OPINIóN
Economía

La inflación modelo argentino

Exceso de demanda, aumento de costos, escasez real o artificial de bienes esenciales, restricciones estructurales…. Cuáles son las múltiples causas de este “fenómeno monetario” persistente en la vida nacional.

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| AFP

Bastante recordada y en cierto grado naturalizada es la frase de Milton Friedman: “la inflación es siempre y en todo lugar un fenómeno monetario”.

Va de suyo que, dada la pérdida del poder adquisitivo del dinero, la inflación siempre se originará o terminará reflejándose de algún modo como fenómeno monetario.

Hasta acá llegan más o menos las casi total coincidencias del análisis económico, el cual podrá diferir un poco en cuanto a sus orígenes, pero mucho más respecto a las soluciones.

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Factores originantes de la inflación

En cuanto a sus orígenes, se reconocen varios factores:

Inflación impulsada por la demanda: cuando la demanda agregada para todos los fines (consumo, inversión y gasto público), excede la oferta de bienes a precios corrientes; esto implicará un exceso de dinero para adquirir los bienes disponibles.

Inflación impulsada por los costos: se debe al aumento de los costos de producción de bienes y servicios, generados principalmente por mayores salarios, expectativas de ganancias, o el aumento de materias primas e insumos.

Inflación por escasez: puede deberse a fenómenos ambientales (sequias, incendios, inundaciones, etc.) o la manipulación de precios de productores y comercializadores (monopólicos u oligopólicos), y la creación de escasez artificial de bienes esenciales (medicamentos, alimentos, cereales, materias primas, combustibles, etc.).

Inflación estructural: es causada por las rigideces propias de países en desarrollo, debido a precios de producción primaria, restricciones de infraestructura, no generación de divisas y escasez de recursos para inversión, etc.

Con esta sintética descripción podemos aseverar que, por sus causasla inflación puede o no ser generada por un fenómeno monetario, tal como vimos en anteriores columnas con el caso de las Empresas de Medicina prepaga.

Persistencia de la inflación 

Todos estos procesos pueden continuar temporariamentesin que se incremente sensiblemente la oferta de dinero, aunque seguramente no será sostenible en el tiempo.

Los supermercados argentinos son una fiel vidriera de estas circunstancias, el famoso PxQ (precio por cantidad) impera en las góndolas. Los desquiciados aumentos desde diciembre llevaron a una fuerte reducción de las cantidades demandadas, y por poco tiempo se redujeron ciertos precios mediante ofertas por cantidad.

Lamentablemente y pensando que esto continuaría,en estos días volvieron a aumentar los precios en un 20/25% especialmente en lácteos y panificadosde primera necesidad,lo cual resulta muy alejado a los índices publicados por el gobierno. 

Inflación, prepagas y un sistema de salud a punto de estallar

Los precios de estos productos sobrepasan en mucho, los valores internacionales de los principales países:

Tomemos 1 litro de leche como ejemplo, al tipo de cambio oficial de $936,54 por dólar (y convirtiendo en cada caso galón y pinta a litros y demás monedas a U$D) resulta:

Argentina entre U$D 1,50 (sachet) y U$D2,13 (larga vida); España entre U$D 0,60 y U$D 1,20; USA entre U$D 1,02 y u$D1,89;Chile U$D 1,13; Uruguay U$D 1,09 (sachet)y U$D1,58 (larga vida); Gran Bretaña U$D 1,08; por su parte,en toda Europa estos valores se observan en un rango entre U$D 1,08 y U$D 1,62 por litro.

Queda demostrado que nuestrosprecios locales son exagerados, y si se compararan frente alos ingresos en cada caso, resultan“confiscatorios”. Ni que hablar de los precios de otros productos como yogures, quesos untables, etc.

Razones plausibles y probables

En el caso de la leche, hay en góndolas una “posición dominante” ya que La Serenísima, dueña de muchas marcas que parecieran competir entre sí, impone en realidad condiciones a cadenas comercializadoras y pequeños competidores.

Según publicaciones el 51,22 % de esa empresa pertenece a Arián Oliver Hermanos, mientras que el otro 48.78 % está dividido entre Arcor y Bagley (la cual pertenece a Arcor en un 36 % y al Grupo Danone en un 66 %).

Quizás argumentarán que las vacas argentinas descansan más y por tanto producen menos, lo cual sabemos que no es así, probablemente los costos de transporte sean más caros que en otros países, en cuyo caso sabemos quiénes son los responsables.

Resumiendo en este punto a la Argentina histórica y corporativa, vemos a las“fuerzas vivas” o mejor dicho “avivadas”, impulsar una vez más una devaluación para convalidar precios e iniciar una nueva escalada de ganancias.

Resolviendo la inflación

Diferentes países y épocas, han logrado resolver e el problema de la inflación encarando un conjunto de medidas articuladas en programas coherentes. Lo único que no se debe hacer, es caer en la “ingenuidad” de creer que solo con una medida (digamos eliminación del déficit fiscal corriente) es posible resolverla.

Las más importantes batallas, han puesto énfasis en la eliminación permanente dedéficits públicos y acuerdos tripartitos (gobierno, empresas y trabajadores) tal el caso de Israel; mientras que otros, con niveles inflacionariosmenores, han impulsadoaumentos de la tasa de interés y acuerdos sectoriales (USA y Comunidad Europea).

Vemos a las“fuerzas vivas” o mejor dicho “avivadas”, impulsar una vez más una devaluación para convalidar precios e iniciar una nueva escalada de ganancias"

Durante laconvertibilidad de los 90s, selogróeliminar la inflación mediante privatizaciones y una mayor apertura económica. Sin embargo, en ese periodo, no se lograron transformaciones institucionales yestructurales, que permitieran alcanzar niveles de producción y exportación acordes con una economía moderna.  

La competencia 

La competencia es una gran respuestaa la inflación, pero a diferencia de lo que creen algunas escuelas económicas, la competencia no aparece naturalmente; por lo contrario, la tendencia natural de todo oferente es lograr un monopolioo al menos una cartelización de su oferta.

La inflación de mayo de 2024 fue 4,2%, el índice más bajo en más de dos años

Adam Smith señalaba que: “es raro que se reúnan personas del mismo negocio…y que la conversación no termineen una conspiración contra el público o enalguna estratagema para subir los precios “.

Por ello una de las funciones esenciales del Estado, es vigilar la competitividad de la oferta de bienes y servicios. La consecución de un Estado austero y eficaz, ingrediente esencial del desarrollo económico y bienestar social, implica también el uso de mecanismos competitivos para sus propias estructuras y políticas.

Pareciendo describir la Argentina de los últimos 100 años, Smith también afirmaba: “por naturaleza, los monopolios permiten que la corrupción se arraigue en los comerciantes y otros trabajadores que trabajan en ellos, lo que lleva a su inevitable desintegración”.