpatizantes libertarios (y también se considera a sí mismo) como un intelectual. No es como otros exponentes de ese signo que se contentan con presentar sus ideas como verdades reveladas y con un lenguaje grosero y agresivo. Por ejemplo, si uno toma en consideración a un conocido “troll” libertario, el Gordo Dan (Daniel Parasini), en el encabezado de su cuenta de X puede leerse: “Todo aquel que cuestione el más mínimo detalle de lo que hace o no hace Javier Milei, es un pelotudo y fundamentalmente un hijo de remil puta”. Pero Laje no es el Gordo Dan. Su estilo es mesurado y trata de ofrecer argumentos que justifiquen las posturas que asume.

Frente al delicado carácter del tema abordado y de la perspectiva adoptada, consideramos que son equivocadas tanto una negación total de lo sostenido en el video como una aceptación acrítica de él. De hecho, hemos visto numerosos comentarios en uno u otro sentido. Desde nuestro punto de vista, una cosa es no aceptar los razonamientos del libertario y otra muy distinta desestimar de una forma simplista y poco informada lo dicho por este. Por ejemplo, hemos visto en X un video criticando burlonamente un dato aportado por Laje sobre Jorge Masetti señalando que este estaba equivocado en lo que decía, cuando en verdad el equivocado era el crítico de Laje quien confundía a Jorge Masetti hijo con Jorge Masetti padre (oportunidad que el libertario no desaprovecha y se lo hace notar en su cuenta de X).

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Un tema tan delicado como el tratado y los numerosos datos que Laje aporta merecen un análisis detallado que excede totalmente a esta nota periodística. No pretendemos examinar uno por uno los datos señalados por este. De hecho, si nos pusiéramos a considerar uno por uno los datos brindados por Laje, no tenemos problema en aceptar que coincidimos con cierta frecuencia en lo que dice. Veamos ejemplos. El libertario señala que antes del 24 de marzo de 1976, día del golpe de Estado dado por los mandos de las Fuerzas Armadas de aquel entonces, hubo otros actores sociales que apelaron a la violencia. Destaca así que Perón en determinado momento alentó el accionar de las “organizaciones especiales” (o sea, los grupos político-militares) y en otro los reprimió. Estamos de acuerdo. Laje expone que los grupos guerrilleros apelaron a la violencia, aun bajo el gobierno democráticamente elegido de Isabel Perón. Estamos de acuerdo. El libertario recuerda que también con anterioridad al 24 de marzo de 1976 ya operaba el tristemente recordado grupo parapolicial denominado “La triple A” provocando muertes. Estamos de acuerdo.

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Ahora bien, todos esos hechos mencionados en verdad ya han sido destacados con anterioridad. No son una novedad. No es necesario que un derechista traiga esos datos. Es cierto que algunos autodenominados progresistas han presentado una “versión romántica” de la actividad de las organizaciones político-militares de los años setenta, pero es igualmente cierto que muchas de las más ácidas críticas a dichas organizaciones han brotado de antiguos exmiembros de estas. No es algo que, como puede leerse en algunas cuentas libertarias de las redes, “los zurdos han tratado de ocultar”. No, en verdad “los zurdos” fueron los que en sus autocríticas expusieron descarnadamente las muy equivocadas y desastrosas acciones llevadas a cabo por esas organizaciones.

Desde nuestro punto de vista, lo importante no es verificar uno a uno los datos aportados, sino señalar el sesgo que Laje imprime a algunos de ellos y, sobre todo, entender la línea argumental planteada. En cuanto al sesgo, por ejemplo, el libertario hace mención del fallo del juicio a la Juntas Militares, la causa 13/84. Extrae fragmentos de este para que opere como prueba imparcial de que los grupos guerrilleros desarrollaban una “guerra revolucionaria” y que hubo “5215 atentados explosivos, 1052 atentados incendiarios, 1311 secuestros de artefactos explosivos y 132 secuestros de material incendiario, etc.”

Sin embargo, a pesar de que Laje sostiene en el video que “la historia debe ser completa y rigurosa”, omite otros múltiples fragmentos de dicho fallo que son los que aclaran realmente el aspecto central de la cuestión. De los muchos que podrían citarse, tomemos solamente a modo de ejemplo dos de ellos. En el Capítulo XVI se dice: “Contemporáneamente a los acontecimientos narrados, se produjeron otros hechos que, en cuanto aparecen vinculados con ellos, adquieren especial trascendencia, pues conducen a inferir que los secuestrados que no fueron puestos en libertad, ni a disposición del Poder Ejecutivo Nacional, ni sometidos a proceso, fueron eliminados físicamente”.

A su vez, también en el fallo de la causa 13/84, en la Introducción al Dispositivo se lee: “Se ha demostrado que, pese a contar los comandantes de las Fuerzas Armadas que tomaron el poder el 24 de marzo de 1976, con todos los instrumentos legales y los medios para llevar a cabo la represión de modo lícito, sin desmedro de la eficacia, optaron por la puesta en marcha de procedimientos clandestinos e ilegales sobre la base de órdenes que, en el ámbito de cada uno de sus respectivos comandos, impartieron los enjuiciados”.

Marcha 24M memoria, verdad y justicia 20250324
Marcha por el Día de la Memoria. 24 de marzo del 2025

Es decir, en el fallo quedan muy en claro dos aspectos centrales de la cuestión. Por una parte, las Fuerzas Armadas pudiendo reprimir el accionar de los grupos guerrilleros dentro de la ley optaron por tomar el poder, derrocando a un gobierno elegido por el voto popular. Por otra parte, y muy especialmente, los detenidos no fueron sometidos a juicio, sino que “fueron eliminados físicamente”.

La pretensión de Laje al mencionar a otros muchos actores sociales que en la época apelaron a la violencia aún antes del 24 de marzo de 1976 tiene por claro objetivo diluir la responsabilidad del accionar de las Fuerzas Armadas en el período. Negar la brutal represión que estas llevaron a cabo a esta altura de la historia con todos los datos que se poseen es una tarea imposible. Entonces, la estrategia argumentativa posible no es negar su accionar sino diluirlo. Mostrar a esos muchos actores sociales que apelaron a la violencia y dejar a las Fuerzas Armadas como un simple actor más.

En suma, desde nuestro punto de vista, Laje se esfuerza por demostrar las falacias de una supuesta “Teoría del demonio único”. Frente a ella, lo que él en verdad propone es “La teoría de los múltiples demonios”, donde la responsabilidad central de los “horrores de los años 70” ya no le cabría a la Fuerzas Armadas de entonces, pues estas pasarían a ser un demonio más entre otros muchos.

*Licenciado en Letras (UBA), doctor en Ciencias Sociales (UBA)

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