OPINIóN
Aprendizaje continuo

La Universidad como eslabón con el mundo laboral

La IA no pudo todavía reemplazar las emociones humanas, las soft skills y la destreza para conectar ideas den forma creativa. Aunque eso sea una ventaja, también hay un punto de inflexión ya que, quienes no adquieran nuevas aptitudes, se quedarán atrás

universidades 07062024
La protesta se llevará a cabo el martes 11 y miércoles 12 de junio. | Cedoc

Hace varios años que se ha instalado el debate sobre el impacto que la inteligencia artificial puede tener en el mundo del empleo. Si bien su implementación en el corto plazo aún no ha dado muestras de un impacto radical en los puestos de trabajo, al extremo de su desaparición, estamos viendo una transformación sin precedentes en el panorama laboral. 

La IA está cambiando la naturaleza de las ocupaciones y las habilidades requeridas. Un estudio del Foro Económico Mundial predice que para el 2025, el 50% de los empleados necesitarán capacitarse o adquirir nuevas aptitudes, mientras que una investigación de la OCDE encontró que el 57% de los adultos en países desarrollados actualmente carecen de las habilidades básicas para prosperar en el entorno laboral actual. 

 

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En las redes de la Universidad de Belgrano estalló el debate por los dichos de Javier Milei

Por otra parte, diversos informes muestran que  la capacitación es altamente apreciada por los empleados. Está claro que las organizaciones deben tener en cuenta este elemento si quieren retener el talento. El siguiente paso entonces sería crear entornos de aprendizaje para  asegurar que sus equipos adquieran las aptitudes esenciales para innovar y seguir creando. 

Sin embargo, las habilidades que necesitan los profesionales están cambiando rápidamente aunque la IA no ha podido reemplazar aún las emociones humanas, junto con las soft skills y la capacidad de conectar ideas de forma creativa. Es por ello que estamos parados en un punto de inflexión en el que, quienes no se adapten y continúen adquiriendo nuevas aptitudes, se quedarán atrás. Aquí entra en juego lo que llamamos el aprendizaje continuo o educación ejecutiva, que brinda muchos beneficios, tanto para los empleados como para la organización. 

Para el profesor de Milei, la pregunta es si su plan es "viable socialmente"

En este contexto, la formación universitaria es una inversión valiosa para los profesionales, al proporcionar habilidades y conocimientos actualizados, a través de una variedad de programas educativos flexibles, adaptados a sus necesidades. Entre otros motivos, porque el espacio universitario continúa siendo el eslabón que conecta el mundo académico con el mundo laboral, lo cual le permite mantenerse más actualizados que otros entornos. 

Quienes no se adapten y continúen adquiriendo nuevas aptitudes, se quedarán atrás. Aquí entra en juego lo que llamamos el aprendizaje continuo o educación ejecutiva"

Además, los cursos de posgrado y diplomaturas se centran en habilidades y competencias específicas que tienen como principal objetivo que los profesionales puedan adquirir rápidamente el conocimiento necesario para avanzar en sus carreras sin comprometer largos períodos de estudio, porque el mundo laboral marca otra agenda y otro ritmo para este tipo de procesos. Es por eso que hoy es posible hallar programas que duran un total de cuatro meses, repartidos en una cantidad de horas de clase sincrónicas y para la elaboración del Proyecto final, lo que permite poner en práctica los conocimientos adquiridos. 

 

Si bien la cuestión de la formación continua no es algo nuevo, el ritmo de trabajo actual aceleró la necesidad de las personas sobre mantenerse actualizados y, según datos de la Organización Internacional del Trabajo, la mayor demanda de estos cursos hoy proviene de las empresas de servicios y de las de manufactura.

De hecho, un relevamiento de la organización, señala que se destaca una alta proporción de participantes en cursos de formación profesional en el sector de servicios, con casi un 30%, mientras que la segunda categoría con más participantes es el sector de industrias manufactureras con un 23% seguido el sector comercio con el 10%.

Quizás, lo que queda claro hoy, es que la formación continua ya no es una alternativa sino que se ha vuelto una necesidad cuya resolución es ineludible.

*Director de “Dirección de Posgrado y Educación Continua” de la Universidad de Belgrano